viernes, 31 de julio de 2009

Los vascos, hoy

En el día de hoy, El Correo publica tres cartas de tres ciudadanos vascos, Fernando Cuesta Garrido, José Rivas Amorrortu y Ángel Santamaría Castro, en las que sin ambages ni medias tintas critican todo lo que tiene que ver con ETA. Si se tiene en cuenta el artículo de Iñaki Arteta, titulado ‘El miedo, bajo la cama’, que también hoy ha publicado el diario El Mundo, se puede valorar la importancia de cartas como las citadas.
Son ciudadanos que no se dejan amedrentar por discursos tronantes, ni tampoco envolver por argumentaciones circulares basadas en medias verdades, mentiras absolutas, tergiversaciones históricas, ni tampoco comulgan con ideologías que sirven de pretexto a los asesinos.
Pero aparte de esas cartas, que dado su lugar de procedencia cabe entender como actos de valor, al constituir un claro desafío a la bestia que emponzoña a toda la sociedad vasca, cabe fijarse sobre todo en los ignominiosos homenajes a los etarras; en todos los cartelones con los rostros de los presos, que lo son por asesinos; en las humillaciones que han de padecer las víctimas de los terroristas, algunos de los cuales se han visto obligados a abandonar el País Vasco y otras han de ver las caras de los asesinos a diario.
O sea, que hay un número de vascos a los que hay que catalogar como heroicos y hay otro número de ellos suficientemente elevado como para permitir que todos estos actos indignos tengan lugar, vascos con más miedo que vergüenza. Una aspiración que para llevarse a cabo precisa de tergiversaciones, de mentiras, de promover el odio, de separar entre nosotros y ellos, de asesinar al fin, es una aspiración maldita.
Para que las cosas hayan llegado a estos extremos en el País Vasco ha tenido que haber mucha dejadez por parte de las autoridades locales y también mucho miedo por parte de las nacionales. Las medidas que se adoptan ahora, que parecen enérgicas y en realidad son tímidas debieron regir desde el primer día.

jueves, 30 de julio de 2009

Casa de Juntas de Gernika

En la edición de hoy del diario El Correo hay una carta al director de un ciudadano de Bilbao, llamado Ángel Argüelles López de Maturana. Dicha carta, que merece ser leída y además es muy breve, termina diciendo que cualquier guardia civil es más digno de entrar en la Casa de Juntas de Gernika que quienes se echan al monte envueltos en una bandera. Cabría añadir que no sólo es más digno que esos, sino también que quienes dicen que no son de ETA, pero tampoco de los otros, y que quienes siguen jugando la partida de cartas. Y a ese determinado grupo de personas habría que añadir bastantes más, concretamente a quienes en menor o menor medida hacen posible la existencia de ETA.
La prioridad de cualquier ciudadano vasco debería ser la de acabar con la maldita banda. Y todos los que no piensan colaboran con los asesinos. Situarse en la grada, como espectador, para ver si las fuerzas de seguridad pueden con la banda o no, es un acto criminal. Es lo mismo que ver a alguien ahogándose y no echarle una cuerda. La lucha contra la banda requiere del esfuerzo de todos. Y quienes no colaboren no son dignos de entrar en la Casa de Juntas de Gernika, aunque lo hagan todos los días.
Por otro lado, el hecho de que se hayan producido dos atentados contra la Guardia Civil en 24 horas induce a sospechar que las medidas de seguridad con las que se desenvuelve este Cuerpo no son muy buenas. Si a sus componentes les resultara fácil encontrar otro trabajo, a lo mejor no quedaría ninguno. Un obispo puede mostrarse equidistante y con ello salvar la piel. Un guardia civil no puede ser equidistante, ha de perseguir el delito y eso entraña un riesgo. ¿Qué puede contar Rubalcaba?

'Un viaje gastronómico por España'

miércoles, 29 de julio de 2009

Por lealtad al partido

Presumía Luis Bárcenas de que a una temprana edad ya había ganado mucho dinero, pretendiendo que tal detalle sirviera como prueba de su inteligencia o habilidad. Pero esa inteligencia o habilidad no ha salido a relucir durante el tiempo en que el caso Gürtel está en los medios. Y para rematar la faena ha dicho que dimite por lealtad al partido y a Rajoy.
No debe lealtad a los ciudadanos, entonces, que son quienes realmente la pagan el sueldo. La inteligencia le habrá servido para ganar mucho dinero. No soy yo quien tiene que decir si lo ha hecho de forma legal o ilegal. Para lo que no le ha servido la inteligencia es para darse cuenta de la lealtad y la fidelidad se las debe a sus convicciones personales y son éstas las que le han de impedir que traicione al partido, a Rajoy y a los ciudadanos en general.
Cuando proclama su lealtad al partido y a Rajoy se entiende claramente que eso se debe a que le han nombrado para el cargo y lo mantienen en él. O sea que es una lealtad interesada y que en el momento en que no sea rentable, se termina. Así puede interpretarse que no le haya importado estar dañando a Rajoy y al partido al negarse a dimitir durante tanto tiempo. Lo ha hecho cuando ya no quedaba otra salida y el mal ya está hecho. Tampoco ha dimitido del todo, no lo ha hecho como senador, y pretende volver al cargo que ha abandonado. Es posible, incluso que se lo concedan, en esta dictadura de los partidos que padecemos cualquier disparate es posible. Un político debe estar preparado para abandonar el cargo en cuanto pasa a ser una carga para el partido, en cuyo caso también es una carga para los ciudadanos.

