Tras la muerte por accidente de este
jugador de baloncesto ha trascendido que había dicho que le gustaría
morir joven y convertirse en leyenda.
Creo
que no vendría mal poner unas gotas de lógica sobre este asunto. El
muerto no se beneficia de lo que ocurre tras su muerte. Hay
profesiones o cometidos que facilitan más que otras qel
acceso a la fama,
pero eso no significa que quienes
las desempeñan sean
mejores. Los hay que han arriesgado sus vidas, y las han perdido, en
beneficio de la humanidad y han quedado en el anonimato.
Por otro lado, no sabemos lo que hay tras
la muerte, ni lo podemos saber. El cerebro humano es limitado y la
prueba es que todas aquellas preguntas que se hacían los sabios
griegos siguen sin respuesta. No obstante, muchas personas han
extraído sus conclusiones sobre lo que hay o deja de haber y viven
sus vidas en función de esas creencias suyas que dan como seguras.
No tienen en cuenta que podrían estar equivocados y sí que hubiera
otra vida y en ella tuvieran que rendir cuentas de sus actos en ésta.
Lo que antecede cobra sentido con los
comentarios de muchos que han venido a recordar que Rajoy salió
ileso de un accidente de helicóptero y han mostrado su decepción
por el hecho de que eso ocurriera en su caso y no en el de Bryant.
Con ello, lo que hacen es poner de manifiesto su inclinación hacia
el mal y su gusto por la impunidad.
También su estúpida falta de gratitud,
porque si bien Rajoy no ha mostrado ninguna predisposición a hacer
sacrificios, ni llevar a cabo gestos heroicos, como sí hizo Suárez,
al menos se ha comportado como un funcionario probo que hace bien su
trabajo, con lo cual frenó la catástrofe que provocó Zapatero y
redujo considerablemente las listas del paro. O sea, que en lugar de
pedir cuentas a quien echó a muchos al paro, desean la muerte de
quien los sacó de él.
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Tránsito en la mirada'
'Te doy mi palabra'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Tránsito en la mirada'
'Te doy mi palabra'
No hay comentarios:
Publicar un comentario