martes, 22 de octubre de 2024

Ayuso es tóxica

 

Pero lo es para uno que está loco de atar, concretamente el Felón. Es obsesivo, como lo prueba la saña con que persigue a la presidenta madrileña y a todo su entorno, utilizando todos los medios de que dispone el Estado.

Resuenan todavía aquellas palabras de Casado: «me ha llegado una información...». ¿De dónde le había llegado? Porque esa información confidencial, nunca debió hacerse pública. Y Casado tampoco la entendió, arremetió ciegamente contra ella. Y luego resultó que esa cantidad de la que hablaba incluía varias partidas, siendo la que le interesaba la quinta parte del total.

Caído Casado, por traidor, prepotente y bobo, el Felón intenta enfrentar a Feijóo con Ayuso, pero el primero es cauto y contesta de forma aguda (su jefa está en la Moncloa y la han echado del trabajo) y la segunda sabe perfectamente cuáles son sus límites y dónde empieza y acaba su libertad.

El caso es que siendo Sánchez un bellezón (ha llegado a la Moncloa por eso y no por otra cosa, puesto que no ha dado pruebas de tener ninguna virtud) resulta repulsivo a la mayoría de los españoles, hasta el punto de que Marlasca cierra las calles por las que ha de pasar.

Por ejemplo: Adolfo Suárez era extremadamente educado, no era rencoroso (hizo ministro a De la Cierva, a pesar de su artículo ¡Qué error, que inmenso error!) y era valiente.

Por otro lado, el Felón (con el que se ha querellado el novio de Ayuso y le reclama un buen dinero, pero ya sería mucha vergüenza para él, que en este caso si tendría, que resultara condenado, aunque la cantidad a pagar fuera simbólica), no se conforma con perseguir a Ayuso, sino que obliga a todos sus subordinados a que lo hagan también.

Total, que la experiencia muestra que todos los que se meten con Ayuso sin motivos para ello acaban muy perjudicados. Poco le queda a Sánchez, el Felón, pues.

Esos libros míos

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