martes, 28 de julio de 2009

La encuesta

Según la última encuesta del CIS, el PP está por delante del PSOE en intención de voto. Pero no se espera que en el caso de que el PP alcance el poder haga maravillas. No se puede decir que levante entusiasmos. Probablemente, la culpa de ello, más que los propios políticos del PP, la tiene el sistema que sufrimos.
Teóricamente, los partidos políticos deberían ser semilleros de ideas, pero en realidad son centros de poder. Y Rajoy no tiene todo el poder en el PP y no teniéndola no se puede saber si es capaz de hacer una oposición como es menester. El gobierno de Zapatero, si se hace abstracción de algunos aciertos concretos, ha sido catastrófico desde el principio y si hubiera tenido una oposición digna de ese nombre no hubiera podido terminar la primera legislatura.
Rajoy no es alguien capaz de dar un puñetazo en la mesa y explicar en su partido que en esas condiciones no sigue. Más bien, parece alguien que gusta jugar sus cartas con cautela, sin correr excesivos riesgos. Pero esa actitud también puede indicar que puesto a elegir entre la justicia y el poder, quizá optaría por lo segundo.
A estas alturas ya todo el mundo sabe que Zapatero es incapaz de rectificar, porque nunca reconoce que se ha equivocado. Ahora bien, si la encuestas dicen que alguna de sus medidas no ha gustado a la población, o le ha llevado por mal derrotero, como cuando se quedó sentado al paso de la bandera estadounidense, por ejemplo, trata de solucionarlo como puede y luego alega que se supo interpretar su gesto, como si ese gesto admitiera alguna interpretación. La otra salida que emplea a veces Zapatero es la de hacer creer que las cosas son de otro modo, como ahora que trata de presentar a la CEOE como culpable de sus errores. De los de él. Pero a pesar de que se conocen sus dotes de trilero, siempre que hay un debate sorprende a Rajoy. Resulta difícil de entender que no haya previsto las trampas que se le iban a hacer. Es lógico que no se esperen milagros.

lunes, 27 de julio de 2009

Borrell, el varón domado

Pero domado por el partido. Ha escrito un artículo en Estrella Digital, titulado “El problema está en los bancos”, en el que carga estúpidamente contra la patronal, por no haberle proporcionado a Zapatero la coartada que le exigía. No me cabe ninguna duda de que la patronal ha dado más de un motivo para ser criticada. Pero resulta ridículo hacerlo en esta ocasión en la que debería haber comenzado por negarse a acudir a la Moncloa. A esa reunión deberían haber sido convocados los partidos políticos.
Borrell, sumisamente, da por buenas las tesis que interesan a la Moncloa, para disimular el rotundo fracaso gubernamental tras la supuesta cerrazón de la patronal. Con el mismo espíritu, se hace el tonto en lo que a los comienzos de la crisis se refiere, pasa por alto que cuando una gran cantidad de españoles ya habían caído en la ruina, Zapatero y sus obedientes ministros aún la negaban, por motivos electorales. Por esos mismos motivos electorales, Zapatero y sus ministros, en lugar de convocar a todos los demás partidos, para enfrentar la crisis entre todos, ha optado por endeudar a nuestros nietos.
A Borrell, en definitiva, tampoco le parece mal que Zapatero haya comprado, con el citado dinero de nuestros nietos, los votos de ERC. Es decir, Borrell no tiene una voz libre como Leguina. Por algo será.
Y cuando llega la hora de criticar a los bancos, según reza el título, se sale de España, para situarse en el más elevado plano europeo. Cuanto más lejos está el toro, más difícil es que le pille a uno. Pero los bancos y las cajas de España concedieron hipotecas a diestro y siniestro, sin que al Banco de España le pareciera mal. La burbuja inmobiliaria española no debería haberse producido. El gobierno no se dio cuenta en su momento y no actúa ahora como debe. A pagarlo, los pobres. Pero Borrell sabe quedar bien con Zapatero. Aquella caída de la balsa suya, años atrás, en el río de su pueblo, un accidente. Sabe mantenerse a flote.

