Se sabe cómo empiezan las cosas, pero no
cómo acaban. El desafío del gobierno catalán, que lo ha hecho sin
tener en cuenta la voluntad de los catalanes y si se sigue escarbando
se ve claramente que los partidarios de la secesión eran muy pocos
en años anteriores y sólo la dejadez de los anteriores presidentes
de España ha permitido que siga creciendo, ha surgido como
consecuencia de una serie de disparates enormes y perjudica a todos,
pero principalmente a los catalanes.
Los nacionalistas no pueden presumir de
haber hecho nada bueno, porque no han hecho más que maldades y han
dado motivo a que se cometan otras. Todo el mundo entiende que si no
hubieran existido los partidos nacionalistas tampoco lo habría hecho
el terrorismo, en el caso de España, obviamente.
Todo el mundo espera que Mariano Rajoy
haga algo, pero quien sí habría hecho es Rosa Díez y no la
votaron, así que el deseo de que el gobierno tome la iniciativa
tampoco es tan grande. No se tuvo en cuenta para votar.
Por su parte, el presidente del gobierno
tiene una gran capacidad para quedarse quieto, pero antes de
criticarlo por eso hay que fijarse en el resto de los componentes de
la Casta, comenzando por el coletas y observar su afinidad con los
etarras. Rajoy no puede pretender de ningún modo que el coletas le
apoye, por muy beneficiosa que sea para los españoles la acción que
pretenda llevar a cabo. Luego está el guaperas, que ha retornado a
la Secretaría General del PSOE, cuyo ideario, según advirtió el
propio Alfonso Guerra, consiste en el odio al PP. Si el partido
socialista tuviera una actitud clara e inequívoca en este sentido,
Rajoy no tendría más remedio que actuar, pero no habría tenido
necesidad de hacerlo porque los secesionistas son sinvergüenzas pero
no tontos y no se habrían atrevido. Claro que si el PSOE tuviera una
actitud correcta en este caso habría sido Susana Díaz quien ganara
las primarias. Y queda Riverita, pero ya no hay espacio para él.
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978. El año en que España cambió de piel'
'Cantos al camino'
'Historias de la otra razón'
'Por qué España'
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