lunes, 31 de agosto de 2009

El IVA de Pujol

Explica Jordi Pujol, en un artículo publicado en La Vanguardia, que el Centre d’Estudis Jordi Pujol se dedica a estudiar la Ideas, los Valores y las Actitudes, o sea, el IVA. Habla de la disposición habitual del ánimo para realizar algo positivo. Del hábito del esfuerzo, de la justicia, del respeto, o del trabajo bien hecho. También se refiere al hábito del afecto a la familia, al país, al prójimo, y de la solidaridad. Y no se olvida de la empatía, ni del hacer respetar la propia dignidad.
Todo lo anterior estaría muy bien si Pujol se refiriera a las personas en su condición de tales, pero el artículo induce a pensar que los destinatarios de su estudio no le interesan por sí mismos, sino por su condición de catalanes. Tampoco conviene pasar por alto las siglas que ha ido a escoger, en cuya elección probablemente ha tenido una importancia decisiva su calculador subconsciente, junto con su pasado banquero. Unas siglas que remiten de forma inexorable a las finanzas no son las mejores para referirse a algo que tiene que ver con el cultivo del espíritu.
Lo suyo, pues, se trata de cubrir con una capa de honorabilidad lo que no es otra cosa que la conducción de un rebaño hacia un punto determinado. Durante los muchos años que Pujol ha sido presidente de Cataluña (y merced a nuestra imprudente Constitución, que regala un poder excesivo a los partidos nacionalistas), ha sentado las bases para la destrucción de lo que llama su país, que sin duda pretende rematar Montilla, con la inestimable ayuda de Zapatero, ante la inoperante mirada de Rajoy, empeñado en convencernos de que la capucha de Caperucita era roja.
Jordi Pujol habla de valores, pero lo que le interesa son los objetivos, y no unos objetivos cualquiera, sino los que ha diseñado él para Cataluña. De momento, la mayor parte de los ayuntamientos catalanes está cerca de la quiebra. La culpa, como siempre, la tiene el demonio.

domingo, 30 de agosto de 2009

Si hubiese echado a Camps ¿Qué habría ocurrido?

Esa es la pregunta que se hace Rajoy públicamente. La respuesta, aunque él ya debería saberla, es esta: No hubiera ocurrido nada. Habría otro presidente y presumiblemente otros consejeros. Las instituciones seguirían funcionando porque nadie es imprescindible. Es más, si Camps, previendo que lo iban a absolver, hubiera dimitido, el gesto hubiera reforzado la imagen suya y la del PP y no planearía la sombra del caso Gürtel sobre la reciente remodelación del Consell.
Pero tampoco tiene motivos para gallear tanto Rajoy. En su partido hay quien se ha visto obligado a dimitir por el caso Gürtel, sin estar en el sumario ni pender ninguna amenaza legal sobre su cabeza. De modo que Rajoy sí que ha obligado a algún inocente a dimitir o ha consentido que lo obliguen. La política entendida como un modo de vida lleva a estos desajustes.
Los ciudadanos tienen problemas demasiado grandes como para estar pendientes del Gürtel. La política ya no es sólo un modo de vida para algunos, sino también un espectáculo. Se pretende distraer la atención de los parados, o de los que temen quedarse parados, con el caso Gürtel, con las escuchas telefónicas o con la culpa de los banqueros. Se diría que ya no es necesario el fútbol. Los políticos se han convertido en estrellas mediáticas y sufren persecuciones y calvarios. Pero cada día hay más.
Camps ahora podría sacar pecho, después de haber abandonado la política y presumir de haberse sabido sacrificar para que su caso no distrajese la atención pública ni mermase la capacidad de respuesta de su partido. Y al igual que Camps, otros debieron haber hecho lo mismo. España tiene problemas muy graves y el gobierno actual no hace más que empeorarlos día a día. La oposición se entretiene mirándose el ombligo.

sábado, 29 de agosto de 2009

La OMS

En España, dado que la atención sanitaria alcanza a todos, la actitud ante cualquier tipo de epidemia o pandemia, en ciernes o ya declarada, debería ser de relativa calma. El sistema sanitario debería ser el punto de referencia y la ciudadanía debería limitarse a seguir sus instrucciones. Este modo de ver las cosas sería lo mejor para todos, puesto que permitiría un tratamiento eficiente, con el menor coste posible en todos aspectos.
Pero la OMS juega un juego extraño. No se entiende muy bien que lance a los cuatro vientos noticias sobre las amenazas que acechan nuestra salud. Más sensato sería que mandaran sus alertas, de modo privado, a los gobiernos, para que éstos adoptaran las medidas más convenientes. Al hacer públicos sus mensajes lo que genera es una alarma que en modo alguno puede contribuir a vencer la amenaza, puesto que rompe la disciplina.
En España hace crecer la hipocondría y con ello obliga a las autoridades sanitarias a actuar de modo distinto a como lo harían si tuvieran el control de la situación. En el caso actual, en el que se nos pretende asustar con la gripe A, no sólo han de prepararse para lo que puede venir, sino que han de dedicar grandes esfuerzos a calmar a la población. ¿Qué hará el gobierno cuando haya pasado todo con los millones de cajas de Tamiflu que van a sobrar? Tampoco resulta fácilmente aceptable que se pueda obligar a alguien a vacunarse contra la gripe A, habida cuenta que se trata de una vacuna nueva.
En otros países cuya cobertura sanitaria no sea como la española, los avisos de la OMS deben de sentar como una bomba. En aquellos sitios en donde no haya medicamentos, ni pañuelos de papel, ni agua corriente para lavarse las manos continuamente, es fácil que cunda el pánico y la desconfianza entre las personas. Pero a lo mejor la OMS consigue que se vendan muchos medicamentos.