domingo, 26 de julio de 2009

La culpa no es de la CEOE

Según Vila-Matas, fuera del escenario no hay nada. Al menos, en lo que a la política se refiere sí que da la impresión de que está en lo cierto. Por ejemplo, para Zapatero todo consiste en “parecer”. Parecer demócrata, parecer dialogante, parecer respetuoso con las opiniones ajenas.
Lo cierto es que en estos tiempos que corren, se echa de menos a Adolfo Suárez. Bien claro que lo dice Ramón Tamames en su libro “
Para salir de la crisis global”, en el que demuestra que es necesario un pacto de Estado, similar a los “Pactos de la Moncloa”. Pero eso está lejos de las posibilidades del actual presidente del gobierno. A él no le interesa España ni la suerte de los españoles. Para ello tiene que parecer que le preocupa la crisis, pero no pudiendo pactar con nadie, puesto que ya tiene tomada la decisión de antemano, y los demás partidos no van a aceptar esas medidas que piensa tomar, convoca a la CEOE, dice que a dialogar. Para que el “diálogo” sea posible tiene que haber igualdad de condiciones. No existe en este caso, puesto que Zapatero tiene todos los ases en la manga. Independientemente de cuál sea la actitud de la CEOE, Zapatero piensa tomar las mismas medidas. Siempre gana. Si la CEOE cede, resulta que la organización empresarial ha comprendido la bondad de las medidas presidenciales. Si no cede, la culpa la tiene la CEOE, que se niega al diálogo social. Esto le proporciona, además, otra ventaja: puede culpar al PP de la actitud de la CEOE.
Y de este modo, lo que en principio era un sonoro fracaso de Zapatero, dado que con su carácter dictatorial es imposible que pacte con nadie, acaba siendo deslealtad de la CEOE, deslealtad del PP. Los auténticos perdedores, los españoles, sumidos en una crisis de la que no es posible salir mientras dure este estado de cosas.

sábado, 25 de julio de 2009

No soy un santo

Las cárceles están repletas de personas cuyo comportamiento, atendiendo a criterios éticos, es mejor que el de Berlusconi. Lo cierto es que cualquier nimiedad puede bastar para hundir para siempre a un pobre. No es necesario que cometa ninguna ilegalidad, puede ser suficiente que lo decrete un poderoso. Las cosas son diferentes para quienes ostentan algún tipo de poder. Se excusan con cualquier tontería y ello puede ser suficiente.
Berlusconi ha dicho que no es un santo. Quizá piensa con eso que ha creado una línea divisoria y ha quedado al mismo nivel que todos. Por lo menos de todos los que no son santos. Pero no debe hacerse ilusiones. Dado que al citar la santidad, se ha referido a la Iglesia Católica, habría que considerar si puede haber dejado de cometer alguno de los pecados tiene especificados. Claro que él dirá que no ha robado ni matado. Es probable que no lo haya hecho en sentido estricto. Y quizá tampoco metafóricamente. No conviene indagar en este sentido, porque de todos modos el personaje es poco edificante.
Teniendo en cuenta que es el presidente de Italia y que ha salido a relucir el pecado y la Iglesia, cabría preguntarse por la actitud de los obispos ante Berlusconi. ¿Cómo es que no llevan años afeándole la conducta? Puede darse el caso de que un cura de una parroquia niegue el bautizo a un recién nacido y puede darse el caso también de que el Papa o los cardenales reciban a Berlusconi. O a otros de su catadura. La sociedad, en general, tampoco sale muy bien parada por el hecho de que estos personajes logren tan alto reconocimiento social. Contradecir a los poderosos, aunque haya motivos sobrados para ello, suele ser peligroso, pero si no se hace ellos van comiendo terreno y el problema cada vez se hace más grande.

viernes, 24 de julio de 2009

Culla y la ‘bóveda catalana’

En el diario Las Provincias de hoy, aparece un artículo de Joan Ignaci Culla, en el que explica la realidad de la ‘bóveda catalana’. Está escrito en valenciano, pero no en el está imponiendo la innecesaria Academia Valenciana de la Lengua. Estas cosas a las que se refiere el articulista no hacen indignar a Francisco Camps ni a Rita Barberá. Pero da gusto leer en el valenciano de Joan Ignaci Culla, es el de siempre y no esa cosa artificial que nos están colando con el único propósito de llegar a la ‘verdad científica’ del I.E.C.
Poco tardarán en aparecer los guardianes de lo políticamente correcto, a protestar o a menospreciar al idioma valenciano, cuya ‘verdad científica’ ya está indudablemente establecida. La democracia española, con eso de que ha sido la última en llegar al mundo, ha podido fijarse en las demás para no caer en sus mismos defectos, y ha preservado la figura de los ‘guardianes de lo políticamente correcto’. Una delicia tener noticia de ellos. Sirven para ampliar la cultura general, de pronto comenzamos a saber cosas de los maulets y de los botiflers, y se nos incrusta en el entrecejo que “el mal ve d’Almansa’. Y ya nos quedamos todos en Almansa y punto.
Por otro lado, resulta curioso que Rahola y otros sesudos comentaristas escriban artículos banales, en los que no salen nada bien parados Barberá o Camps, basándose en hechos no juzgados aún y que han trascendido a la opinión pública de forma irregular. En el colmo de la banalidad, Rahola dice que ella sí que devuelve los regalos. ¿Por qué no critica, entonces, al diario en el que escribe? Los periódicos catalanes dependen de las subvenciones. Pero es que tampoco esos periodistas banales critican a la Academia Valenciana de la Lengua, que tantos impuestos nos cuesta a los valencianos. ¿A cuántos proveedores podría pagar la Administración Pública con el dinero que malgasta en la AVL? ¿Cuántos puestos de trabajo se salvarían así?
'India, vagón 14-24'

