viernes, 31 de marzo de 2017

Errores de la Transición

Fueron varios y muy notables los errores que se cometieron en aquel periodo inicial nuestra tan ansiada y finalmente lograda democracia. El más grave, a mi juicio, fue el considerar como demócratas a los nacionalistas, que, por definición, no pueden serlo, puesto que no aspiran a gobernar para el pueblo, sino a gobernar al pueblo.
El segundo grave error fue el de limitar la pena máxima de cárcel a 30 años y establecer que ha de estar orientada a la reinserción. Con la cadena perpetua nos habríamos ahorrado muchos atentados, muchos ridículos y sería menor el número de personas que habría optado por la vileza, porque los homenajes a los etarras no habrían tenido sentido. En cualquier caso, la reinserción habría que reservarla sólo para aquellos que quieren y pueden ser reinsertados.
Lógicamente, sin los nacionalismos, o con los nacionalismos reducidos al papel que tenían entonces, no habría habido terrorismo y de haberlo se le habría liquidado enseguida. La cadena perpetua habría ayudado mucho.
Estos políticos tan bien intencionados y que pretenden no ser sino parecer más demócratas que nadie acaban perjudicando a la mayoría.
Como consecuencia de esos errores y también de la indiferencia de las masas, que sólo quieren pan y circo, vivimos tiempos en que hordas de impresentables pueblan el Parlamento, caraduras de toda laya viven del Presupuesto y no desde ahora, sino desde los mismos principios de la democracia, las víctimas del terrorismo son manipuladas, pisoteadas, traicionadas, a los etarras encarcelados se les trata con guante blanco y hasta se les dan permisos, a otros etarras autores de atentados ni se les busca, y una persona tan admirable como Consuelo Ordóñez no obtiene el reconocimiento que merece, y Covite, que es lo más sano que hay en España, ni siquiera tiene los mil suscriptores, a diez euros cada uno, que necesita para sobrevivir.
Consuelo Ordóñez tenía el porvenir resuelto en San Sebastián, hasta que ETA se lo arruinó. Covite es la asociación que lucha por evitar que España caiga en la ignominia.
Puedo presumir y presumo de haber dado un litro y cuarto de médula ósea, de cien bolsas de sangre y de ser suscriptor de Covite.

jueves, 30 de marzo de 2017

Lo de Cassandra Vera

Se conoce que a los de Podemos no se les puede tocar y supongo que Cassandra Vera es de Podemos porque Pablo Iglesias, ese castigo que nos ha caído a los españoles, por idiotas, se ha solidarizado con ella.
Enseguida invocan la libertad de expresión, la misma que niegan a otros. Como si la libertad de expresión pudiera ser ilimitada, como si no supiera todo el mundo, o casi todo, que hay cosas que no se deben decir.
Hay chistes de una crueldad extrema para determinados grupos humanos, que se cuentan desde que existen los chistes y que sólo sirven para poner de manifiesto la poca sensibilidad de quienes los cuentan y de los que los ríen. Hay otros chistes que llevan una carga de intención que va más allá de la crueldad y de la falta de sensibilidad, y son los que convienen a ETA, por ejemplo.
La perversión de ETA no acaba en el atentado, sino que luego la maldita banda, con la que miles de malditos ciudadanos se identifican, intenta humillar a sus víctimas y si puede sumirlas en el olvido. Todo lo que tenga que ver con la memoria de las víctimas y el reconocimiento moral que merecen es malo para ETA, de ahí que los ayuntamientos vascos regidos por impresentables se nieguen a poner placas en memoria de las víctimas, o se hagan los remolones.
Dentro de esas perversiones que convienen a ETA está la de banalizar sus atentados, haciendo bromas o burlas sobre las víctimas. Dicen que eso es humor y que si a algunos no les gustan que no se rían. Pues no es humor, porque lo que conviene a los terroristas no puede serlo.
El terrorismo es la plaga de nuestro tiempo y en España ha causado estragos, no sólo por las vidas que ha roto, sino también por las que ha encanallado. Y ya se va viendo que son muchas las que están en este segundo caso.



