jueves, 6 de agosto de 2015

Barcelona, en buenas manos

No cabe duda de que el actual ayuntamiento de Barcelona se preocupa por 'la gente'. La va 'empoderando'. Si ve paredes o rincones meados, instala urinarios en la zona.
Esos urinarios tan originales, en los que se sabe que la gente los usa sólo para mear, probablemente han sido diseñados y fabricados en Cataluña.
Se conoce que hay querencia a mear en los alrededores de donde fue fusilado Companys, y allí que suelen poner un mingitorio, hecho que desata la furia de los nacionalistas. Hay un vídeo titulado 'Así reacciona un catalanista cuando se le dice la verdad sobre Companys'. No se comprende que haya catalanes orgullosos de este señor, pero parece ser que así es.
El nacionalismo es una enfermedad. Los vascos, por ejemplo, tienen a Blas de Lezo, del que deberían estar orgullosísimos. Y también tienen, por hablar de tiempos más cercanos, a Miguel de Unamuno y a Pío Baroja. Pues prefieren adorar a un demente, como lo fue Sabino Arana. Un pobre diablo, cuya opinión más piadosa sobre él es precisamente esa: que estaba loco.
A los catalufos les da por edificar sus quimeras sobre el tal Companys, lo que viene a demostrar que no tienen a nadie mejor. A los que mean en la calle hay que ponerles una multa, incluso si mean en donde fue fusilado Companys.
A Ada Colau, que ganó en los barrios más ricos de Barcelona, o sea, que la votaron los de la çeba, le parece mejor ponerles urinarios, quizá diseñados y fabricados en Cataluña, repito.
En Cataluña tienen muchas figuras a las que admirar y venerar, pero a la gente quimérica le da por lo fantasmagórico, como el del asunto de Wifredo el Velloso, o el tal Companys, cuyos méritos quizá estén más cerca de los de Pujol.
Creo que han cambiado de sitio el urinario que, presuntamente, molestaba a Companys. Así que los catalufos ya pueden ir a mear en él tranquilamente.

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