jueves, 23 de julio de 2009

Alarte, esa decepción

No me hace mucha ilusión leer los artículos que escriben los políticos, porque no suelen aportar nada. Los leo a veces, no obstante, por si contuvieran un destello o cualquier cosa que permitiera una mínima ilusión. Pero no hay nada que hacer, ante el panorama que tenemos el desánimo es inevitable. Dice Pajín, autora de las frases más ridículas que se han dicho en mucho tiempo, que Barberá hace el ridículo. Pero no le da vergüenza de que bajo el gobierno de su partido se filtren tantos sumarios secretos.
Cuando he leído algún artículo de Camps, me ha parecido totalmente hueco y he llegado a consultar a gente que lo ha tratado alguna vez si lo hace adrede, si por algún motivo raro se guarda en su interior los pensamientos profundos o si es que, realmente, no los tiene. Pero lo cierto es que por lo menos tienen un estilo. Están escritos muy correctamente.
El
artículo de Alarte que va hoy en el Levante-EMV es de los que cumplen las peores expectativas. Es larguísimo, escribe varias veces eso de “valencianos y valencianas”; comienza diciendo que cree “firmemente”, como si esa pretendida firmeza en su creencia fuera un argumento. Acaba manifestando que se mantendrá “firme e inflexible”, a lo mejor piensa que con eso nos va a dar un soponcio. Y por el medio del interminable artículo, lo de siempre: todo lo que procede del PP está mal y lo que ofrece Zapatero es mejor. Pero es que además dice que el gobierno está sumido en permanentes escándalos de corrupción, para lo cual obvia, algo imperdonable en un político que quiere ganar la confianza de los ciudadanos, que los escándalos proceden de filtraciones ilegales y que, por el momento, no hay ninguna sentencia.
Es decir, quienes esperamos el resurgir del Partido Socialista en la Comunidad Valenciana tendremos que esperar. De momento, podemos ir paseando por el páramo.

miércoles, 22 de julio de 2009

Adela Cortina y la calidad de la democracia

Adela Cortina, ha escrito un bello artículo hoy, en El País, titulado “Conciencia y calidad de la democracia”. Se refiere a la conciencia de los políticos y alerta contra el monolitismo. En su texto figura esta frase: “La Inquisición tuvo siglos para modelar el alma de un país atemorizado”. Si Adela Cortina lo dice así, es porque, al menos, en gran parte será verdad.
Pero tampoco conviene olvidar que la Inquisición ya desapareció hace tiempo, y partir de cierta edad no hay excusa para no pensar por cuenta propia. Ahí tenemos a Aído, desafiando con su “miembra” y con “eso no tiene base científica”, a la RAE y al mundo de la ciencia. Pero claro, ni la RAE ni el mundo de la ciencia le pagan el sueldo y ahí está el hilo con el que tirar del ovillo.
Algunos diputados han mostrado a veces su desacuerdo con los líderes de sus partidos, o con alguna medida que iban a tomar sus partidos, pero a la hora de votar se han plegado totalmente a lo que se les manda. Probablemente la Inquisición tiene poco que ver con esto. Ella dice: “Y si un hombre encuentra en sí la fuerza para obrar con conciencia, siente una alegría inmensa". Pero ocurre que ello en la política española no está permitido. Si uno de esos ingresa en un partido político español no pasa del primer peldaño.
Lo que ocurre es que lo que les va a los políticos españoles es el poder y no el deseo de servir a los ciudadanos. La política española no está configurada para estos últimos. Aquí, lo que priva es la dictadura de los partidos. Quienes alcanzan el poder dentro de ellos, ya no lo sueltan por las buenas. Y mantienen en posición de firmes a quienes tienen a sus órdenes.

martes, 21 de julio de 2009

Los menores en acción

En un corto periodo de tiempo han tenido lugar dos violaciones a dos niñas. Lo raro, examinada la cuestión fríamente, como pide Leire Pajín, es que no haya sucedido más veces, habida cuenta del ambiente que se respira en la actualidad, en que no se precisan mayores méritos o aptitudes para alcanzar grandes cargos, como ocurre en el caso de la antedicha.

Hoy en día son pocos los que se proponen emular a Santiago Ramón y Cajal. La democracia, por lo que se ve, ha llegado a España en el peor momento. Vivimos tiempos en los que triunfan la banalidad, el hedonismo y el afán por la satisfacción inmediata de los deseos. El fenómeno ocurre en todas partes, pero en España ha venido a juntarse con la llegada de la democracia, de modo que cualquiera piensa que la democracia es tener derecho a salir en la televisión. Y a cosas similares. Al parecer, no se piensa en que la democracia llena de deberes, sino que multiplica los derechos.

El gobierno, teóricamente, puede hacer poco para cambiar este estado de cosas. Pero ocurre que con su actitud incita a que sean así. Ese empeño en mantener el poder por encima de todo. Esos cambios constantes de actitud, motivados por las encuestas. Esos nombramientos ministeriales tan incomprensibles. Los gobiernos autónomos son más o menos igual. Gastan fortunas que no tenemos en sus televisiones, para una finalidad concreta, y luego resulta que esas televisiones se llenan todas de programas banales, con el fin de captar la audiencia. Si la televisiones públicas han de recurrir a la banalidad, se cierran y se invierte el dinero que cuestan en educación y con ello ganamos todos. Alguna culpa tendrán las televisiones de que la sociedad sea tan banal. Alguna culpa tendrán las ministras y los ministros, las consejeras autonómicas y los consejeros autonómicos, de que nuestros niños, tras verlos, se crean con derecho a todo.

