Cuando se elige como fiesta el
aniversario de lo que forzando la interpretación histórica de los
hechos se considera una derrota la intención con que se hace no
puede ser peor, porque se trata de fomentar el deseo de venganza.
Unos gobernantes decentes pensarían en
procurar el mejor porvenir a los ciudadanos que les pagan el sueldo y
si bien es cierto que éstos prometen el oro y el moro, ya se les ha
demostrado mil veces que eso es una engañifa, es mentira y la lógica
también lo proclama. Si se diera lo que dicen, a partir de ese
momento el resto de los españoles comprarían en otra parte lo que
ahora compran a los catalanes y éstos, a su vez, tendrían que
buscar mercados fuera de la Unión Europea. Las grandes empresas,
incluidos los bancos, se irían de Cataluña, para poder seguir
vendiendo sus productos en Europa.
Que haya tanta gente con los ojos
cerrados tiene su explicación en la gran cantidad de partidos
antisistema que hay en España y que se dedican a engañar, confundir
y tergiversar. Incluso hay alguno que está financiado por países
extranjeros y aquí se ve que a los legisladores se les ha ido la
mano con la permisividad.
Si a pesar de que se ha explicado tantas
veces con todo lujo de detalles que las pretensiones del gobierno
sedicioso no tienen base ni razón alguna y que resultan
perjudiciales para todos hay gente que se apunta a esa locura no cabe
duda de que quienes lo hagan son caganers, porque todo lo que tiene
que ver con el independentismo es un insulto y un agravio al resto de
los españoles, sin los cuales Cataluña no habría logrado la
prosperidad de que disfruta. La gratitud es propia de los espíritus
elevados, esos caganers son otra cosa.
Podrán cantar eso de caganers unidos
jamás serán vencidos, pero eso es mentira, porque llega un momento
en que el tubo digestivo se queda vacío.
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