Vicenç
Navarro es uno de los economistas que han elaborado el disparatado
programa económico de ese partido de índole totalitaria cuyos
componentes siempre tienen la palabra democracia en la boca, como los
chavistas.
Este
señor se dedica a denigrar a Javier Cercas en un artículo en el que
le trata de manipulador, simplemente porque las tesis que defiende no
son las de la extrema izquierda. Habla Navarro en el artículo de los
cadáveres sin localizar sin tener en cuenta que el gobierno de
Felipe González pudo y debió encargarse de esa tarea. Dispuso de
tres legislaturas para hacerlo.
Creo
que la teoría de Cercas sobre la responsabilidad del entonces Rey en
el golpe de Estado del 23-F, es la más lógica de todas las
posibles. Tengo mucha mejor opinión sobre Adolfo Suárez que Javier
Cercas. Y en cambio, sobre Felipe González la tengo mucho peor.
Si
los resultados de la Transición no fueron todo lo modélicos que
hubiéramos querido fue por la falta de hábitos democráticos de los
españoles, que es también lo que permite que ese partido de nuevo
cuño que acoge a Vicenç Navarro pueda pasar por demócrata.
Si
se hubiera establecido desde el principio la separación de poderes y
si se hubiera buscado desde el principio que todos los españoles
fueran iguales ante la ley, todo habría salido muy bien.
Fueron
los sectarismos, los prejuicios y la falta de convicciones
democráticas de la mayoría de los intervinientes de izquierdas y
derechas, sin olvidar las pillerías de algunos que se iban al
retrete par no votar según qué cosas, los que los que lo estropearon
todo. Por supuesto que la justicia es primordial. Una justicia igual
para todos. Si se hubiera hecho así, quizá se habría emprendido de
inmediato la búsqueda de esos cadáveres que reclama que Navarro,
del que es difícil pronosticar que se baje de su sectarismo alguna
vez.
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