lunes, 20 de julio de 2009

Catalanofobia

Tenemos una financiación autonómica deficiente, que permite el reparto arbitrario por parte del gobierno de España, posibilidad que viene siendo utilizada por éste para comprar los votos que necesita en cada momento. De otro lado, los llamados fondos solidarios son utilizados por los distintos gobiernos autónomos de forma electoral.
Lógicamente, este estado de cosas precisaba de un cambio urgente. Lo que ocurre es que ese cambio ha sido llevado a cabo por el gobierno con la ayuda parlamentaria de un partido que odia a España, pasando por encima de todos los demás partidos. Por enésima vez, los intereses de los partidos han prevalecido sobre los de los ciudadanos. Si el PSOE no hubiera necesitado los votos de ERC, las cosas podrían haber sido de otro modo. Establecido el acuerdo, que es malo para todos, se han puesto en acción los manipuladores: “Coge el dinero y corre”, “catalanofobia”, etc. Los manipulares son una lacra, pero es que encima cobran de nuestros impuestos. Puigcercós escribió un artículo en El Mundo, en el que dice lo que quiere y calla lo que le conviene.
A nadie se le escapa que un acuerdo de estas características debería haber sido llevado a cabo por consenso general, cuanto más grande mejor. Se debería haber establecido un sistema de reparto de los fondos, lo más equitativo posible. Hay muchos motivos a tener en cuenta, muchas razones que escuchar, antes de tomar una determinación, que tampoco puede ser definitiva, puesto que las circunstancias cambian con el tiempo. Pero es que una vez establecidas las necesidades básicas de cada Comunidad Autónoma, habría que considerar el destino de los fondos de solidaridad, porque también habría que estipular en qué cosas habría que gastarlos, habida cuenta de que hasta ahora han venido siendo malgastados. O gastados atendiendo a criterios electoralistas. Tampoco estaría de más que estipulara en qué cosas no podrían gastar dinero las Comunidades Autónomas. Lo de la catalanofobia es increíble.


'Sopas bobas y pesebres'

domingo, 19 de julio de 2009

Follón en el Valencia C.F.

Hace unas fechas, tuvo lugar una reunión en un despacho de abogados relacionada con el Valencia C.F. La conversación fue grabada ilegalmente, sin que se sepa por quien, y al día siguiente el diario Levante-EMV la dio a conocer. Se hacen muchas cábalas sobre el modo en que fue grabada y quien pudo ser. Lo cierto es que hay muchos intereses creados en el asunto y tratar de averiguar cómo pudieron ser las cosas es seguir el juego del que ha organizado el embrollo.
No se sabe si fue uno de los tres o cuatro intervinientes en la conversación quien la grabó, o si fue grabada por alguien ajeno con material de alta tecnología, pero en este caso tenía que saber que la reunión se iba a producir. Las cosas pueden ser distintas de cómo parecen.
Por algún motivo extraño, la actuación de estos personajes tan elevados me lleva a recordar a un anciano vendedor de ajos del que habló Juan Bas, en su
columna de hace unos días. El vendedor de ajos se negó a aceptar la propina que se le ofreció. Durante el proceso mediante el que rehusó el medio euro, el anciano mostró su dignidad de pobre. Quizá sea ese el motivo que explique su situación. Sacado del mundo marginal y puesto en la economía productiva, sería víctima del mobbing, probablemente. Cabe la posibilidad, incluso, de que se le situara en una situación precaria para aprovechar luego, en contra suya, sus reacciones.
También la vida de los poderosos me lleva a pensar en Catherine, la madre sorda de Jacques Cormery, el protagonista de la novela de Albert Camus, “El primer hombre”. Catherine, cuando regresaba a casa, después de una dura jornada limpiando las casas de los demás, se sentaba junto a la ventana a mirar la vida. Esa vida que la había excluido, sin que acertara a explicarse las causas. ¿Cómo las iba a entender?

sábado, 18 de julio de 2009

Yo no soy de ETA, pero tampoco de los otros

Ha dicho Arzallus. Si manifiesta que no es de los “otros”, hay que creerle, porque probablemente no ha dicho una verdad más grande en toda su vida. En lo que respecta a la primera parte de su afirmación, alguno debe de haber que piense que sí es de ETA. Ahora bien, por razones obvias, nadie lo reconoce hasta que la policía logra probarlo. En el que caso de Arzallus sea de ETA, no es probable que logre probarse jamás. De la chulería con la que habla cabe entender que no hay ninguna posibilidad de que se deje un cable suelto, en el caso de que se los pudiera dejar. Ahora bien, si nadie le acusa de ser de ETA, ¿por qué niega su pertenencia a la banda?
Yo no soy de ETA, pero tampoco de los otros. Si dividimos el mundo en dos, entre ETA y los otros, como ha hecho Arzallus, la zona de “los otros” corresponde al vasto mundo que no tiene nada que ver con el terror. Ni tiene nada que ver, ni quiere tener nada que ver. En la otra parte, en la que dice que no está, pero si no está en una ha de estar en la otra, conviven los que producen directamente el terror y quienes les apoyan. Haciendo un esfuerzo de imaginación podemos pensar en una franja intermedia, que se sobreentendería en este caso, compuesta por los tibios, ésos que pueden, por ejemplo, seguir jugando una partida. Pues bien, si Arzallus se encuentra entre estos, se encuentra entre los peores.
Yo no soy de ETA, pero tampoco de los otros. Arzallus dice que no es de ETA, sin que nadie le haya acusado de ello. Pero tampoco es de “los otros”. Si se acerca la lupa a “los otros”, aparecen en primer plano las víctimas de ETA. Hay una lista muy larga. Pero a pesar de que son tantas las víctimas no creo que ni una sola de ellas quiera considerar a Arzallus de los suyos. Que pregunte a los etarras. A ver si ellos lo quieren.

