martes, 6 de marzo de 2018

Pedro Sánchez envidia a Rajoy

Por si no tenía bastantes problemas el PSOE a causa de haberse dejado colonizar culturalmente por los nacionalistas, en los últimos tiempos se suceden en la Secretaría General de ese partido inutilidad tras inutilidad, con el breve paréntesis de Rubalcaba, que era otra cosa.
Baste recordar que fue durante ese paréntesis cuando se produjo la abdicación del anterior Rey, porque no se podía confiar en quien fuera a sucederle, y se ha demostrado posteriormente que esa presunción era muy acertada.
Está por ver que este señor se interese por los problemas de España, su única obsesión es ocupar el puesto de Rajoy al precio que sea. Si ocupara su lugar, el de Rajoy, el mismísimo Winston Churchill diría lo mismo de él y le atacaría con la misma saña.
Si realmente le preocuparan el bienestar de los españoles y la justicia, trataría de evitar el chantaje de los nacionalistas vascos apoyando los presupuestos. Pero no, aquéllos quieren aprovecharse de la necesidad del gobierno para lograr ventajas con respecto a los demás españoles y Pedro Sánchez, en lugar de salir al paso de semejante injusticia, pretende sacar partido también. Luego, impone un presumido eslogan a su partido: «Somos la izquierda». Pues si ser de izquierdas significa odiar a las derechas estamos apañados. O sea, que pretende gobernar a favor de media España y en contra de la otra media. Hay que tener el estómago de estraza para tragarse eso. Otros socialistas dijeron que gobernaban para todos los españoles, les votaran o no, aunque a veces no fuera verdad, pero no reconocían de forma tan palmaria su sectarismo.
Hoy en día, la única esperanza de que el PSOE no desaparezca la constituye Susana Díaz. Es como un oasis en medio de este PSOE que en muchos puntos es PNOE, con la ene de nacionalista, y en otros de los puntos la ese es de sectario. Pero mientras tenga a ese figurón al frente el pronóstico para el partido es malo.


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