Este tipo es como una pesada losa atada al cuello del PSOE, que no atina a darse cuenta de los riesgos que corre. Quizá sea un acto de justicia poética, dado que este partido nunca ha jugado limpio con los españoles, sino que ha hecho creer que sus objetivos estaban en consonancia con las ilusiones de sus votantes honrados.
Con Sánchez, el Felón, el sombrajo se ha caído y ha dejado al descubierto todas las miserias que estaban latentes desde el primer día. Este Secretario General del PSOE siempre está dispuesto a utilizar en beneficio propio, sin que le importen las consecuencias que tenga en los demás, cualquier cosa que ocurra en el mundo en la que pueda tener participación. Ocurrió en la pandemia, en la que hubo decenas de miles de muertos por culpa suya, y presumió de de haber salvado a cuatrocientos mil, y ha ocurrido con el temporal, que siendo responsabilidad suya, o de Marlasca, tomar el mando de las operaciones y dictar medidas, ha hecho dejación de ella para culpar luego a Mazón. Todos los miserables troles de la izquierda le están pidiendo que dimita.
El Felón ha utilizado la catástrofe para que no se hable del fiscal general, apoderarse de la televisión y subir impuestos. No le importa que haya decenas de muertos y muchos daños materiales. Ha rechazado la ayuda francesa y apenas manda ayuda militar. Su objetivo es claro, dejar solo a Mazón para desgastarlo. Los socialistas valencianos que opten por ayudar a los damnificados lo harán de forma anónima y procurando que no se entere él.
Sabe que sus socios no lo van a dejar caer. Mientras pueda pagarles algo no. Todos son de la misma calaña y ese es otro de los fallos del sistema. Nunca debió permitir partidos dañinos. Al Felón lo pueden hacer caer los socialistas, que seguramente se hundirán con él, los jueces o Ayuso.
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