viernes, 28 de agosto de 2009

Corbacho persevera en el error

Vivimos una época extremadamente difícil, con una tasa de paro muy elevada, y lo malo es que no hay esperanzas de que se reduzca en mucho tiempo. Además, el propio Celestino Corbacho viene anunciando que el número de parados aumentará en los próximos meses. Ante una situación así, sería conveniente que el ministro de Trabajo inspirara confianza.
Todo el mundo sabe que para inspirar confianza hay que comenzar reconociendo los propios errores. Pero no es el caso, nuestro ministro no reconoce ningún error. Quizá sea conveniente considerar la situación. Zapatero, más que un presidente de gobierno, está empeñado en ser un líder. O sea, pretende que la gente le siga, haga lo que haga. Si al principio mintió negando la crisis, es porque tenía que mentir. Si luego malgastó el dinero con la medida de los 400 euros, es porque lo tenía que hacer. Si dijo que nuestros bancos eran los mejores del mundo, es porque le pareció conveniente y a los demás no nos queda otra opción que aplaudir. Si siguiendo al líder caemos todos en un barranco, pues habrá valido la pena, porque seguir a Zapatero es un privilegio del que no somos conscientes del todo.
Y quizá sea por eso, porque no sabemos apreciar la suerte que tenemos que Corbacho se obligado a desviar las culpas a los bancos. Si antes convenía decir que eran los mejores del mundo, ahora son los culpables de la crisis. Ni el Banco de España, ni el ministerio de Economía tienen ninguna culpa. Si hay trabajadores en el paro, no es porque el gobierno no haya tomado las medidas adecuadas, es porque los empresarios los han despedido.
Los bancos son necesarios, aunque pueden obrar mejor o peor. Los empresarios son necesarios, pero sus actos pueden ser mejores o peores. El gobierno es necesario, pero si el presidente es Zapatero no hay que discutir nada de lo que haga.

jueves, 27 de agosto de 2009

Chávez, Chomsky y, al fondo, Uribe

He aquí que Noam Chomsky, cuya capacidad analítica no discute nadie, ha ido ahora a Venezuela ‘a ver como se está construyendo ese otro mundo posible’, lo que viene a ser lo mismo que si el Dr. Cavadas en lugar de trasplantarle una mano o una cara a un paciente, le cortara el cuello.
Chomsky ha mostrado su indiferencia hacia el sufrimiento de los venezolanos, no le importa tampoco que quienes aclaman a Chávez estén engañados, cosa que precisamente a él no se le puede escapar, ni le importa todo ese dinero que se malgasta en revolucionar y subvertir a otros pueblos y que debería ser empleado en cubrir necesidades.
Hugo Chávez ya no puede ser defendido intelectualmente, ya ha agotado todo el crédito que se le podía otorgar y ha despejado todas las dudas sobre sus intenciones. Ya sólo le queda el descarado uso en beneficio propio del resentimiento de las gentes, del eslogan, de la soflama encendida y de la bravata intimidatoria. El apoyo de Chomsky no puede servirle de nada a Chávez, porque sólo da risa. Algún problema debe de tener Chomsky cuando busca su propio descrédito.
A Chávez, como a todos los que emprenden la senda dictatorial, no le queda más opción que la huida hacia delante. Con su ataque a Colombia demuestra, por si quedaba alguna duda, que está de parte de los terroristas de las FARC. Los gobiernos de Venezuela, Ecuador y Bolivia apoyan a los terroristas y a Colombia le viene muy bien la ayuda de Estados Unidos.
Lo que acabarán consiguiendo Chávez y sus títeres es que Estados Unidos recobre en la zona el prestigio que se empeñó en perder. Colombia es el escenario en el que Estados Unidos puede mostrar sus nuevas formas y el miedo de Chávez a que esto ocurra puede acelerar su éxito.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Bien por Lidia Falcón

En un artículo titulado Inversiones y prioridades, publicado en El Periódico, Lidia Falcón cuenta las vicisitudes por las que atraviesa su amiga Francina Ribas, que acaba de cumplir 88 años y que a lo largo de su dilatada vida ha sufrido toda suerte de desgracias. He aquí una pequeña parte de su artículo:
‘Durante un tiempo pagó 39 euros mensuales para que la Cruz Roja le prestara el servicio de teleasistencia mediante el cual, en alguna ocasión, pudieron auxiliarla en una de sus crisis, pero ahora la Cruz Roja dice que no tiene voluntarios y ha dejado de ser abonada. La asistenta del ambulatorio de la Seguridad Social lo ha tramitado con el Ayuntamiento de Barcelona, pero le han contestado que hay muchas solicitudes y que ahora no tienen presupuesto.’
Los ciudadanos pagamos un buen sueldo a los políticos para que resuelvan problemas. Pero por lo visto a los políticos les ha dado por leer la Biblia y se han encontrado con el pasaje que dice ‘Creced y multiplicaos’, y se han multiplicado tanto que ya no queda dinero para atender a Francina Ribas. Ni a mucha otra gente que está, más o menos, en la misma situación.
No parece que estos problemas importen mucho a Ernest Maragall, a José Montilla, a Jordi Pujol, etc. Ellos tienen altos designios que cumplir. Y entre ellos está el de permitir que Carod viaje por el mundo regalando ese dinero que se niega a quienes lo necesitan. Todo sea por Cataluña.
Pero esas cosas ocurren en cualquier otro lugar de España. También deben de haber casos similares en la Comunidad Valenciana y no es de esperar que de conocerlos Camps se indignara tanto como cuando se vio involucrado en un caso de corrupción. La cuestión no presenta dudas. Este es el interés que tiene nuestra clase política por las personas en apuros.

