Los rebuznos se han oído a varios
kilómetros de distancia. Que si el expresidente no ha obedecido la
orden, como el resto de los españoles sumisos y sometidos, que si ha
puesto en peligro la salud de los demás…
La
realidad es que no consta que haya puesto en peligro la salud de
nadie, puesto que no ha salido acompañado, ni se ha acercado a
nadie, ni tampoco hay contagiados en su casa. En
cambio, lo de la Moncloa… ¿Sabe Sánchez proteger la salud de sus
familiares y la de los funcionarios que trabajan en palacio? Todo el
esfuerzo que hizo Rajoy para recuperar la economía del mal estado en
que la dejó Zapatero, lo echó a perder Sánchez en un mes. Y
ahora llega el virus chino, para remarcar aún más su incompetencia.
Para
disimular, dicen que Rajoy ha salido a la calle, como antes lo
quisieron masacrar por un perro. Esta
vez, las muertes son humanas, se cuentan por millares, y a muchos los
han dejado morir en condiciones indignas, a pesar de que se llenan la
boca con la muerte digna. Puede
decirse tranquilamente que a ninguno de los componentes de este
gobierno le pesan las muertes en su conciencia, lo que les interesa a
algunos es seguir en sus poltronas y a otros aprovechar la ocasión,
que la pintan calva, digo con coletas…
Mientras
tanto, a la titular del ministerio que le dicen de la Igualdad, pero
realmente es de la Jocosidad, le
ha salido positivo de nuevo el test del virus chino, pero eso no se
lo cree nadie y
se piensa que hay gato encerrado. Y
digo yo que no necesariamente ha de ser un gato, puede ser una
liebre, una cierva, o una cacatúa. Lo
de monomarental durará mucho tiempo, pero no solo es eso, es mucho
más, y todo da la misma risa, si no diera tanto miedo.
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