Unión Progreso y Democracia es noticia, pero sobre todo para aquellos que quisieran verlo desaparecer. Para los demás, un sobresalto, grande o pequeño. Yo no estoy afiliado al partido y por tanto no estoy al corriente de sus avatares. No tengo nada contra Mikel Buesa, ni tampoco contra Aurora Ferrer, que ha salido en su defensa. Soy de la opinión de que todo el mundo tiene derecho a equivocarse y que lo vale es la intención con la que se hacen las cosas.
Lo que interesa es la supervivencia del partido. Si alguien no está cómodo en el partido y como consecuencia de ello lo abandona el debate está de más. Una vez que ya no se forma parte del partido todo lo que se diga sólo puede servir para perjudicarlo. Si se quería cambiar algo había que hacerlo desde dentro.
UPyD es un soplo de aire fresco en esta democracia española que fue dibujada desde arriba y ya se ha visto que los dibujantes no eran buenos. Al menos, la mayoría de los dibujantes eran malos. Hay que cambiar muchas cosas y, hoy por hoy, del único partido que cabe esperar que aborde esos cambios es UPyD.
Ignoro cómo estará establecida la disciplina interna en este partido, pero sé que es necesario que la haya. Los constituyentes a veces gastan esa broma que consiste en recordar que los partidos no se rigen democráticamente. Reitero que no sé si es el caso de UPyD. Pero sí recuerdo que cuando Hernández Mancha la quiso instalar en el PP, que quizá entonces tuviera otro nombre, ese partido se convirtió en ingobernable. Fraga tuvo que dar el famoso puñetazo en la mesa. En el PSOE ya se ve que nadie se atreve a chistarle a Zapatero. Incluso se ha permitido la broma de nombrar secretaria de Organización a Leire Pajín, lo que probablemente es una bofetada para todos los socialistas.
De modo que UPyD es buena para todos, incluso para los demás partidos, porque es el que puede revitalizar la democracia y hacer que la ilusión regrese a la política española.
Lo que interesa es la supervivencia del partido. Si alguien no está cómodo en el partido y como consecuencia de ello lo abandona el debate está de más. Una vez que ya no se forma parte del partido todo lo que se diga sólo puede servir para perjudicarlo. Si se quería cambiar algo había que hacerlo desde dentro.
UPyD es un soplo de aire fresco en esta democracia española que fue dibujada desde arriba y ya se ha visto que los dibujantes no eran buenos. Al menos, la mayoría de los dibujantes eran malos. Hay que cambiar muchas cosas y, hoy por hoy, del único partido que cabe esperar que aborde esos cambios es UPyD.
Ignoro cómo estará establecida la disciplina interna en este partido, pero sé que es necesario que la haya. Los constituyentes a veces gastan esa broma que consiste en recordar que los partidos no se rigen democráticamente. Reitero que no sé si es el caso de UPyD. Pero sí recuerdo que cuando Hernández Mancha la quiso instalar en el PP, que quizá entonces tuviera otro nombre, ese partido se convirtió en ingobernable. Fraga tuvo que dar el famoso puñetazo en la mesa. En el PSOE ya se ve que nadie se atreve a chistarle a Zapatero. Incluso se ha permitido la broma de nombrar secretaria de Organización a Leire Pajín, lo que probablemente es una bofetada para todos los socialistas.
De modo que UPyD es buena para todos, incluso para los demás partidos, porque es el que puede revitalizar la democracia y hacer que la ilusión regrese a la política española.
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