martes, 25 de agosto de 2009

Corbacho descubre el pastel

El ministro Corbacho ha arremetido contra los bancos y les ha acusado de ser los culpables de la crisis que padecemos. A estas alturas ya sabemos que los bancos y las cajas no observaron la prudencia con la que se desenvuelven ahora. Pero el ministerio de la Vivienda recomendaba comprar pisos cuando más caros estaban. Corbacho no ha dicho nada acerca de ese punto.
Corbacho echa la culpa de este desastre en el que estamos a los bancos, pero no hay ningún banquero en la cárcel y ni siquiera se les ha acusado de nada formalmente. Lo que significa que no han hecho nada ilegal y no habiéndose dado este caso las críticas sobran. Con su actitud, el señor ministro ha descubierto el pastel: el gobierno no sabe combatir la crisis. Si nuestros gobernantes fueran señores reconocerían públicamente esta realidad y pedirían ayuda al resto de las formaciones políticas; puesto que no lo son, buscan cabezas de turco. Atacar a la banca es un recurso fácil.
Los bancos son sociedades anónimas y su función es la de ganar dinero. Son los políticos quienes marcan las reglas que rigen los negocios y son los políticos quienes deben controlar que se cumplan esas reglas. A los bancos les pueden cuentas los accionistas; sus clientes pueden optar por cambiar de entidad; los particulares no tienen ningún derecho a pedirles cuentas a los bancos y quien crea que las cosas no son así, que pruebe a hacerlo. A quienes han de pedir cuentas, los ciudadanos, es a los políticos. Pero ningún político español ha dado la cara. Más culpa que los bancos tienen los ayuntamientos que han dado las licencias de obras. Más culpa que los bancos tienen las cajas de ahorros, que están vinculadas a los políticos. A ningún político de ningún partido le dio por pensar en lo catastrófico que resultaría para muchos ciudadanos que estallara esa burbuja inmobiliaria que estaban creando. Las afirmaciones de Corbacho son impropias de un ministro. Y del presidente que las ordena o consiente.

lunes, 24 de agosto de 2009

Miguel Bosé, en su jardín

En cierta ocasión, una señora chilena comentaba que se había visto obligada a abandonar su país por culpa de Pinochet, del que tuvo que escapar a toda prisa. Y a continuación narró una serie de desmanes del propio Pinochet. Cuando terminó su discurso, otro de los asistentes desveló que él había escapado de Fidel Castro. ¡Ah!, no, lo que ocurre es que tú eres un blando, respondió la chilena, y comenzó a alabar al régimen cubano.
Para algunos, matar está bien o está mal según quien lo haga. Raúl Rivero, que también debe de ser otro blando, estuvo en las cárceles de Castro y en como en ellas sólo se le permitía escribir poemas de amor parió
Corazón sin furia. Miguel Bosé, que no está en ninguna cárcel, escribió un artículo en El País, titulado ‘La paz no es rentable’, en el que dice que los cubanos que viven en Miami tienen rencor. A lo mejor es que desean volver a Cuba y no pueden, obviamente, o tienen familiares muertos o encarcelados.
En ‘La puerta de la esperanza’, libro póstumo de Juan Antonio Vallejo-Nágera, se dedica mucho espacio a Luis Miguel Dominguín. En uno de los pasajes se cuenta que en la capilla había una cabeza de ciervo, situada de tal modo que cuando el sacerdote que oficiaba la misa se dirigía a los fieles su cabeza parecía adornada por los enormes cuernos del animal. No se cuenta en el libro que el sacerdote se quejara, de lo que quizá se deduce que le pagaban bien. En esta ocasión el hijo de Luis Miguel pone los cuernos a la paz, de un modo nada bromista, y de lo que da idea es que toma a todos por tontos. En un pasaje de ese artículo dice que las relaciones entre Venezuela, Ecuador y Colombia se tensaron y él acudió allí con la música, para poner paz. ¿Explicaría en su canción que está feo que Venezuela y Ecuador apoyen a las FARC? No parece ser el caso, puesto que vive encerrado en el jardín de la Tontería.

