¿La Fiscalía de quién depende?

 

Tenemos un presidente -espero que por poco tiempo más- que él mismo se encarga de desmentir a quienes le atribuyen talento.

He aquí una de las muestras: ¿La Fiscalía de quién depende? ¿De quién depende? Pero es que luego se ha de notar que depende de él, que todo el mundo sepa quién manda aquí. De modo que se puede pensar que si el fiscal general no dimite, a pesar de que está absolutamente quemado, es porque el Felón no quiere. Si lo hiciera sentaría un precedente que lo dejaría en mal lugar.

Hay que reconocerle algo al presidente y es el arte para encontrar a los peores y luego empeorarlos todavía más. Y ahí están unos cuantos mamarrachos del gobierno defendiendo al fiscal e insultando a Ayuso, ambas cosas para recibir una sonrisa del jefe que los manda, o al menos saberlo satisfecho.

El caso es que no escarmientan. Quienes se enfrentan a la presidenta de Madrid, o juegan sucio con ella, van cayendo. Eso es inevitable, como demuestra la historia. El último en hincar la rodilla ha sido este fiscal. Ha intentado perjudicarla a través de su novio, por unos hechos cuya solución será la acostumbrada para estos casos, y que se dieron cuando ni siquiera conocía a Ayuso. Quizá si no lo hubiera conocido no lo habrían investigado.

Una cosa que el Felón no soporta bien es no tener a todos los jueces bajo control, y por ahí se le va yendo la vida, porque cuando ya no sea nadie no tendrá vida. No seré cruel y no abundaré en este punto.

Añadiré otra cuestión. Hasta ahora, los que se han ido metiendo con Ayuso han ido cayendo uno a uno, como si fuera un goteo de miserables, pero se vislumbra que los siguientes van a caer en bloque, unos encima de otros, rompiéndose las costillas entre sí. Entre ellos sí que es presumible que haya crueldad.

Esos libros míos