Se puede discernir que los otros ministros están en su papel, o sea, obedeciendo órdenes de Sánchez y se puede pensar que algunos disfrutan haciendo el mal. Quizá haya algún otro caso que ahora mismo no se me ocurre, porque algunos no es que hacen daño, sino que siguen el guion de su ideología, pero en el caso de Mónica García, la MEMA, la cuestión es totalmente distinta. A ella no le importa que el Felón quiera eso, sino que le viene de maravilla que sea su deseo. Comparte con él su odio a Ayuso, de modo que ante cualquier problema le echa un lazo al cuello a su rival. Además, ahora no la tiene que soportar en la Asamblea de Madrid puesto que desde que la hicieron ministra tiene su propio púlpito desde el que lanza puñaladas, que sabe que hacen daño porque perjudican a mucha gente. Lo que quiere.
Tiene huelga de médicos, que se va a prolongar durante cuatro días, pues ella, de paso, ataque a Ayuso, con insulto incluido, que sabe que es injusto e innecesario, pero allá que ha ido. No es como Marlasca, que se arrastra por el suelo, sino que lo hace mucho peor, que es difícil, y además disfruta, y seguramente se detiene de vez en cuando a contar las bajas causadas, las sufridas no le importan.
Pero esta gente tiene algo en lo que no ha caído. Zapatero ya debe de estar temblando, pero no solo él, hay más españoles metidos en el saco. Quiero decir que los del Felón todavía creen que pueden manipular las cosas en España y enderezar su rumbo. Pero al igual que Maduro menospreciaron a Corina y ocurre que los ha derrotado a todos. Van a ir cayendo. Lo que ha hecho esta mujer es sensacional, nada que ver con la MEMA, y ahora la apuesta es saber si los de aquí van a caer antes por lo de Venezuela o por lo de España.
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