A Ábalos se conoce por otro nombre que no he querido poner en el título. Aparte de que es normal que le tenga celos al que pusieron en su lugar por el lógico motivo de que es igual de faltón. Lo pusieron para eso, para que insulte sin parar, cosa que hace, porque se conoce que le gusta, como también le guata al Felón, no ya que insulten por él, sino insultar. El Felón es grosero, cobarde y huidizo.
El homínido me tiene bloqueado en X, pero me enteré cuando seguramente ya llevaba tiempo así. Lo tenía que enlazar y fui a su sitio para asegurarme de que ponía el enlace bien y entonces me enteré. O sea, que tiene funcionarios cuyos sueldos contribuyo a pagar, igual que los de los ministros, que se dedican a husmear quién habla de sus jefes y qué es lo que dice. Ni conocen los conceptos ni tienen vergüenza y con estos bueyes hemos de arar.
Creo que todos los gubernamentales, y algunos ex, deberían ir a la cárcel, salvo que puedan huir a países sin tratado de extradición, pero ahora mismo Ábalos está más cerca de ir que el homínido. Por cierto, a Ábalos, que tiene muchas sobrinas, se le conoce por un nombre que comienza por p. El homínido habrá hablado de él en forma despectiva, imitando a su jefe, lo que habrá despertado el instinto asesino del macho alfa. Digamos, mientras tanto, que España está hecha unos zorros, porque estos gubernamentales lo único que saben hacer bien es el mal. Todo lo que depende del homínido, que es de quien hablamos, parece hecho por un orangután, y me refiero a este animal porque supongo que no sabe leer. Ábalos, en cambio, sabe tratar a sus sobrinas. Les venía pagando, y quizá lo sigue haciendo, con el dinero de los impuestos.
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