domingo, 23 de agosto de 2009

El Dr. Cavadas

En una de las fotos que ha publicado la prensa estos días aparece el Dr. Cavadas con el consejero de Sanidad valenciano, Manuel Cervera. Cavadas está en una actitud normal, mientras que a Cervera se le nota tratando de hincharse, como un pavo real, para estar a la altura.
El empeño presenta alguna dificultad, porque mientras Cavadas ha llegado a lo que es por sí mismo, Cervera debe su cargo a quien lo ha nombrado. El divismo no tiene razón de ser en la política, esa es una lección que deberían aprender todos. Los políticos administran dinero público y su función es la de estar al servicio de los ciudadanos, no por encima de ellos.
En lo que respecta al trasplante de cara, en algunos de sus aspectos pionero en el mundo, Cavadas ha hecho su labor de forma impecable. Sin embargo, se ha deslizado algún error a la hora de salvaguardar las identidades de los implicados. No se puede exigir a nadie que lo haga todo bien, después de preocuparse por todos los detalles para que el trasplante saliera bien, un médico no tiene el porqué saber que a partir de un número mínimo de datos los periodistas pueden averiguar muchas cosas. Alguien debió preocuparse por los detalles burocráticos del caso y explicar a quienes debían comparecer ante la opinión pública qué datos se podían dar y qué había que callar.
Es evidente que si Cavadas ha llegado hasta donde está es porque goza de condiciones especiales, pero también es cierto que ha dado suficientes muestras de altruismo. Si la naturaleza ha sido generosa con él en este aspecto, ha sabido corresponder. Otros que también han sido agraciados, se muestran mucho más egoístas, incluso algunos hacen la pelota descaradamente al poder, con la evidente finalidad de lograr aún más beneficios.
Hoy por hoy, el Dr. Cavadas es una garantía.

sábado, 22 de agosto de 2009

La leal oposición española

Tenemos un gobierno tan disparatado que puede considerarse milagroso que todavía no se haya hundido del todo España. Pero no conviene cantar victoria, todo se andará. Mientras Alemania y Francia comienzan a salir de la recesión, en el caso español todo son dudas y temores. Demasiadas viviendas por vender conforman el panorama. Como es natural, nadie se ha hecho responsable de que se hayan construido tantas. Incluso Carod, ese irresponsable derrochador, habla de gasto responsable.
Y como Carod, los demás. Nosotros estamos mal y además asustados. Pero nuestros políticos todo lo hacen bien y no temen el futuro. Volviendo a la situación política española, la prueba concluyente de que el nivel ya ha bajado demasiado la proporciona el hecho de que Leire Pajín no se ve como sustituta de Zapatero. El simple hecho de que se lo haya podido plantear es suficientemente elocuente.
¿Y cómo es que un gobierno tan desastroso esté durando tanto? Obviamente, hay que fijarse en la oposición. Tras el 11-M, Mayor Oreja dijo las siguientes palabras: "esta acción, este atentado, sólo se ha producido con un objetivo determinado, que era destruir el gobierno del Partido Popular". Se olvidó por completo de las víctimas, poniendo de manifiesto que lo único que le importaba era conservar el poder. Durante toda la primera, y desastrosa, legislatura de Zapatero, prólogo de esta segunda, todavía peor, el PP, la leal oposición, siguió este mismo esquema: el poder era suyo y se lo habían quitado alevosamente. A los ciudadanos que les parta un rayo.
Ahora estamos en esa segunda y catastrófica legislatura (no sabe la Unión Europea lo que le espera con el acontecimiento planetario) y la leal oposición dice: es que nos espían. Claro, si los espían no pueden preocuparse por los problemas de los ciudadanos. No vaya a ser que les intercepten una conversación en la que hablen de cómo crear cientos de miles de puestos de trabajo y les roben la idea.

viernes, 21 de agosto de 2009

Propuesta a Pepe Blanco

O como más le guste que le llamen, Pepiño Blanco, por aquello de parecer asequible, o Don José Blanco, por lo de la cartera ministerial. Parecía que el flamante nuevo ministro, al tomar posesión de su cartera, había dado por finalizada su época zascandil, traspasando este papel a su sucesora que, dicho sea de paso, nos hubiera hecho reír bastante, si no fuera porque nos sale por un ojo de la cara.
Hablar de risa en este caso no es ninguna exageración. Baste recordar que el tal Pepiño explicó que había ocultado sus preferencias por Obama (que en el caso de Zapatero llega a devoción) para no interferir en el proceso americano. Y en el caso de su sucesora ya se habla de acontecimiento planetario. Lo del Dr. Cavadas al lado de las ocurrencias de este par no es nada. Lo malo es que lo de esos dos debe de ser contagioso y los de la oposición no se han vacunado.
Ahora, el tal Don José, Pepe o Pepiño propone subir los impuestos a los ricos, para pagar a los pobres. Había previsto antes que lo de los 420 euros sería una buena publicidad y esperaba el momento oportuno para darle salida. Pero ocurrió al contrario y ahora lo ha de arreglar, pero el arreglo lo han de pagar otros. Naturalmente que cuando habla de subir los impuestos a los ricos no piensa en él, sino en ‘otros ricos’. Pero hay un modo de resolver las cosas, en el que no ha caído el titular de Fomento. Dado que tenemos tan gran número de políticos y asesores en España, podría suprimir un diez, un veinte o el tanto por ciento que hiciera falta, hasta ahorrar el dinero que necesita para pagar a quienes realmente lo merecen. Los políticos que quedaran serían suficientes para seguir enredando.

