Estos especímenes comunistas son especialmente grotescos, además de perversos e incompetentes. Los llamo «las belarras», a todos, hombres y mujeres. El único motivo por el que lo hago es que ese apellido se presta, porque todos son igual de inútiles, igual de ridículos.
Por el mismo motivo llamo «los rufianes» a todos los políticos de la extrema izquierda que no saben hacer la o ni con un canuto y se abrazan a Otegui. A los de derechas los llamaría «los pons», por González Pons, o «las cucas», por Cuca Gamarra.
Bien, el caso es que las belarras critican a Inditex por la peregrina razón de que ha dado 4 millones de euros para los damnificados por la gota fría. Los ha dado Inditex, no Podemos, que estos no dan más que disgustos. Y risa, según se mire. Pues las menguadas mentes de estos comunistas han llegado a la conclusión de que Inditex quiere lavar su imagen. O sea, Inditex, no Podemos. A pesar de que tengo la impresión de que en cualquier parte del mundo Inditex tiene mucho mejor cartel que Podemos. Que vayan las belarras a Corea del Norte, China o Rusia, a ver si las admiten. O a Cuba y Venezuela. Les pagan, si es que lo hacen, por hacer el mal en España, pero no los quieren allí.
Dicen que Inditex evade impuestos, pero no ponen la denuncia en el juzgado, porque no tienen ninguna prueba. Para conseguirla, si es que la hubiera, tendrían que trabajar, y eso sí que no. De modo que se conforman con lanzar la insidia. Van tantas ya… ¿Qué sería de Podemos sin las insidias?
Una apoyatura para su tesis sería la de que Inditex debería pagar el doble o triple de impuestos. Pero, ¿qué saben ellos de economía, o de cualquier cosa?
Otra cuestión es si las belarras evaden impuestos
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