'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978. El año en que España cambió de piel'
'Historias de la otra razón'
'Por qué España'
‘Búsqueda y desarrollo del talento’

miércoles, 29 de marzo de 2017

4200 millones a Cataluña

Rajoy ha anunciado que su gobierno invertirá 4200 millones en Cataluña hasta 2020, en lo que parece una inteligente medida para desactivar el descontento de buena parte de la población catalana, que ha sido generado por unos indeseables con la complacencia o la complicidad de los anteriores gobiernos de España.
Digamos que a Rajoy le están explotando en las manos todas las bombas, la de la corrupción, la del órdago separatista, la de las negociaciones de Zapatero con ETA, la de la crisis mundial, la del estallido de la burbuja inmobiliaria española, y si bien no se está comportando como un héroe, hay que reconocerle que no sólo no está empeorando las cosas, sino que están mejorando. En su misma situación, Aznar seguramente habría armado la de Dios. Afortunadamente, no ha sido así.
Chimo Puig (prefiero la valenciana ch a la catalanizante x) se ha apresurado a protestar. No le importa aliarse con partidos antisistema y dudosamente democráticos, como son Podemos, Compromís y aledaños, pero cualquier cosa que haga el PP para él está mal.
Dice que no debe premiar el victimismo, cuando él se ha reunido tantas veces con los indecentes líderes catalanistas. Él, cuyo sueño dorado es ver realizados los países catalanes, esa barbaridad que no hay por donde cogerla, se la mire por donde se la mire. Ese invento de mentes calenturientas.
Chimo Puig se va a gastar una millonada en reabrir la televisión valenciana, a la que sin duda impondrá un nombre catalanista, y va a derrochar todo ese dinero con el único fin de introducir la lengua catalana en el Reino de Valencia, al que los impresentables llaman País Valenciano. Como si no hubieran necesidades urgentes, como si gastar el dinero en esa chorrada fuera a servir para algo útil.
Volviendo al asunto inicial, es injusto exigirle a Rajoy que defienda la legalidad sin el apoyo de los demás partidos, totalmente en solitario.

martes, 28 de marzo de 2017

El amigo de Pérez-Reverte

Es decir, del que habla esta semana, que respondía al nombre de Ángel Echarque Calvo, viene a demostrar algo que se nos olvida muchas veces y es que delincuente no es sinónimo de mala persona.
En cuanto la vida le dio una oportunidad a este señor para vivir honradamente la aprovechó.
En cambio, hay otros que es muy difícil que vayan a la cárcel alguna vez, pero que hacen todo el mal que pueden. Disfrutan haciendo daño al prójimo o, al menos, no les importa hacerlo. Por motivos obvios, muchos de ellos van a la política y allí cierran el paso a las buenas personas, a quienes tienen ideas que pueden beneficiar a la sociedad. Los malos bichos buscan lo contrario, beneficiarse de ella, exprimirla, y para ello necesitan sus votos, que consiguen con malas artes, generalmente excitando los bajos instintos de los votantes de más bajo nivel moral. En este grupo habría que situar, sin duda, a los nacionalistas, a pesar de que entre ellos, en un principio, pudiera haber gente razonable, pero han llegado a un punto en que esto último es imposible. Pero no sólo a los nacionalistas, la política española se ha degradado tanto ya que el Parlamento parece, a ratos, un burdel.
Pero, volviendo al personaje, que es lo que importa hoy, cabe decir que el legislador español es un tanto banal. Aquella idea de que las penas de cárcel han de estar orientadas hacia la reinserción es muy apropiada en el caso de reclusos como este amigo de Pérez-Reverte, pero absolutamente contraindicada en el los delincuentes que además son unos malos bichos, como es el caso de los etarras.
La función de las leyes es la de proteger a la sociedad, cosa que consigue si son compasivas con quienes lo merecen, pero si lo son con quienes no deben serlo le hacen mucho daño.