jueves, 20 de agosto de 2009

Corrupción en Cataluña

Acaso la peor corrupción sea la que se hace a ojos vistas, puesto que al no esconder la acción quienes la perciben tienden a catalogarla como inevitable. Conviene advertir que si en Cataluña ocurren unas cosas en las demás se padecen otras similares. Quienes idearon el Estado de las Autonomías, proporcionando un poder excesivo, con relación a los demás, a los partidos nacionalistas y dando vía libre, por otro lado, a la arbitrariedad, se lucieron.
El gobierno catalán gasta ingentes cantidades de dinero en embajadas, subvenciona con grandísima generosidad la promoción del idioma catalán en la Comunidad Valenciana, sin que ningún medio catalán se rasgue las vestiduras por ello, mientras deniega las ayudas a sus propios silvicultores, según explica
Lluis M. Plana, en El Periódico, por falta de dotaciones presupuestarias.
Un buen número de catalanes vive la angustia del paro, o teme vivirla; otros empresarios y pequeños comerciantes han tenido que cerrar sus negocios; muchos sobreviven como pueden; los bosques se queman, a veces con dramáticas consecuencias. Pero el gobierno catalán tiene claras sus prioridades. Y no sólo el gobierno catalán.
Carod Rovira es el presidente en funciones de Cataluña y aprovecha la ocasión para hostigar al Tribunal Constitucional. La cosa tiene miga, puesto que el TC es un pilar básico de las instituciones en las que participa, y de las cobra. De esas instituciones saca el dinero que malgasta a manos llena. Si hostiga al TC es porque desconfía de él, en cuyo caso debe abandonar la política. Un político, ya sea el ministro de Justicia o bien el presidente de Cataluña, debe mostrar un total respeto al TC, aunque en su fuero interno piense otra cosa.
Esta forma de perpetrar la política lleva a pensar que o bien existen los milagros, puesto que lo normal es que hubiera habido ya una revuelta que obligara a cambiar las cosas, o que la prensa subvencionada logra tranquilizar al personal, al desviar la atención hacia otros asuntos, o entretenerlo con trifulcas sin interés. Aquí estamos todos mirando el dedo que señala el inmenso fraude político que soportamos.

miércoles, 19 de agosto de 2009

No hay para todos

La forma de hacer política en España cada día es más inquietante. Cabría tildarla de bochornosa, si no fuera por lo que hay en juego. Se anuncia una paga para los parados que hayan agotado su prestación, como explica Leire Pajín en su blog:
‘Un gobierno sensible y responsable, en mi opinión, no puede mirar hacia otro lado cuando las dificultades ante una situación de desempleo se convierten en palabras mayores a partir del momento en que se acaba la prestación.’
Y luego resulta que no es para todos, sino sólo para los que se queden sin subsidio a partir del 1 de agosto. Acaso, quienes idearon la campaña en el PSOE, no previeron que la liebre iba a saltar, o por lo menos no pensaban que saltara tan pronto. Quizá estaban entusiasmados pensando en los beneficios electorales que les iba a suponer tal derroche de bondad. Hay que creerlo así, puesto que la respuesta que han dado (aquellos a los que se les terminó el subsidio antes han tenido más tiempo para buscar trabajo) es francamente estúpida. A quien la ha dicho se le palpa el desconcierto, tampoco acaba de entender el quid de la cuestión y en busca de una respuesta lógica no ha podido encontrar otra mejor.
Ahora se anuncia que Zapatero estudia ampliar la ayuda. Era de esperar. Si toma una medida con el fin de ganar votos y resulta que por cada uno que gana pierde tres, no cabe ninguna duda que hará lo posible para que las cosas no queden así. La cuestión es que acaba de decir que ‘no hay para todos’, por lo que surgen nuevas preguntas: ¿De dónde sacará el dinero, entonces? Si ya ha hipotecado a nuestros nietos, nada le impide hipotecar a los nietos de los nietos. Cualquier cosa antes que afrontar la crisis. Ya se irá por donde ha venido. Lo único que le importa es ganar las próximas elecciones.

martes, 18 de agosto de 2009

El suicidio del Tribunal Constitucional

El Tribunal Constitucional perdió todo su prestigio, y al parecer para siempre, a raíz de aquella desafortunada decisión sobre el caso Rumasa. El que en ese momento era presidente del tribunal, dimitió avergonzado y regresó a Caracas. Pero ya su nombre ha quedado ligado para siempre a este asunto. Son muchos los cadáveres, metafóricamente hablando, que deja Felipe González a su paso. Y aún tiene la desfachatez de postularse como gran estadista.
Quienes, como Adolfo Suárez, son capaces de asumir riesgos y hacer sacrificios por el bien común, suelen ser defenestrados o traicionados por aquellos que se lo deben todo. Mientras que los egoístas, como Felipe González, saben asegurarse de que se les van a devolver los favores. Si la Justicia fuera independiente no hubiéramos a los extremos en los que nos encontramos. Probablemente, sabríamos quien es Mister X. Ni se hubiera expropiado Rumasa de aquella manera.
Ahora está pendiente la sentencia sobre el Estatuto de Cataluña. Pero sea cual sea la decisión que se adopte, será protestada vehementemente. Darla a conocer será algo así como un suicidio. Será la constatación pública de que ese Tribunal no tiene ningún crédito ni merece respeto a nadie. Si se hiciera una encuesta anónima entre los propios jueces españoles, no sería extraño que resultara que ni entre ellos tiene crédito.
Tampoco el ministro de Justicia respeta al Tribunal Constitucional. Ha hecho unas declaraciones, apremiándolo, que no son otra cosa que un guiño a los catalanes. Es como darle una patada al culo a alguien, porque sabe que ello va a gustar a quienes lo están mirando. Pero se entiende perfectamente que al ministro le interesan menos los catalanes que su voto.
Ha llegado la hora, aunque los políticos no lo quieran ver, de parar la máquina y rediseñar por completo la democracia. Para que lo sea de verdad.

