En una entrevista concedida a Periodista Digital, Santiago González ha dicho que no teme por la libertad de expresión, porque habrá un número suficiente de personas que no se dejará amordazar. Sin embargo, esta misma afirmación significa que se conforma con muy poco. Ni la libertad de expresión ni la democracia están consolidadas en España. Baste como prueba la frase de Zapatero que saca a relucir: ‘voy a hacer una democracia ejemplar’.
El propio presidente del gobierno no sabe lo que es democracia. No hay más que ver lo disciplinado que está su partido, nadie se atreve a contradecirle. Lo cierto es que España no hay censura, pero abunda la autocensura. Por lo general, se mide al milímetro lo que se puede decir y lo que conviene callar. Grandes periodistas, de méritos contrastados y habilidades demostradas, hacen la pelota abiertamente a los directores de sus periódicos o a los políticos de su cuerda.
La libertad de expresión existe, pero hasta cierto punto. Por muy embobado que esté alguien con Zapatero, por ejemplo, tiene que convenir en que la frase anterior es una bobada. Es imposible que haya una sola persona que esté conforme con todo lo que hace Zapatero, pero no se oye en su entorno ni una sola crítica a su gestión. Tampoco en el de Camps o en el de Chávez, o Ibarretxe. La libertad de expresión existe en los blogs, a los que ahora se les reprocha que no generen noticias, como si una persona pudiera hacer el trabajo de un equipo.
La democracia y la libertad de expresión se han de conquistar, nos las hemos de ganar los ciudadanos día a día, no podemos conformarnos con los que nos dan, porque en este caso siempre nos dan menos de lo que corresponde. Pensar que no están en peligro es ponerlas en peligro de desaparición.
El propio presidente del gobierno no sabe lo que es democracia. No hay más que ver lo disciplinado que está su partido, nadie se atreve a contradecirle. Lo cierto es que España no hay censura, pero abunda la autocensura. Por lo general, se mide al milímetro lo que se puede decir y lo que conviene callar. Grandes periodistas, de méritos contrastados y habilidades demostradas, hacen la pelota abiertamente a los directores de sus periódicos o a los políticos de su cuerda.
La libertad de expresión existe, pero hasta cierto punto. Por muy embobado que esté alguien con Zapatero, por ejemplo, tiene que convenir en que la frase anterior es una bobada. Es imposible que haya una sola persona que esté conforme con todo lo que hace Zapatero, pero no se oye en su entorno ni una sola crítica a su gestión. Tampoco en el de Camps o en el de Chávez, o Ibarretxe. La libertad de expresión existe en los blogs, a los que ahora se les reprocha que no generen noticias, como si una persona pudiera hacer el trabajo de un equipo.
La democracia y la libertad de expresión se han de conquistar, nos las hemos de ganar los ciudadanos día a día, no podemos conformarnos con los que nos dan, porque en este caso siempre nos dan menos de lo que corresponde. Pensar que no están en peligro es ponerlas en peligro de desaparición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario