Tal como está concebido no es más que una herramienta al servicio del gobierno. El primero que la utilizó fue Felipe González, que se reunió a cenar con el presidente, que a continuación hizo lo que se le había pedido, y enseguida dimitió y regresó a Venezuela, en donde estaba exiliado, a morir de pena. El PSOE siempre ha sido una banda, pero en la izquierda había mucha gente honrada que creía que el partido era otra cosa.
El infame Zapatero, que quizá vaya algún día a la cárcel, también utilizó el Constitucional en se beneficio y en contra de los españoles decentes. Ahí tenemos a Otegui presumiendo de sus maldades, a su partido, Bildu, y a toda esa gentuza que odia a España, que quiere hundir a España, y que cobra de España. Pero no solo es Bildu. Hay una lista de partidos cuyos integrantes procuran perjudicar a España en la medida de sus posibilidades, mientras al mismo tiempo intentan sacarle todo lo que pueden, dinero, privilegios, competencias… La Constitución que diseñó Felipe González por medio de Gregorio Peces-Barba y Jorge de Esteban tiene un sinfín de trampas que favorecen al PSOE, pero ninguno de quienes la diseñaron previeron (preveyeron, diría Sánchez) que un narcisista sin remedio llegaría a la presidencia del gobierno. Va a costar mucho sacarlo, porque aunque ya son varios los que le han puesto la escoba al revés, él no se va.
Faltaba, por otro lado, un Pumpido en la presidencia del TC. El primer presidente tuvo la decencia de dimitir e irse a morir de pena, cosa que a Felipe González le trajo sin cuidado. Pumpido no está solo. Los ‘progresistas’ le obedecen sin más. Pascual Sala y sus mariachis también hicieron una destroza grande, como se ha dicho anteriormente. No es consciente de haber hecho ningún mal. Pumpido los sobrepasa a todos y disfruta causando destrozo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario