La justicia tiene estas cosas. Quien menos razón tiene puede utilizarla contra otros y a veces conseguir sus propósitos. Todo lo humano es defectuoso. En este caso, Carod amenaza con inicial acciones legales contra el diario ABC y Carina Mejias, diputada del PP, por referirse a su carácter derrochador. La excusa para la querella es que las cantidades que hacen públicas no son exactas, según él.
Quien haya pasado por delante de alguno de esos lugares en los que se reparte comida, como la Casa de la Caridad habrá visto grandes colas. Pero algunos permanecen ajenos a la angustia y la desesperación de quienes lo han perdido todo o están a punto de perderlo. Lo primordial, para un político que se precie, es resolver los problemas de los ciudadanos. Si todas las administraciones públicas y todos los ayuntamientos pagaran lo que deben, muchas pequeñas y grandes empresas respirarían aliviadas. Quizá alguna se salvara de la quiebra.
Sin embargo, hay quienes se empeñan en gastar el dinero poniendo embajadas de las Comunidades Autónomas, o de algunas de ellas. La justicia tiene estas cosas. Hay causas justas que enseguida logran un gran apoyo popular y hay causas justas a las que poca gente hace caso. Y hay causas injustas que se cuelan como si se colara un supositorio. ERC no oculta su odio a España y a pesar de ello pacta con el gobierno de España medidas fundamentales para todos. Evidentemente, el sistema político español debería ser revisado de inmediato.
Hay que recordarles a Carod y a Zapatero que estamos inmersos en una crisis colosal, a consecuencia de la burbuja inmobiliaria, y que aunque podemos salir de ella, no es seguro que lo consigamos. El derroche aleja la solución, por lo que el panorama, mientras continúe la alianza Carod-Zapatero, se presenta negro.
Quien haya pasado por delante de alguno de esos lugares en los que se reparte comida, como la Casa de la Caridad habrá visto grandes colas. Pero algunos permanecen ajenos a la angustia y la desesperación de quienes lo han perdido todo o están a punto de perderlo. Lo primordial, para un político que se precie, es resolver los problemas de los ciudadanos. Si todas las administraciones públicas y todos los ayuntamientos pagaran lo que deben, muchas pequeñas y grandes empresas respirarían aliviadas. Quizá alguna se salvara de la quiebra.
Sin embargo, hay quienes se empeñan en gastar el dinero poniendo embajadas de las Comunidades Autónomas, o de algunas de ellas. La justicia tiene estas cosas. Hay causas justas que enseguida logran un gran apoyo popular y hay causas justas a las que poca gente hace caso. Y hay causas injustas que se cuelan como si se colara un supositorio. ERC no oculta su odio a España y a pesar de ello pacta con el gobierno de España medidas fundamentales para todos. Evidentemente, el sistema político español debería ser revisado de inmediato.
Hay que recordarles a Carod y a Zapatero que estamos inmersos en una crisis colosal, a consecuencia de la burbuja inmobiliaria, y que aunque podemos salir de ella, no es seguro que lo consigamos. El derroche aleja la solución, por lo que el panorama, mientras continúe la alianza Carod-Zapatero, se presenta negro.
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