Lo juzgaron por unos trajes, pero el inmenso daño que hizo no tiene nada que ver con la ropa. Cuestión distinta es que sea tonto, que sin duda lo es. No se ha enterado de que por su culpa, y también por la de MAFO, nos quedamos sin las entidades financieras valencianas. Pero es que también por su culpa el catalanismo, tan autodestructivo, se ha colado por todos los rincones. Incrustó a la nefasta e innecesaria Academia Valenciana de la Lengua en un nuevo Estatuto que nadie pedía. Todavía no se ha enterado de que es molesta e inútil. Los que quieran saber la doctrina catalana tienen el IEC.
Pues este tío, en su condición de tonto oficial, aunque nadie se lo haya dicho, se cree la reina del Chantecler, ha venido a plantear un problema a su partido Eso pasa porque la política española no es seria. El propio Feijóo, individuo de colmillo afilado -se nota en lo tiesos que los tiene a todos-, también está rodeado de idiotas de un calibre más o menos próximo al de Camps. Si el PP fuera un partido serio y no una maquinaria de poder hecha a imitación del PSOE, pero sin lo fundamental, que es la colonización de las instituciones y el control de los sindicatos y los ‘intelectuales’. He puesto esta última palabra entre comillas, porque cada cual tiene su definición, que suele ser la que interesa a quien define. Es alguien cuya herramienta de trabajo es el intelecto y siempre está en contra del poder. La mayoría de los que hay en España son orgánicos.
Pues estoy deseando que caiga Mazón y viene este. Prefiero a Mazón, que es inepto y cobarde, puesto a dedo por Casado, y que en la riada se comportó como un necio que se dejó tomar el pelo por un sinvergüenza profesional, pero entre uno y otro no tengo dudas.