No
hay ningún motivo que justifique la prohibición del tenis. Los
jugadores están cada uno a un lado de la pista y los partidos se
juegan en espacios grandes y bien ventilados. Cabría limitar mucho
la afluencia de espectadores, de modo que los asistentes estuvieran
alejados entre sí. Pero los partidos se podrían ver por televisión
y servirían de entretenimiento para muchos. Incluso se podrían
permitir los partidos de dobles haciendo test, previamente a los
jugadores.
Dada
la naturaleza de este gobierno, resulta difícil imaginar que lo haya
hecho para incitar a la gente, sino que más bien es una excusa de la
que se ha servido, después de haber tardado un mes y medio en tomar
medidas, para tener a todos encerrados en casa. Hipotéticamente, la
finalidad del encierro es proteger nuestra salud, pero en la práctica
es un arresto domiciliario, en el que se somete a la población a un
bombardeo constante de propaganda televisiva, mientras se persigue y
se etiqueta como ultraderechista a toda persona que no comulgue con
las ruedas de molino de este gobierno, incompetente, malvado y
dictatorial. La manifiesta incompetencia gubernamental tiene un lado
bueno y un lado malo. El bueno es carece de capacidad para llevar a
cabo sus proyectos totalitarios hasta el final. El malo es que viene
costando muchas vidas.
El
arresto se lleva a cabo sin contemplaciones ni miramientos. A un
señor que iba a la panadería le dijo la policía que hay que ir
solo una vez a la semana. A otro que llevaba productos del
supermercado se le multó porque no eran productos imprescindibles.
No consta que hubieran puesto en peligro a nadie, porque si no se
acercan suficientemente a otra persona no se da dicha circunstancia.
El mero hecho de salir a la calle no contagia. Puede entenderse pues
que lo de proteger nuestra salud es la excusa para irnos
acostumbrando a la dictadura que pretenden imponernos.
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Tránsito en la mirada'
'Te doy mi palabra'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Tránsito en la mirada'
'Te doy mi palabra'
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