miércoles, 31 de julio de 2019

Iglesias acusa a Sánchez

Concretamente, de no tener proyecto de país. La explicación que da para sostener esto es tramposa. Alega que pide la abstención tanto a la derecha como a la extrema izquierda, lo cual, de ser así, evidenciaría esa falta de proyecto que le echa en cara.
Pero el asunto no es así exactamente, porque al PP y a Ciudadanos les pidió por la cara que se abstuvieran, o sea, sin ofrecer nada a cambio, con lo cual queda claro que lo hacía únicamente a esa parte de la opinión pública dispuesta a creerle haga lo que haga.
A Podemos sí que le hizo ofertas con contenido, para más teórico que real, con la intención en, este caso, de robarle votos, a él, a Pablo Iglesias.
Éste, después de ponerse las coletas en su sitio, contraataca, simplificando el asunto, para concluir en lo que todo el mundo sabe ya a estas alturas, y que resume en que el único proyecto que tiene Pedro Sánchez es personal, o sea, conseguir la presidencia de la nación a cualquier precio. Y la Jefatura del Estado si se pone a tiro. Cara dura no le falta.
También debería saber todo el mundo a estas alturas, y quien no lo sepa ya no lo sabrá nunca, que Pablo Iglesias sí que tiene proyecto para el país, y éste consiste, obviamente, para llevarlo a la ruina lo más rápidamente que pueda, porque cuanta más gente desesperada haya más votos tendrá él. El objetivo final es convertir a España en la Venezuela de Europa, o, si puede ser, Cuba. Si logra el poder absoluto, como desea, nos enteraremos de lo que vale un peine. Todos, catalanes y vascos también. Una cosa es que ahora trate de atraerse a los nacionalistas y otra distinta que ya los tenga en un puño.
No fue tan simple cuando advirtió a Sánchez que siempre necesitará sus votos para ser presidente. El duelo es a muerte (política). 

martes, 30 de julio de 2019

Amigos aviesos

A veces la vida nos niega propiedades o amistades que perseguimos con denuedo y que no nos convienen. Pero, en realidad, no es la vida la que nos lo niega, porque se limita a transcurrir, sino la suerte, buena o mala.
Para ilustrar lo referente a las propiedades bastará con un ejemplo: Si Adolfo Suáréz hubiera sabido iba ser motivo para que sus descendientes riñeran no lo habría pedido ni aceptado.
Lo segundo es más fácil todavía. Hace referencia a dos ex amigos míos. Uno afectado de soberbia, pero que transmuta en ridículo servilismo según con quien. En el otro caso el desencadenante es el sectarismo. Con la pérdida de esas amistades, años ha, se me fueron también una serie de maleantes que les siguen, porque ambos son reyezuelos con súbditos obsecuentes y acríticos. Es una suerte grande haber perdido de vista a toda esa gente, a la que, no obstante, le deseo toda suerte de venturas, pero, eso sí, lejos de mí.
Cabría hablar también de los poetas. Por ejemplo, de los poetas. Algunos piensan que la poesía mejora a las personas. Y es cierto. Pero solo a las que ya eran buenas de antemano.
Todo el mundo sabe, y si no lo sabe se lo digo yo, que hay poetas buenísimos, o sea, que hacen o hicieron unos poemas muy bellos, unos poemas que nos hacen ponernos de pie, que nos erizan los cabellos, que nos llegan al alma, que nos impactan y nos conmueven, y que, sin embargo, son unos canallas redomados. No es necesario decir nombres, porque lo habrá habido siempre y los habrá.
¿Por qué esos que hablan de transformar el mundo, como si estuvieran capacitados para mejorarlo, no comienzan por darle más importancia a la bondad y destierran de sí la maldad?

lunes, 29 de julio de 2019

Rosa María Mateo no se avergüenza

Al menos, la televisión que pilota, con más pena que acierto, ha dicho lo siguiente: «Entendemos que la entrevista a Arnaldo Otegi, coordinador general de EH Bildu, está plenamente justificada desde el punto de vista del interés informativo».
Lamentables los criterios de la casa, desde que ella está, sobre el interés informativo. A mí, particularmente, no me interesa nada la opinión de un etarra. Ya sé de antemano que el nivel moral es ínfimo, y lo sé porque hay muestras sobradas de ello, en el caso suyo, de los etarras, y de todo el entramado que gira a su alrededor. Hay muestras sobradas de que son así. Hay que tener en cuenta, además, que la citada respuesta ha tenido lugar después de la emisión del lamentable programa, en el cual el terrorista se refirió al daño que la ETA tenía derecho a hacer. Si a Rosa María Mateo no le da vergüenza haber emitido esa entrevista ya no le da vergüenza nada. Es igual que Sánchez, que Marlasca, que Calvo…
Hay una entrevista mucho más interesante desde el punto de vista informativo que es la que pidió en cara abierta Javier Rupérez. El hecho de que no se la hayan hecho es significativo y viene a confirmar lo que todos los que tenemos a gala regirnos por la ley sospechamos cuando se anunció la entrevista al etarra. Si realmente fuera cierto que esos tipos que actualmente pastorean RTVE están por la libertad de expresión le habrían hecho inmediatamente la entrevista al diplomático. Pero no se la han hecho, ni la citan, a pesar de que su carta abierta pidiéndola tuvo que ser vista por ellos. Y si no la vieron es que no están capacitados para seguir las noticias e informar.
Por supuesto que no vi la entrevista a Otegui, que mientras siga por ese camino que lleva, me parecerá un ser abominable e indigno. 

