domingo, 9 de marzo de 2025

Saber dónde hay que estar

Digo esto porque he sabido que el patán que vive ahora en la Casa Blanca quiso dar lecciones a Felipe VI sobre algo que, por lógica, éste entiende mucho mejor. No creo que Carlos III le hubiera aguantado algo parecido, y con eso no quiero decir, ni mucho menos, que sea mejor, sino que en el Reino Unido se respeta y se obliga a respetar el protocolo.

El Rey de España ha ido rápidamente a ponerse de parte de Zelenski y de Ucrania, precisamente porque sabe darse cuenta de las cosas y valorarlas adecuadamente. Hay otro patán, tan patán y maleducado como el primero, que también se ha puesto de parte de Zelenski, pero este es por motivos estratégicos. Ya nadie, de ninguna parte, se fía de él.

Felipe VI también ha venido a Valencia varias veces, tras la dana, al contrario que el patán maleducado, que no se atreve a acercarse, porque además es cobarde.

Hemos tenido mucha suerte con este Rey, supongo que le ha salido a la madre, muy contenida y formal, en contraposición al padre, tan disparatado, espontáneo, egoísta e imprudente. También es cierto que además simpático y con don de gentes, pero no creo que hubiera sabido resolver ninguno de los problemas a los que se ha enfrentado su hijo con éxito. Y ese es el caso, el Rey vive una situación muy complicada, en gran medida por culpa del padre y por otro lado de las lagunas de la Constitución, lo cual le obliga a medir cada uno de los pasos que da.

En el otro lado, tenemos al patán de la Casa Blanca que, teniéndolo todo a favor, es capaz de echarlo todo a rodar, precisamente por esa arrogancia suya, fruto de la incultura, la incapacidad y la soberbia, que van camino de organizar un caos que dará pie a demostrar que la Constitución estadounidense sí que tiene resortes para quitar de en medio a un impostor.

Esos libros míos



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