Hay mucho por limpiar en el País Vasco, como lo demuestran esos carteles y pintadas pro-etarras que ensucian las paredes del País Vasco, sin que los ciudadanos vomiten de asco al pasar frente a ellos y que cuestan tanto de quitar. El gobierno vasco se ha visto en la obligación de anunciar que los quitará o limpiará si no lo hacen los ayuntamientos y luego les pasará la factura.
Paralelamente, se han publicado los datos de una encuesta que, de ser fiables, vendrían a mostrar hasta qué punto el PNV ha sido pernicioso para la sociedad vasca. Según esta encuesta, el 61% de los vascos está en desacuerdo en el pacto PSE-PP, siendo así que es un pacto lógico y que, además, era previsible a priori. La incongruencia de quienes opinan así se pondría de manifiesto si se les preguntara por un pacto entre el PNV y el PSE, puesto que éste todavía sería un pacto más contra natura y, a pesar de ello, sería mejor aceptado. La insidiosa labor del PNV a lo largo de tantos años ha hecho su efecto.
Otra muestra más de ello la constituye el hecho de según esta misma encuesta el 54% de los vascos cree que la exclusión de la izquierda abertzale será negativa para el futuro. Lo que ha sido acogido con alegría en todas partes y además es lógico y necesario para acabar con ETA, es visto con malos ojos en el País Vasco. Esto explica que la gente tolere la humillación diaria a la que es sometida Pilar Elías. O que siguiera aquella partida que jugaban cobardes. Todo esto, como es natural, puede cambiar. Quizá por eso el PNV aceptó tan mal los resultados y el posterior pacto PSE-PP. Pronto, si las cosas no se tuercen, ETA desaparecerá por completo y la libertad será un hecho en el País Vasco.
Paralelamente, se han publicado los datos de una encuesta que, de ser fiables, vendrían a mostrar hasta qué punto el PNV ha sido pernicioso para la sociedad vasca. Según esta encuesta, el 61% de los vascos está en desacuerdo en el pacto PSE-PP, siendo así que es un pacto lógico y que, además, era previsible a priori. La incongruencia de quienes opinan así se pondría de manifiesto si se les preguntara por un pacto entre el PNV y el PSE, puesto que éste todavía sería un pacto más contra natura y, a pesar de ello, sería mejor aceptado. La insidiosa labor del PNV a lo largo de tantos años ha hecho su efecto.
Otra muestra más de ello la constituye el hecho de según esta misma encuesta el 54% de los vascos cree que la exclusión de la izquierda abertzale será negativa para el futuro. Lo que ha sido acogido con alegría en todas partes y además es lógico y necesario para acabar con ETA, es visto con malos ojos en el País Vasco. Esto explica que la gente tolere la humillación diaria a la que es sometida Pilar Elías. O que siguiera aquella partida que jugaban cobardes. Todo esto, como es natural, puede cambiar. Quizá por eso el PNV aceptó tan mal los resultados y el posterior pacto PSE-PP. Pronto, si las cosas no se tuercen, ETA desaparecerá por completo y la libertad será un hecho en el País Vasco.
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