lunes, 17 de agosto de 2009

Del Ebro para abajo

Son muchas las cosas que han dicho los prelados vascos, tantas que llegado el tiempo pueden alegar que ellos siempre han dicho eso; eso y lo equidistante y lo parecido y lo otro. Realmente, saben hilar fino. Tan fino que al PNV nunca le han afeado su comportamiento y, claro, ahora que el actual gobierno vasco está haciendo lo que debe, en lo que al entorno de los etarras se refiere, están quedando al descubierto tanto el PNV como ese clero vasco con el que tan bien se ha llevado siempre.
Tanto al clero como al PNV hay que decirles que no basta con las palabras, los hechos son más importantes. La realidad demuestra que el entorno etarra ha venido gozando de impunidad, que ha llegado a creerse que ETA tenía motivos para existir y que era de justicia que hubiera algún partido que apoyara la causa etarra. Por tener consecuencias tan trágicas este estado de opinión, debería haberse dejado bien claro que las cosas no son así.
Erkoreka, fiel a la montaraz línea de su partido, ha dicho que el PP y el PSOE sólo buscan el aplauso del Ebro para abajo. Eso de querer separar a los cristianos entre los que viven al norte del Ebro y quienes lo hacen al sur, que es el habitual método del que se valen los peneuvistas para captar votos, no debería sentar nada bien al clero vasco, que debería haber saltado de inmediato cada vez que se hubiera tratado de establecer algún tipo de prevalencia entre unas personas y otras, o sea, cada vez que se hubiera hablado de nosotros y ellos. Pero es que lo ha dicho Erkoreka es tremendo también porque lo mejor que se puede hacer por los vascos es erradicar el terrorismo definitivamente. Los obispos nunca han dicho a los directivos del PNV lo que merecen que se les diga.

domingo, 16 de agosto de 2009

Un periodista se harta

El periodista Bru Rovira ha dejado La Vanguardia, según explica él mismo, porque no le gusta la situación que atraviesa la prensa. Pero la cosa tiene muy mal arreglo. Hoy, cada periódico se mueve dentro de su parcela ideológica. Todos tienen poco margen de maniobra porque dependen en grado sumo de las subvenciones. A la vista de sus contenidos se puede pensar de algunos que dependen exclusivamente de las subvenciones. No es raro que algún dirigente político telefonee al director de un periódico para quejarse por algún artículo aparecido en el medio.
Dado este estado de cosas podría pensarse que el medio que apueste por la libertad y se lance a informar sin más pretensión que esa tendría el campo abonado para ganarse la audiencia de inmediato. Pero las cosas no son así y la prueba es que no lo hace nadie. O casi nadie. En España no hay hábitos democráticos y entre eso y los años de euforia que hemos vivido nos hemos deslizado de la ilusión por la democracia al sectarismo más descarado. La euforia, que lleva al relajamiento y de ahí a la búsqueda de lo fácil, propiciando que de la preocupación por las personas se pase a la preocupación por lo que piensan las personas. Es mucho más descansado juzgar a alguien según la ideología a la está adscrito, que tener que estar pendiente de sus actos.
Los lectores de periódicos españoles lo que buscan es reafirmar las ideas que ya tienen a priori y de ahí resulta que quienes no se sonrojan por darles a sus lectores exactamente lo que quieren logran gran audiencia. Y ese es el juego en que no quiere entrar Bru Rovira. Lo cierto es que las ideas no definen a nadie, porque todo el mundo tiene derecho a equivocarse. Lo que importa es la intención con la que se hacen las cosas. Hay gente bienintencionada en la derecha y en la izquierda.

sábado, 15 de agosto de 2009

El papel de la justicia

En su blog, El bastón de Tiresias, el Profesor de Derecho Penal Rafael Fontán hace unas consideraciones muy acertadas sobre el funcionamiento de los tribunales de justicia españoles. Por mi parte, añado que estoy conforme con que se persiga al entorno etarra y que se impida hacer apología del terrorismo. Dicho esto, me apoyo de nuevo en el bastón de Tiresias para convenir con su propósito, puesto que esto no se hacía antes. Se conoce que ahora ha habido una orden del poder político.
El profesor de Derecho Constitucional, Jesús Neira, recordaba ayer en El Mundo, en su artículo titulado ‘La democracia ausente’, que el sistema político español no es democrático, puesto que no se dan las condiciones para que pueda ser considerado así. Una de las condiciones que faltan para que lo sea es la independencia del Poder Judicial respecto del político. Al no darse, es fácil interpretar que los jueces no están al servicio de la justicia, sino del poder. Los jueces deberían haber impedido que se hiciera apología del terrorismo por sí mismos y desde que comenzó a ocurrir.
Según los casos y sentencias que comenta el profesor Fontán, puede pensarse que la justicia no tiene como misión castigar el delito, sino perseguir a los malos. Un ciudadano puede pensar que dependiendo de quién sea el acusado se emite una sentencia u otra. A este respecto conviene recordar que con ocasión de los casos judiciales en los que se han visto inmersos algunos políticos, enseguida ha salido a relucir la adscripción política de los jueces, unos nombrados a dedo por el PSOE y otros por el PP. En estas condiciones, evidentemente, muy desesperado ha de estar un ciudadano para acudir a la justicia, puesto que no tiene demasiados motivos para tener fe en ella. ¿Sería mucho pedir a los partidos políticos que se concediera independencia total a la Justicia?