viernes, 17 de julio de 2009

Carod amenaza

La justicia tiene estas cosas. Quien menos razón tiene puede utilizarla contra otros y a veces conseguir sus propósitos. Todo lo humano es defectuoso. En este caso, Carod amenaza con inicial acciones legales contra el diario ABC y Carina Mejias, diputada del PP, por referirse a su carácter derrochador. La excusa para la querella es que las cantidades que hacen públicas no son exactas, según él.
Quien haya pasado por delante de alguno de esos lugares en los que se reparte comida, como la Casa de la Caridad habrá visto grandes colas. Pero algunos permanecen ajenos a la angustia y la desesperación de quienes lo han perdido todo o están a punto de perderlo. Lo primordial, para un político que se precie, es resolver los problemas de los ciudadanos. Si todas las administraciones públicas y todos los ayuntamientos pagaran lo que deben, muchas pequeñas y grandes empresas respirarían aliviadas. Quizá alguna se salvara de la quiebra.
Sin embargo, hay quienes se empeñan en gastar el dinero poniendo embajadas de las Comunidades Autónomas, o de algunas de ellas. La justicia tiene estas cosas. Hay causas justas que enseguida logran un gran apoyo popular y hay causas justas a las que poca gente hace caso. Y hay causas injustas que se cuelan como si se colara un supositorio. ERC no oculta su odio a España y a pesar de ello pacta con el gobierno de España medidas fundamentales para todos. Evidentemente, el sistema político español debería ser revisado de inmediato.
Hay que recordarles a Carod y a Zapatero que estamos inmersos en una crisis colosal, a consecuencia de la burbuja inmobiliaria, y que aunque podemos salir de ella, no es seguro que lo consigamos. El derroche aleja la solución, por lo que el panorama, mientras continúe la alianza Carod-Zapatero, se presenta negro.

jueves, 16 de julio de 2009

Crece la intolerancia

El Informe Raxen 2009, elaborado por el Movimiento contra la Intolerancia, pone de manifiesto que nuestra sociedad cada día es más intolerante. Uno de los deprimentes datos que da es que el 14% de los jóvenes estaría dispuesto a votar a un partido racista. En esta predisposición se resume el fracaso de la sociedad española.
Es un fracaso de todos, puesto que tras haber estado deseando la democracia durante tanto tiempo, ahora que la tenemos entre manos no sabemos qué hacer con ella. En lugar de profundizar en su conocimiento, para sacarle todo el partido posible, siendo los dueños de nuestro destino colectivo, nos conformamos con votar cuando toca, o abstenernos, dejándonos enredar por los políticos, y siguiéndoles el juego en lo que a profundizar en el sectarismo se refiere y en las demás cuestiones que principalmente les interesan a ellos.
Con la intolerancia puede ocurrir como con la crisis. Eran innumerables las señales que alertaban de lo que iba a ocurrir, además del sentido común, pero no había nadie que se atreviera a decir que la fiesta estaba yendo demasiado lejos. En este caso, si en una democracia incipiente como la nuestra el racismo y la intolerancia crecen, y además entre los jóvenes, es porque éstos no tienen buenos modelos a los que imitar. Habría que estudiar, y además de modo urgente, qué es lo que se les enseña en las escuelas y de qué modo lo que se les enseña puede inclinar a pensar de ese modo.
En lo que respecta a los políticos, hay que reconocer que no dan buen ejemplo democrático, ya que todos sin excepción adoptan la posición de firmes al menor gesto del líder de su partido, independientemente de cuál sea la opinión de los votantes. Esto no es exactamente democracia. Hemos de conquistarla antes de que sea tarde.

