Algún día habrá que tomar medidas para
que los patanes no puedan acceder a la política. Cuando Colau
accedió a la alcaldía de la segunda ciudad de España dijo que sólo
acataría las leyes que le parecieran justas. ¡Qué vergüenza para
los barceloneses! Y eso a pesar de que la locura ha infectado a
bastantes de ellos.
Ahora llega Rufián y le dice a Rajoy que
el único que tiene potestad para convocar elecciones en Cataluña es
Puigdemont. Este señor, por nombrarlo de alguna manera, no tiene ni
idea de lo que dice. El ahora prófugo era el representante del
Estado en Cataluña y lo traicionó. Por eso ha huido cobardemente.
Para poder dedicarse a la política
habría que pasar previamente un reconocimiento psiquiátrico que
descartase cualquier anomalía que pudiera impedir o dificultar el
normal desarrollo de sus funciones, como se sospecha que es el caso
de bastantes de los diputados. Y también deberían someterse
previamente los aspirantes a un examen de cultura general y de
conocimiento de las leyes. Parece probable que en estas condiciones
Rufián tendría que haberse buscado otro modo de ganarse la vida. Si
a las pruebas anteriores hubiera que añadir la de saber guardar la
compostura, queda claro que este señor no estaría molestando u
ofendiendo continuamente a los ciudadanos normales.
Rufián se va a presentar a unas
elecciones que considera ilegítimas, con lo cual demuestra que no le
importa contradecirse, porque lo suyo es la mala educación y la cara
dura.
Recibió la respuesta que merece, pero
eso a él no le afecta ni le preocupa. Otra cosa sería si tuviera
vergüenza. Le han contestado lo que cualquiera que tenga dos dedos
de frente ya sabe, que quien gane las elecciones tendrá que ceñirse
a la ley, porque si no lo hace ya sabe cuáles son las consecuencias.
Cualquiera sabe también que los de ERC
no van a renunciar a los sueldos y las subvenciones que reparte su
odiada España.
'2016.Año bisiesto'
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'La gran trampa'
'El séptimo círculo del infierno'
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'La gran trampa'
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