viernes, 14 de agosto de 2009

La carta del día de El Periódico

La carta destacada de hoy de El Periódico es una titulada ‘Las enfermedades invisibles y olvidadas’, en la que se refiere concretamente al síndrome de fatiga crónica, sobre la que dice que la ciencia ya ha proporcionado avances que no deberían ser olvidadas por las autoridades sanitarias. Lo cierto es que las enfermedades que afectan a poca gente no tienen más interés que el humano.
Las industrias farmacéuticas, lógicamente, tienen más interés por las enfermedades multitudinarias, que son las que les pueden dar beneficios. Pero en quienes tenemos depositada la confianza los ciudadanos es en los políticos. Ellos son quienes deberían arbitrar las medidas para que ninguna enfermedad se quedara sin investigar. Sin embargo, lo que dan a entender los políticos españoles con su actitud es que el orden de sus prioridades es el siguiente: El afán por subirse el sueldo y garantizarse el futuro ocupa el primer lugar. El segundo lugar de su interés corresponde al gusto de llamarse corruptos unos a otros. Cabe pensar que esas dos actividades deben de ser agotadoras, puesto que poco más se ve que hagan, salvo a algún diputado al aún le quedan fuerzas para protestar porque alguien les ha llamado parásitos.
Los políticos suelen ser muy hábiles haciendo propaganda, eso sí. Por ejemplo, la que hacen para animar a la gente a dar sangre. Es muy tentadora. Pero ellos parecen estar inmunizados para esta clase de tentaciones. Yo suelo dar sangre siempre tengo tiempo, este año he conseguido ir todos los meses. Nunca jamás he coincidido con un político y no será porque hay pocos de ellos en Valencia, por lo que estadísticamente es difícil. Lo que ocurre, probablemente, es que no van. Ellos tienen cosas muy importantes en qué pensar. Por eso, están bien cartas como la citada, para recordarles que hay gente que sufre y que precisa que se le preste atención y apoyo.

jueves, 13 de agosto de 2009

El aborto y la objeción de conciencia

En un ensayo sobre el aborto, en el que se declara favorable a su legalización y a que la capacidad para decidir recaiga por completo en la mujer, Natalia Ginzburg dice textualmente ‘Abortar es matar. El derecho a abortar debe ser el único derecho a matar que la gente debe pedir a la ley.’ Nada que ver con lo expuesto por Bibiana Aído: ‘Un feto no es un ser humano. Eso no tiene base científica.’
Hoy en día hay anticonceptivos de todo tipo y mucha más información sexual que en tiempos pasados, de modo que no debería llegarse al extremo de tener que abortar. Pero si se llega a este punto, todavía queda la posibilidad de dar en adopción al hijo que está en camino, sin que él hubiera pedido que lo concibieran. ¿Por qué negarle el derecho a vivir una vez que se ha materializado esta posibilidad de vida? Si la futura madre se sabe sin fuerzas para llevar a cabo el esfuerzo que requiere criar un hijo, no necesita negarle la posibilidad de que intente vivir con otras personas. Sin olvidar que también puede darse un ‘acontecimiento planetario’ y el bebé en cuestión resulte ser alguien admirable que salve a la humanidad de la catástrofe hacia la que nos dirigimos.
Dadas así las cosas, es una imposición intolerable que se obligue a los médicos que no quieran hacerlo a practicar abortos. Si cabía la objeción de conciencia para no hacer el servicio militar, mucho más sentido tiene que se acoja a ella un médico en el caso del aborto. Es posible que las feministas furibundas no estén conformes con esto. Sin embargo, yo admiro a las feministas de los primeros tiempos, aquéllas que corrían riesgos y padecían incomodidades por serlo. Hoy, el riesgo lo corren esos médicos que se oponen al poder.

miércoles, 12 de agosto de 2009

¿Conviene hablar de ETA?

Hace unos años, los medios se plantearon la idea de llegar a un acuerdo entre todos para silenciar en lo posible a ETA, relegándola a las páginas de sucesos y en letra pequeña, dada la evidencia de que lo que persigue la banda es publicidad. Pero se vio que se trata de un empeño imposible.
Por otro lado, conviene saber que ETA por sí misma no va a ninguna parte. Es el oxígeno que se le proporciona, consciente o inconscientemente, por interés, ignorancia o miedo, lo que le permite subsistir. Y hay que hablar de ETA para desenmascarar a quienes la ayudan a respirar. Va siendo hora de que quienes observan una exquisita equidistancia entre el dolor de los familiares de los etarras presos, que han de viajar lejos para visitarlos, y el dolor de las víctimas opten definitivamente por las últimas y cierren de una vez y para siempre las puertas de los templos a los etarras y sus seguidores. Deberían excomulgar a los etarras y a quienes no les condenen expresamente y sin subterfugios. Deberían los jesuitas explicarle a Arzallus que como no se sitúe exactamente de parte de ‘los otros’ en contra de ETA, emitirán un comunicado lamentando que haya sido uno de los suyos.
Deberían los obispos instar al PNV a situarse al lado del gobierno vasco en la lucha contra ETA, puede discrepar en todo lo demás. Mientras no sea así, la Iglesia vasca debería mostrarse abiertamente en contra del PNV. Hay que exigir las palabras y los hechos. Conviene tener en cuenta que la banda, mientras disponga de una mínima organización, seguirá matando. Nació para eso y no sabe hacer otra cosa. Todo lo que no sea perseguirla y asfixiarla es como echar gasolina al fuego. Los etarras y sus amigos siempre están tratando de crear resquicios por donde entre el aire que les permita respirar. Se les reconoce enseguida.