lunes, 27 de marzo de 2017

Podría aplaudir a Javier Marías

Me refiero al artículo de ayer en la Zona Fantasma, en el que Javier Marías ataca, con fundamento, a los partidos políticos españoles, si no fuera porque en la crítica falta uno, como si ese partido político que falta fuera pan bendito, cuando no lo ha sido nunca, ni va camino de serlo jamás.
Ojalá el PSOE hubiera tenido un ideario alguna vez y hubiera intentado ser fiel al mismo, pero se ha convertido en una estructura cuya única finalidad es conseguir el poder y con ese objetivo no duda en abrazar el nacionalismo, tan ajeno a la causa socialista, o en traicionar a sus víctimas del terrorismo. Y a las demás también, claro. Si el PSOE fuera un partido decente ahora no estaríamos soportando a Podemos, Bildu, ni a los nacionalismos vasco y catalán.
Ante cierto público queda muy bonito atacar al PP e incluso vincularlo con Franco, aunque desde un prisma intelectual esto no se sostiene. A ningún partido que acepte el juego democrático y no se perciban en él intenciones involucionistas se le puede vincular con el franquismo. Esas intenciones involucionistas sí están en otros partidos, como los nacionalistas, porque el nacionalismo es incompatible con la democracia, o Podemos, que desde su nombre a su modo de actuar remite al chavismo,
La tendencia totalitaria está presente en los españoles desde mucho antes de Franco, diríase que desde siempre, y eso se nota hasta en los partidos de izquierdas, PSOE incluido. Se debe, indudablemente, a que en España sólo ha habido absolutismos y dictaduras. Con el advenimiento de la democracia se estaba en camino de que esto cambiara. Habría hecho falta la separación efectiva de poderes, pero fue precisamente el PSOE el que enterró a Montesquieu, y forma parte del anecdotario de este partido aquello de: «El que se mueva no sale en la foto».
El PSOE es necesario para España, pero el PSOE que conocemos no ha traído más que males a España.


domingo, 26 de marzo de 2017

El drama vasco

Tardará mucho tiempo en desaparecer. Basta con leer el reportaje de Emilia Landaluce titulado El relato de ‘Patria no cala en Hernani, para comprender la angustia que deben de sentir muchos vascos, aunque también es verdad, que haya distintos tipos de angustia en el País Vasco.
Para dejar las cosas claras, informo que no refiero a la angustia de esos vascos que han sabido mantener su condición humana y que miran con pena el entorno degradado, sino a la de esos otros que se han envilecido quizá en mayor medida que aquellos nazis a los que hoy condena todo el mundo, puesto que tratan de justificarse a sí mismos y eso es imposible.
Los nazis tuvieron más suerte, puesto que tras la derrota de Hitler no tuvieron otra opción que reconocer sus errores y esa es la única de poder superar un pasado infame. Los cómplices de ETA, en cualquiera de sus variantes, creen que tienen la posibilidad de hilvanar un discurso que los absuelva, cosa que en el fondo no se creen ni ellos. Si fuera posible, serían capaces de leer la novela de Fernando Aramburu. Pero no. Les resulta doloroso cualquier relato que se ajuste a lo que ocurrió.
Mucho antes que el citado libro, se publicó otro, Vidas rotas, que no debería faltar en ningún hogar vasco, tampoco en ninguno del resto de España, pero sobre todo debería estar en los vascos, porque la banda etarra es una excrecencia nauseabunda de la sociedad vasca. El mal está en todas partes, pero la sociedad vasca dio cobijo a una idea tan nefasta que dio paso a un grupo criminal fue apoyado y lo sigue siendo por una parte importante del pueblo vasco. Es una vergüenza que tardarán mucho en poderla borrar, a pesar de que El buzón de Joseba es una invitación a que lo intenten. No se dan cuenta.


sábado, 25 de marzo de 2017

La ventaja del donante

Hay muchos modos de ver las cosas, el de un imbécil puede consistir en que sólo daría sus órganos a un catalán, para lo cual en la mayor parte de los casos precisaría de una improbable complicidad de otras personas.
Puesto que muchas donaciones sólo se pueden hacer efectivas tras la muerte del donante, en el caso de que alguien dijera que sólo quiere dar sus órganos a un catalán, o un vasco, precisaría que el equipo médico correspondiente quisiera respetar ese deseo, lo cual es muy difícil que suceda, puesto que al hacerlo se señalaría ante el mundo entero. Quizá tampoco sea legal esa condición.
Es posible que muchos no estén de acuerdo con mis tesis, pero ello no va a impedir que las exponga. La ventaja del donante, y yo he dado sangre cien veces, médula ósea una y quizá tras mi muerte se pueda aprovechar algún órgano mío, consiste en que los receptores de la ayuda, que acaso les haya salvado la vida, pueden ser personas que hayan perjudicado o intentado perjudicar a uno. Eso para mí es una ventaja. Hay gente que disfruta haciendo el mal, aunque vista un disfraz que le haga parecer razonable, y estas personas deberían tener vergüenza por estar haciendo daño a quien a lo mejor le ha dado un litro o dos de sangre, o cualquier cosa. en otra ocasión. Todos los que reciben esa ayuda que necesitan no son agradecidos. Dicen: me han tenido que poner siete bolsas de sangre, y por el tono parece que la sangre la hayan comprado en un supermercado.
También se da el caso de personas que piden solidaridad para sus dolencias a gente de toda España y luego votan a Bildu o ERC, y hacen encendidas proclamas de odio a España y los españoles.
Un donante sabe que su actitud es más sana psicológicamente que la de esos enloquecidos fascistas.




