No ha demostrado tener ningún respeto por las leyes, ni tampoco que sepa reconocer los méritos ajenos. Digamos que Trump es un negociante que ha ganado mucho dinero y podemos sospechar que en su camino hacia el ‘éxito’ ha atropellado a unos cuantos. Su modo de comportarse induce a pensar en ello.
Zelenski es un héroe que, como todos, se ha visto obligado a asumir esta condición tan llena de riesgos. Se ha visto ahora cuando el mandatario estadounidense, en lugar de rendirle vasallaje por los méritos contraídos, lo ha insultado gravemente, a la vista de todos, porque el acto ha sido televisado, por lo que sus compatriotas deben de haber sentido una vergüenza que en ningún caso tenían prevista. Eso de invitar a Zelenski para conminarlo a que se rinda, a voces e insultos es una mentecatez bochornosa. ¡Qué ridículo para Estados Unidos!
También Trump ha pasado por encima de Navalny, otro héroe que merece todo tipo de respetos y consideración. Su gesto, que le costó la vida, es muy difícil de llevar a cabo. No es probable que el catire, así le llaman en Venezuela, hubiera sido capaz de hacer lo mismo. Motivo por el que no lo respeta.
Putin es un criminal muy peligroso. Es un dictador nato, un energúmeno sin escrúpulos, como Maduro. No le tiembla el pulso para matar a nadie y si lograra sus propósitos en Ucrania no se pararía ahí. Proseguiría en su afán de conquista. Arrollaría a otras naciones limítrofes, porque su anhelo es destrozar. Con la cantidad de años que lleva al frente de Rusia y no ha conseguido ninguna mejora en ninguno de los campos. Los rusos cada vez viven peor y las mafias campan a sus anchas. De hecho, el gobierno está compuesto por una alianza de mafias y Putin forma parte de una de ellas. Por supuesto que esa alianza no es de caballeros, sino de sucios intereses.
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