miércoles, 15 de julio de 2009

La muerte de Rayan

Si los seres humanos lleváramos incorporado un dispositivo mediante el cual quien incurriera en una negligencia recibiera una descarga eléctrica, ocurrirían dos cosas. La primera es que todos seríamos más tolerantes; y la segunda es que el mundo funcionaría mejor. Ahora bien, ni siquiera ese dispositivo evitaría que todos cometiéramos alguna negligencia de vez en cuando.
Yo no quisiera encontrarme en la piel de la profesional sanitaria que ha cometido el error. Durante toda su vida lamentará el sufrimiento del bebé fallecido. Y tampoco pienso sumarse a ese coro que pedirá su linchamiento, con la indudable pretensión, por parte de quienes lo compongan, de hacerse la ilusión de que ellos no cometen errores.
Estamos inmersos en una crisis terrorífica, cuyos principales culpables ni albergan sentimientos de culpa, ni pagarán por el mal que han hecho, salvo algún cabeza de turco, como Madoff. El propio rey marroquí ha aprovechado la ocasión que le ha proporcionado la lamentable muerte de Rayan para intentar presentase como un monarca generoso y preocupado por sus súbditos. ¿Es eso negligencia? ¿A cuántos seres humanos tiene bajo su bota?
¿Puede tildarse de negligente la actitud del Tribunal Constitucional con respecto al Estatuto catalán? Nadie está exento de cometer negligencias, ni siquiera los jueces. Quisiéramos un mundo perfecto, en el que los médicos no se equivocaran jamás, acertaran en el diagnóstico a la primera, y que la mano de los cirujanos fuera firme y directa en la extirpación del mal. Y en esa seguridad, nosotros podríamos ir a correr delante de los toros, o conducir a toda velocidad la moto o el coche.
La negligencia es fea y debería intentar evitarse por todos los medios. Pero tendrá que ser el juez quien decida si la equivocación de esta enfermera merece el calificativo de error o de negligencia. Tampoco conviene olvidar que hay cosas peores que la negligencia y que, según el Defensor del Paciente, durante 2008 hubo 12300 presuntas negligencias médicas.

martes, 14 de julio de 2009

Las ‘monadas’ gibraltareñas

La última monada ha venido a cargo de Peter Caruana, todo un especialista, al pedir a los dueños de las embarcaciones que naveguen por aguas que Gibraltar considera propias. Ya sabe que las considera propias porque cuenta para ello con el apoyo de la Gran Bretaña. Ellos quieren una cosa, se consideran con fuerza suficiente para tomarla, no dudan en apoderarse de ella. La razón la suelen invocar los pobres, así que ni caso.
Esta incitación para que se provoque a España ha tenido lugar cuando Miguel Ángel Moratinos, que debe de ser gafe, se dispone a reunirse en el Peñón con el ministro de Asuntos Exteriores británico y el propio Caruana, para tratar sobre algunos de los problemas planteados en la zona.
Se les nota a los graciosos de Gibraltar, o monos, que temen que se cumpla aquella profecía famosa: “Gibraltar caerá como una fruta madura”. Para evitar que ocurra, utilizan todos los medios habidos y por haber, comenzando por convertir la anacrónica colonia en un paraíso fiscal. No debería ser necesario insistir en la perversa naturaleza de los paraísos fiscales, por lo que a los gibraltareños les quedan dos caminos: ser monos sin moral ni escrúpulos o morirse de vergüenza.
Otro de los métodos al que no renuncian las autoridades gibraltareñas, como se va viendo, es a fomentar el odio a España. El odio es un recurso que utilizan todos los nacionalistas, dado que es un valor seguro que siempre rinde frutos. El odio es algo que abunda en nuestro mundo, así que en cuanto aparece alguien que sabe tocar esa tecla, consigue frutos de inmediato. De modo que ya tenemos que las autoridades británicas y gibraltareñas incitan a los ciudadanos de Gibraltar a no tener vergüenza y estar cargados de odio.
Y a todo esto, en estos tiempos que corren en los que es tan necesaria la cooperación internacional, no se cumple ni una sola de las resoluciones de ONU sobre Gibraltar.

lunes, 13 de julio de 2009

ERC gana

Ningún sesudo comentarista catalán osará criticar el llamado acuerdo de financiación autonómica al que ha llegado el gobierno de Zapatero con ERC. Tampoco los reticentes presidentes de las otras autonomías gobernadas por el PSOE llevarán hasta el final su voz discordante. O sea, así es la democracia que nos hemos procurado, o que nos diseñaron los “sabios” encargados al efecto.
En lugar de tener un sistema en el que prime la justicia, y sin que haya lugar a dudas de que el reparto de dinero se hace de forma equitativa y de que las inversiones pretenden por encima de todo el bien común, todo ello llevado a cabo de forma indudable y sin que nadie pueda alzar la voz en contra, lo que tenemos entre manos es una continua puja, un trapicheo descalificador por sí mismo, y una desconfianza entre todos, como resultado de lo anterior.
Que un partido como ERC, que no esconde su odio hacia todo lo que tenga que ver con España, sea determinante en el uso que se da a las arcas del Estado, debería servir de reflexión incluso a los votantes de ese partido. Resulta curioso comprobar lo poco que importa la justicia cuando de la injusticia resulta un beneficio. Tal y como se vienen haciendo las cosas, no resulta difícil admitir que el reparto puede ser injusto y que la forma de gastar los fondos recibidos puede ser considerada ofensiva. Pero está por ver que los políticos de las comunidades autónomas un reclamen un sistema justo para todas ellas y unas normas para que no se puedan gastar arbitrariamente.
ERC se ha apuntado un tanto a los ojos de aquellos a los que la justicia importa menos que el hecho de saberse favorecidos por algo o por alguien. ERC es un partido, por otro lado, con tendencia a despilfarrar el dinero público.

