Reunidos en un caserío los tres pactaron la moción de censura, tan llena de bonitas palabras y de bellas panorámicas para el futuro. Naturalmente que era imposible imaginar algo hermoso viendo las leyendas que se apuntaron al hecho.
Al Felón le gusta reírse de todo el mundo y se le nota cuando lo hace. Cuando moción se empezó a reír de todos, y se le notaba que se estaba riendo de nosotros. Es una pena que la Constitución haya llegado hasta aquí con esos fallos clamorosos en su interior. Y es que además de los errores que contiene permite que haya un Tribunal Constitucional que en manos-de los socialistas ha traído auténticos cadáveres a la política. Todos esos cadáveres vienen sosteniendo al infame gobierno actual, y como es bien sabido por todos por nada del mundo lo van a dejar caer.
Por su parte, Ábalos estuvo tratando de sinvergüenzas a los demás, asegurando que él iba a regenerar la política, cuando ya llevaba parte del trabajo hecho y tenía proyectados muchos numerarios con escorts, en centros y sedes gubernamentales. No perdió tiempo en organizar sus tareas.
El Felón recorrió España con ellos. Luego dice que no se enteraba de nada, pero alguien apunta cómo se financiaban los viajes. La cosa tenía su guasa. Se reían, se contaban chistes, hacían planes, todos propios para conventos de monjas. No hay más que verlos: Koldo, Cerdán, Sánchez, Ábalos. Después de haber recorrido tantos kilómetros y visitado tantas bases, llegó la hora de la verdad. Felipe González apoyaba a Susana Díaz y como consecuencia Josep Borrell avaló la candidatura de Sánchez. Parecía claro que ganaría Susana Díaz, pero el resultado fue totalmente contrario. A partir de entonces Sánchez hace y deshace a su antojo. Si tiene algo claro en la vida es que no lo podemos echar. De cualquier modo, todo va saliendo a la luz.