viernes, 24 de marzo de 2017

Las luchas de Monedero

Ya se sabe que las luchas que gustan a Monedero y, en general, a todos los de su grey, no son precisamente las incruentas. Y ahí está el estilo macarra con que se desenvuelve en el Congreso el coletas.
Por mi parte, no acabo de explicarme que admitieran en Vox al padre del citado Monedero, cuyas ideas más claras probablemente tengan que ver con la literalidad de su apellido. No he conseguido averiguar si siguen en ese partido.
Se ha rescatado un tuit algo antiguo ya, pero no cabe duda de que el personaje sigue opinando lo mismo, puesto que los de su partido siempre están a favor de cualquier cosa que agreda a los valores del mundo occidental.
El tuit en cuestión, lanzado el 6 de febrero de 2011, por el Monedero, dice lo siguiente: «Que la lucha del pueblo árabe crezca en todo el continente. Y, como pólvora, salte a Europa y Estados Unidos». Quizá no todos los árabes estén de acuerdo con esto. Sobre todo teniendo en cuenta que los podemitas simpatizan más con los etarras que con las víctimas de éstos, hacia las que nunca jamás han tenido un detalle y se puede predecir que tampoco lo tendrán.
Su técnica de desgaste de las instituciones cojea claramente y, por lógica, cada vez han de ser más los que se den cuenta del engaño. Cuando hablan de la prensa española o de la mundial, exponen una serie de motivos que llevan a que se oculten o tergiversen algunas de las informaciones que se ofrecen al público, pero no proponen ninguna solución, o la proponen empeora las cosas. Precisamente, los medios que más información ocultan o tergiversan son los que están intervenidos de facto por alguna de las Administraciones españolas.
Todas las soluciones que puede ofrecer Podemos empeoran la realidad que denuncia.


miércoles, 22 de marzo de 2017

Podemos y la agresión de Alsasua

Si ETA, en su adscripción a la vileza, cometió una interminable serie de atentados, durante un periodo largo de tiempo, para los podemitas, con el coletas a la cabeza, los hechos no son tan graves, porque tenían motivaciones políticas.
Si un numeroso grupo de radicales agrede de forma cobarde y salvaje a dos guardias civiles de paisano y a sus novios, los podemitas, con el coletas a la cabeza, consideran que los agresores son víctimas.
Se refieren a la separación de poderes, como si fuera un ideal suyo, como si fuera algo que se da en Venezuela, pero luego no les importa situarse en contra de la ley, como en el caso de los infames agresores de Alsasua, que han ensuciado el nombre del pueblo para siempre, al poner de manifiesto cuales son los impulsos que laten en las entrañas de sus vecinos. La nobleza no cabe en ese pueblo, ni en Podemos. Hablan de la separación de poderes, pero ahora no aceptan que a los cobardes agresores se les juzgue por delito de terrorismo.
Hablan de la separación de poderes, pero se solidarizan con los golpistas que quebrantan las leyes, nunca les ha visto que exijan el cumplimiento de las leyes en el caso de los separatistas.
Monta la banda etarra su enésimo show y aprovechan los podemitas, con el coletas a la cabeza, para alinearse con esa reata de partidos impresentables que aprovechan cualquier ocasión para exigir el acercamiento de los etarras encarcelados.
Otras personas, con más sentido del honor y el decoro que los podemitas, piden en los mismos casos que los etarras acrediten su buena disposición colaborando con la justicia en la resolución de las centenas de casos que hay sin resolver.
Puede decirse que quienes esperen algo bueno de Podemos son unos incautos y se puede afirmar que la actitud de los agresores de Alsasua y de quienes les apoyan es nauseabunda.