Cuando se emplean adjetivos innecesarios
la opción de pensar que está hecho con mala intención es oportuna.
Y este es concretamente el caso. Llamar salvaje al capitalismo es lo
mismo que aplicarle el apelativo a una sandía. O a una caja de
cartón.
Salvajes pueden ser las personas. Ahora
mismo y desde hace algún tiempo hay una parejita, acostumbrada
recetar escraches para otros, que tiene a unos guardias civiles, en
condiciones penosas, vigilando su chalet. O sea, que todo es salvaje.
Empezando por las continuas críticas a Amancio Ortega, un señor con
un talento innegable, que ha sabido abrirse camino en un campo en el
que hay mucha competencia. Ojalá hubiera más personas como Amancio
Ortega en España y ninguna como Iglesias, cuya única aportación a
la vida nacional es la siembra de odio.
Lo de ordenar escraches, o incitar a que
se hagan y, por supuesto el hacerlos, es una salvajada criminal,
indigna de seres humanos. Eso de poner a una señora en la diana por
querer disponer de una vivienda de su propiedad es un gesto
genuinamente malvado y sin relación alguna con la democracia. Tratar
de imponerse al prójimo por la fuerza bruta, como hacen ellos y sus
amigos del ilegítimo gobierno venezolano es salvaje.
Salvaje es tener a unos guardias civiles,
trabajadores abnegados que por un sueldo mínimo arriesgan sus vidas
por defender las de los demás, vigilando su chalet en condiciones
precarias, y a los que a lo mejor ni quisiera saludan al entrar y
salir de su mansión. Y, encima, luego darle abrazos a Otegui y a los
camaradas de Otegui, a pesar de que ETA ha matado a tantos guardias
civiles, y también a muchos españoles.
Salvaje es estar destruyendo tantos
puestos de trabajo, que tardarán mucho en recuperarse, en el caso de
que se recuperen.
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Tránsito en la mirada'
'Te doy mi palabra'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Tránsito en la mirada'
'Te doy mi palabra'
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