domingo, 12 de julio de 2009

Federico Félix, oportuno

A medida que transcurre el tiempo se va haciendo más evidente el fracaso de quienes participaron en la configuración política de España durante la Transición. La idea original de Adolfo Suárez, tendente a descentralizar la administración y a permitir el desarrollo y cultivo de las peculiaridades de cada lugar. Pero al permitir la arbitrariedad en el gasto, se permite la compraventa de votos. Y en este contexto, el AVE Valencia-Madrid siempre se posterga. En el caso de Aznar, porque tenía los votos valencianos asegurados. En el caso de Zapatero, porque no tiene nada que hacer en Valencia, electoralmente hablando.
Y esto último teniendo en cuenta la indecente filtración del sumario del caso Gürtel, su constante presencia en los medios y el estado actual de la cuestión. (Con todo, y diga lo que diga la simpar Rita Barberá, Francisco Camps debería dimitir y liberar con ello al partido de esa pesadilla. Aferrarse al cargo no es elegante, eso debería saberlo él. Una vez absuelto, como es probable que ocurra, es la hora del desahogo).
En estos momentos en los que hay tanto barullo que se corre peligro de olvidar lo fundamental. Por ello, Federico Félix ha estado muy oportuno al pedir que el AVE llegue a Valencia antes del verano de 2010. Y ya no lo hace con los argumentos tradicionales, sino que ahora apela directamente a la solidaridad y al sentido común. Si la economía valenciana es una de las que más sufren la crisis, con el consiguiente crecimiento del paro, el AVE lógicamente frenaría esa tendencia.
Los argumentos que se empleaban antes consistían en que la línea Valencia-Madrid del AVE era la más rentable de todas, según los estudios que se venían haciendo. Como también sería muy rentable la línea Valencia-Barcelona. Pero esas dos líneas, por aquello de la arbitrariedad que rige en la política española, serán las últimas en hacerse.

sábado, 11 de julio de 2009

Cornada mortal

Habría que preguntarse cuáles son los motivos por los que hay gente que gusta de arriesgar su vida gratuitamente. Atendiendo a su comportamiento habitual, se puede deducir que la actitud de los políticos ante este hecho no puede ser otra que la de sacarle partido electoral. Lejos de su ánimo, por tanto, promover una reflexión sobre el asunto, no vaya a ser que el personal se acostumbre a reflexionar y ya no comulgue con ruedas de molino, ni acepte consignas o eslóganes.
Lo que suelen contestar quienes se dedican a esas prácticas es que con ellas se descarga mucha adrenalina. Esto lleva a pensar en la vida diaria. Abundan quienes están tan llenos de ambición como faltos de criterio. Esto último hace que no acepten con ellos a quien lo tiene o sospechan que lo tiene. Los que alcanzan algún grado de poder exigen fidelidad plena. A la persona, no a las ideas. Si quien manda hace una barbaridad, sus subordinados han de cerrar filas con él. No hay que fijarse en los políticos. ¡Otra vez los políticos! No es que los políticos tengan la culpa de todo, sino que están en muchas de las cosas en las que hay culpa.
En este estado de cosas, la gente se ve impelida a ponerse un disfraz, o a diluirse en una identidad colectiva renunciando a la suya propia (¡nuevamente los políticos!), o a disimular sentimientos o actitudes ajenos a su persona. Quizá quien piensa que cobardemente se deja aplastar por la vida, necesite sentirse valiente. Pero los toros no tienen ninguna culpa. Acaso haya quien piense que se ha dejado su personalidad por algún lado y ya no recuerda dónde, desee sentir el latido apresurado de su corazón para saberse vivo. Pero los políticos deberían hacer saber, al menos, que arriesgar la vida gratuitamente no es un acto de valor.

viernes, 10 de julio de 2009

Las autonomías y las cajas

La crisis es indeseable, porque ha arruinado a mucha gente y buena parte de los que se han arruinado ya no podrán recuperarse jamás; pero aparte de eso es una oportunidad para corregir errores. También proporciona la posibilidad de cometer nuevos errores y más gordos. Esta era la ocasión para despolitizar de una vez y por todas las cajas de ahorros. Deben de haber muchas fórmulas para que las cajas funcionen totalmente al margen de la clase política.
Los políticos suelen tener sueños de grandeza y luego quieren llevarlos a cabo con el dinero de los contribuyentes. Hay que reconocer que algunas veces hacen cosas que merecen la pena. No obstante, vista la cosa en su totalidad, es un peligro que los políticos manejen mucho dinero. Incluso vigilándose, como se vigilan, unos a otros resulta peligroso. Pero si además disponen del dinero de las cajas, el disparate está servido.
Si las cajas estuvieran despolitizadas, probablemente, no habría habido que intervenir CCM. El número de parques temáticos sería menor en España, porque si hubiera dependido exclusivamente del capital privado no se hubieran hecho más de los necesarios. No es probable que existiera Terra Mítica, y en ese caso las cajas valencianas tendrían un problema menos. Sin los políticos en las cajas, la burbuja inmobiliaria hubiera sido menor; tampoco parece aventurado decir esto. Los ayuntamientos probablemente se hubieran endeudado menos.
Dado que muchas cajas están en situación apurada, sin duda porque tienen políticos en sus juntas directivas, y que el Banco de España va a tener que ayudarlas, con dinero de los ciudadanos, era el momento de imponer cordura en el sistema. Pues no, las autonomías se niegan a ceder el control de las cajas e incluso vetan las fusiones interregionales, para no perder ni pizca de poder en ellas. El gobierno de Zapatero cederá o ha cedido. Mala noticia.