domingo, 28 de julio de 2019

Rufián no se entera

Mientras Pedro y Pablo andan enredados en un duelo sin cuartel, dos gallos en el mismo corral, cada uno con sus cartas, ambos jugando con el miedo a lo que han dado en llamar, de un modo miserable, pero efectivo, el trifachito les adelante por la derecha, o por el centro, Rufián solo ve la posibilidad que le conviene, o sea, que ese par de posibles psicópatas forme gobierno.
Como le conviene, con vistas a la posible absolución, en el probable caso de que haya condena, de los impresentables catalanes que están siendo juzgados, no se da cuenta de que lo que sueña no puede ser. Pedro y Pablo, Pablo y Pedro, solo se pueden meter en la misma cama si uno de los dos está atado y bien atado, y amordazado. Y en ese juego están, y el jaque mate no está dado, en contra de lo que piensan algunos. Hay tela que cortar.
La carta del coletas consiste en que aunque el aparato mediático del gobierno consiga desacreditar a Podemos y reducir sus expectativas de voto a la mínima expresión, seguirá necesitando sus votos para formar gobierno, en el caso de que siga teniendo esa posibilidad, porque a lo mejor se le escurre entre los dedos. Con ese miedo jugará sus cartas hasta el final, y habrá que ver si Sánchez es capaz de resistir, en el caso de que Tezanos le informe de que no está nada claro el asunto, y decida jugárselo todo a una repetición electoral en la que pueda perder todo, o traga con lo que le proponga Iglesias, con tal de ser presidente como sea, en cuyo caso sería deglutido plácidamente por el podemita.
En el mismo juego que Rufián andan los de Bildu. No en balde, ERC, Podemos, Bildu, son muy parecidos, aunque a ratos y según donde se disputen el espacio electoral. 

sábado, 27 de julio de 2019

Se equivoca Cristina Seguí

Fue insultada por ese profesional de la cosa que es Monedero y ella cometió el error de entrar al trapo. En ese terreno él tiene las de ganar, porque está en elemento, en su hábitat natural.
Y esperar que las autoproclamadas feministas pata negra salgan en su defensa por haber sufrido un ataque machista es una ingenuidad. Si alguien habla de las axilas de Irena Montera salen en tromba, pero a Cayetana Álvarez de Toledo, Inés Arrimadas o Cristina Seguí les pueden decir lo que sea que no se mueven.
A Monedero su apellido le va como anillo al dedo, igual que a Rufián. En cambio, lo de Montera creo que tiene que ver con el mundillo taurino, y aquí sí que parece que los hados que rigen estas cosas han hecho una travesura, porque esta Montera, al menos esta Montera, tiene buen corazón y detesta el maltrato a los animales, e incluso es capaz de simular unas lágrimas, que hay cosas que sabe hacer bien. De ahí que haya estado a punto de ser vicepresidenta. Puede aparentar buenos sentimientos y hacer como que llora si le hablan de toros, pero dice que a los Borbones hay que echarlos a los tiburones, o amenaza a los Reyes con la guillotina. O sea, que se toma recesos en lo de aparentar santidad.
Cristina Seguí no debería darse por enterada cuando alguno de esos la insulta, ni tampoco si lo hace Monedero, porque él sabe que hay gente a la que le gusta eso y al complacerla consigue que lo llamen a más programas, porque hace aumentar la audiencia, y eso le permite ir metiendo monedas en la hucha, digo en el monedero.
Lo que más le puede doler a ese cursi, adorador de Chávez (un Orinoco de lágrimas) es la indiferencia, que no se le dé importancia, que sus diatribas no consigan ofender. 