martes, 11 de agosto de 2009

Urkullu se gana su jornal

El suyo, evidentemente, para lo cual necesita distraer la atención del personal. El hecho de algún asunto presente un color absolutamente blanco no es bueno para sus intereses, así que se aplica en barnizarlo con algún gris, cuanto más oscuro mejor. Siguiendo este guión, hace unos días Urkullu criticó a ETA, como no podía ser menos, pero al mismo tiempo, defendió el ‘diálogo’ con la banda, por aquello de que hay que hablar hasta con el diablo. El viejo truco de repartir las velas a partes iguales.
Siendo evidente que a ETA hay que aislarla, quitándole todos los apoyos, llega el PNV y dice que no, que hay que hablar con ETA. Pero no porque convenga a los ciudadanos honrados, cosa que no ocurre, sino porque conviene a la banda. Se ha dicho ya muchas veces que ETA no atenta en Francia porque allí carece de todo apoyo popular. Ningún partido político francés, en el caso de que ETA atentara allí, se atrevería a pedir para los presos etarras el estatus de presos políticos. Quienes lo hicieran serían considerados inmediatamente como canallas.
Dijo también Urkullu que hay una estrategia de Estado para desalojar al PNV de los ayuntamientos y para decir eso debe de haberse forrado primero la cara de vaqueta, puesto que su partido no ha disimulado jamás su empeño en expulsar del País Vasco al Partido Popular. Mejor sería que diera órdenes a los ayuntamientos gobernados por su partido para que eliminaran de una vez esos carteles tan repugnantes que los simpatizantes de los etarras colocan con el mismo desparpajo con el que él trata de sembrar la confusión.
Le guste más o le guste menos a Urkullu, por primera vez se puede asfixiar a la banda, se espera que pronto los ciudadanos decentes pierdan el miedo, y sin miedo el País Vasco puede ser un lugar tan maravilloso como cualquier otro.

lunes, 10 de agosto de 2009

Díaz Ferrán propone bajar los salarios

Gerardo Díaz Ferrán ha concedido unas declaraciones en las que, entre otras cosas, afirma que se deberían bajar los salarios en, al menos, un uno por ciento. Y es que los trabajadores constituyen la parte débil del engranaje. Puede decirse que los trabajadores y los empresarios son elementos productivos del sistema. Y que todos los políticos y asesores que exceden del número necesario para que el sistema funcione son parásitos. Pero es más fácil proponer que se bajen los salarios que alegar que el mantenimiento de la clase política española nos sale muy caro.
Muchos trabajadores y muchos empresarios no se endeudaron, o se endeudaron poco, ni gastaron más de la cuenta en los años de la euforia. No son responsables, por tanto, de la crisis. Y sin comerlo ni beberlo, algunos de esos empresarios han visto como sus empresas se iban a pique y algunos de esos trabajadores han sido despedidos o han quedado en la calle porque las empresas en que trabajaban han quebrado. Y quienes desde sus concejalías de Urbanismo, con la aquiescencia de los líderes de sus partidos, han estado hinchando la burbuja inmobiliaria no han sufrido ningún castigo y hasta es posible que se tengan como víctimas.
No son ellos los únicos culpables, se les cita para dejar constancia de que es posible establecer una escala de responsabilidades con relación a la crisis. No es justo que se haga pagar más a quien menos culpa tiene. Hay muchos organismos públicos que habría que suprimir de inmediato y hay muchos grandes sueldos en las empresas que no deberían ser tan grandes, porque en bastantes casos quienes los perciben tienen bastante responsabilidad en la crisis. Eso de decir lo que conviene y callar lo que interesa, sobre todo en tiempos difíciles, puede llevar a callejones sin salida.

domingo, 9 de agosto de 2009

Los irresponsables se suben el sueldo

Aún no hemos salido de la crisis y ya se está gestando la siguiente. Aquellos bancos americanos que sin ayudas estatales se hubieran ido al garete ya respiran. Como consecuencia, están devolviendo el dinero al gobierno, pero lo hacen para que sus directivos se puedan poner los sueldos que quieran. Naturalmente que tienen excusa para eso. Las excusas de los poderosos siempre tienen mejor fortuna que las de los pobres. Si un pobre dice que no ha pagado la cuota de su hipoteca porque su hija de dos años tenía hambre, no cuela la excusa.
Las modas que surgen en Estados Unidos suelen seguirse en todo el mundo, también en España, de modo que a lo mejor ésta ya está aquí y no nos hemos enterado. Alegan que si no tienen sueldos altos se van a la competencia. ¿Y qué ocurriría entonces? Siendo en gran parte responsables de la crisis, puesto que tenían todo lo que se necesitaba para preverla, en lugar de tratar de impedir que llegara la propiciaban, empujaban hacia el abismo. Luego, metieron a Madoff en la cárcel y con ello ya dan por saldada la cuenta. Alguien tenía que pagar.
Se conoce que si no se consienten los caprichos de los duros de corazón el mundo no gira. Necesitan incentivos para centrarse en su tarea, esos mismos incentivos que al actuar como las orejeras de los burros les llevaron a mirar sólo hacia el bocado apetecido, olvidando todo lo demás, y que acabó por provocar el desastre económico en el que estamos metidos, muchos sin comerlo ni beberlo. Las propuestas que se hacen entre las personas sensatas consisten en mantener los dichosos incentivos o bonus, pero añadiendo una penalización o malus para el caso de que de sus decisiones se derive alguna pérdida o calamidad. Pero no consta, sin que se sepan los motivos, que hayan incorporado este detalle. ¿Será porque no se chupan el dedo?