miércoles, 26 de agosto de 2009

Bien por Lidia Falcón

En un artículo titulado Inversiones y prioridades, publicado en El Periódico, Lidia Falcón cuenta las vicisitudes por las que atraviesa su amiga Francina Ribas, que acaba de cumplir 88 años y que a lo largo de su dilatada vida ha sufrido toda suerte de desgracias. He aquí una pequeña parte de su artículo:
‘Durante un tiempo pagó 39 euros mensuales para que la Cruz Roja le prestara el servicio de teleasistencia mediante el cual, en alguna ocasión, pudieron auxiliarla en una de sus crisis, pero ahora la Cruz Roja dice que no tiene voluntarios y ha dejado de ser abonada. La asistenta del ambulatorio de la Seguridad Social lo ha tramitado con el Ayuntamiento de Barcelona, pero le han contestado que hay muchas solicitudes y que ahora no tienen presupuesto.’
Los ciudadanos pagamos un buen sueldo a los políticos para que resuelvan problemas. Pero por lo visto a los políticos les ha dado por leer la Biblia y se han encontrado con el pasaje que dice ‘Creced y multiplicaos’, y se han multiplicado tanto que ya no queda dinero para atender a Francina Ribas. Ni a mucha otra gente que está, más o menos, en la misma situación.
No parece que estos problemas importen mucho a Ernest Maragall, a José Montilla, a Jordi Pujol, etc. Ellos tienen altos designios que cumplir. Y entre ellos está el de permitir que Carod viaje por el mundo regalando ese dinero que se niega a quienes lo necesitan. Todo sea por Cataluña.
Pero esas cosas ocurren en cualquier otro lugar de España. También deben de haber casos similares en la Comunidad Valenciana y no es de esperar que de conocerlos Camps se indignara tanto como cuando se vio involucrado en un caso de corrupción. La cuestión no presenta dudas. Este es el interés que tiene nuestra clase política por las personas en apuros.

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