viernes, 26 de julio de 2019

Tiempo de Tezanos

No las tiene todas consigo Pedro Sánchez para el caso de una repetición electoral. Piensa que lo más probable es que, como afirmó Pablo Iglesias, de darse el caso siga necesitando los votos de Podemos.
De ahí que afirme que va a seguir intentando llegar a un acuerdo antes de que expire el plazo legal. Mientras tanto, Tezanos, apoyado por los medios del poder, intentará convencer al coletas, pero sobre todo a sus votantes, de que nunca van a estar en mejores condiciones que en la actualidad, y de que si ahora les ofrecen una sardina, en el futuro se tendrán que conformar con la raspa.
Pablo y Pedro, Pedro y Pablo, son dos tahúres especialistas en golpes bajos y puñaladas traperas. Ambos son de izquierdas, dicen, aliados naturales por tanto, pero lo suyo es como el duelo en O.K. Corral. El Coletas debe de ver a su antagonista como si fuera una serpiente constrictora que aprieta en su abrazo para acabar con su resistencia. Tiene quien le ayude en su función amenazadora. Piénsese en Calvo. Cualquiera que la viese enfadada, y no se la conoce de otro modo, saldría pitando. Pero es más eficaz la labor de zapa de Tezanos, con las encuestas, haciendo ver, y seguramente provocando con ello, el declive de Podemos, la desmoralización de sus votantes. En eso confía, sin duda, Pedro Sánchez.
Pero Pablo Iglesias, otro macho alfa, o alfalfa, no va a sucumbir fácilmente. Es posible que juegue sus cartas hasta el final, sabedor de que teniendo las de perder espere que a su rival le jueguen una mala pasada los nervios. Porque también se juega mucho y con tal de ser presidente hará lo que sea.
Según vaya desapareciendo la red que tiene debajo del trapecio, o sea, según se acerque la fecha tope, se le verá más dispuesto. 

jueves, 25 de julio de 2019

Los sobacos de Montero

Un imbécil, porque no se le puede catalogar de otra manera, hizo un comentario sobre los sobacos de esa señora. Es irrelevante lo que haga con su anatomía, o con su vida.
Si hubiera dicho algo equivalente sobre Álvarez de Toledo o Arrimadas, por toda respuesta habría recibido, como mucho, un mohín de disgusto, un reproche mucho. Tratándose de Montero, o quizá Montera, ha dado pie a que las hordas podemitas saquen su artillería pesada, y que otras personas, también pesadas, quieran explicar los motivos de que lleve los sobacos así.
Lo que me aterra es la posibilidad de que pase a formar parte del gobierno. Quiso echar a los Borbones a los tiburones, y amenazó al Rey con la guillotina. El simple hecho de que ella, y otros que son como ella, formen parte del Congreso de los Diputados y cobren sus salarios de los impuestos de los españoles causa estupor. Que puedan formar parte del gobierno da pánico.
Es cierto que también Pedro Sánchez da miedo, habida cuenta de que su desmedida ambición, que no niegan ni sus más fervientes seguidores, induce a pensar que es posible que sea psicópata, pero ocurre que lidera un partido en el que parte de sus fieles o simpatizantes son personas honradas, más o menos ciegas, voluntariamente, pero que pueden abrir los ojos en cualquier momento. Las hay que los han abierto. Hoy en día, cuando alguien de izquierdas abre los ojos, o puesto entre la espada y la pared, la verdad o la secta, prefiere la verdad, pasa a ser etiquetado como facha.
El caso es ese, si no fuera por esos socialistas honrados, Pedro Sánchez …. Sería peor que Irene Montero, o Montera. Les teme, no cabe duda. De lo contrario ya tendríamos gobierno haría tiempo. Con Otegui en algún ministerio. Y por Rufián en el de Cultura, por guasa. 

miércoles, 24 de julio de 2019

La ‘cancurdia‘

En su columna de hoy, Raúl del Pozo utiliza esta palabra, carcundia, pero la escribe con cursiva, con lo cual ya da una pista.
Yo no la conocía, por lo que la he he puesto en el buscador para saber algo de ella. He comprobado que es de uso frecuente, pero también que no suelo leer a quienes la usan, y eso ya viene a explicar por qué no la conocía.
Aunque no he profundizado en el asunto, porque la cerveza que tenía entre manos me merecía más interés, me he quedado con la impresión de que formo parte de la citada ‘cancurdia’. Yo la pongo entrecomillada.
Y el motivo por el que creo que estoy incluido en ese club es que no siento ninguna admiración por Otegui. Sino que este individuo me da pena, y me la da porque está absolutamente volcado en el mal y se ríe de quienes se esfuerzan por hacer el bien y los amenaza y exige la impunidad. Es obvio que los adoradores de la impunidad son malas personas. No hace falta esforzarse mucho para comprender esto.
Se entiende fácilmente que si no estoy de acuerdo con Otegui, ni lo estaré mientras no se convierta en una buena persona, y eso parece imposible, tampoco lo estoy con sus compañeros etarras, ni con los simpatizantes de los etarras, ni con quienes comprenden a los etarras, ni con los que dicen que hay que pasar página. ¿Y los muertos, qué’? ¿Y los mutilados, qué? ¿Y los padres, hermanos y huérfanos, qué? ¿Y todas las consecuencias del terror, qué?
Es fácil deducir de lo anterior que tampoco puedo estar de acuerdo con Podemos, ese partido bolchevique tan parecido a Bildu. ¡Cielo Santo, la que nos espera!
Ni con los separatistas, esos seres miserables, egoístas, caprichosos y masoquistas. Están enfermos de odio y rencor a la excelencia.
Los españoles tenemos un presidente, de momento en funciones, Pedro Sánchez, que es muy posible que sea psicópata, pero aun así nos podemos dar con un canto en los dientes, porque los británicos tienen a un tal Boris.