Dice que está muy enamorado de ella, sin ninguna necesidad, porque nadie se lo había preguntado, pero luego es tan melón que hace que esté en boca de todos y que las sospechas sobre sus actividades vayan creciendo.
Primero, los ridículos cinco días que pretendiendo parecer de cabreo resultaron ser de lloriqueo, mediante los cuales la puso en boca de todo el mundo. Luego, con las acusaciones a los medios que publican noticias sobre el caso y por su nerviosismo por las actividades del juez que investiga el caso, lo cual da pie a que se hagan cábalas más que sustanciosas. ¿A qué viene tanto miedo?
A todo esto, el PSOE parece una piña, pero de pronto Lambán y Page, se fotografían con Felipe González, que, como otros socialistas que también están fuera de la política, que la deriva que lleva el partido es insostenible.
Algunos embobados insisten en considerar que Sánchez es listo, sin duda porque rinden culto al poder y no se enteran. Va encadenando disparates, uno a continuación del otro, casi sin dar tiempo a asimilar ninguno y si se sostiene es porque los bellacos lo necesitan.
Felipe González se ríe de la falta de agudeza de Zapatero, al que culpa de que, por su necedad, haya accedido a la presidencia del gobierno el botarate actual, el marido de Begoña, a la que ha hecho famosa en el mundo entero. Y ya veremos lo que pasa.
Al hablar así de Zapatero, sin proponérselo, también ha ridiculizado a los zapateristas de la primera legislatura y a los de la zeja.
Sánchez es felicitado y aplaudido por Otegui, Chapote aprovecha para decir que se pone en huelga de hambre, Hamás también está muy contento con él e incluso también Irán. Se supone que también Cuba, Venezuela, Corea del Norte y Rusia.
Sánchez eso le dé votos, lo mismo que sus ataques a Milei. Se ha metido en la boca del lobo y si sale será de chiripa. Como siempre.
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