domingo, 28 de diciembre de 2025

El homínido, a lo suyo

 

Evidentemente, lo del homínido no es lo mío. Lo suyo es hacer la pelota al jefe, que actualmente es el Felón. Ignoro quién sería antes y quién después, porque incluso si va a la cárcel, lo cual no me sorprendería, tendría otro, o acaso el mismo.

Este sujeto, ministro de Transportes y no sé qué más, cuyo apellido es Puente, aprovecha cualquier circunstancia para hacerse grato al amo, sin fijarse en si merece la pena esperar unos días o una ocasión afortunada. Hay muchos motivos que podrían permitir una muestra de ingenio, si tuviera, un detalle de elegancia, que es más difícil todavía para él. Ha preferido el comentario grosero, sin esperar a más, y sin mirar si lleva la camisa limpia, lo cual mirándole la cara resultas dudoso.

El Rey hizo un discurso elegante, medido, explicando las cosas por encima, porque ni la ley ni el gobierno le permiten más. Habría que preguntarles a los redactores de la Constitución por qué lo dejaron tan constreñido, tan al pie de los caballos -habría que decir de los asnos, habida cuenta de los zotes que abusan de él-, aunque en realidad habría que preguntarles muchas cosas, pero ahora no viene a cuento abordar esos puntos. En cuanto caiga el Felón habrá que ir haciendo un memorial, que a los responsables les ha de sentar muy mal, sin duda.

El homínido no tiene vergüenza, ni educación, ni respeto por nada ni por nadie. Dice sus barbaridades para que se ría uno, que sin duda lo hace, pero lo que dice también debería ofender a ese, que lo hace, aunque aparente que no se da cuenta. En cualquier otra democracia habría tenido que abandonar el cargo, como sus compañeros de gabinete, pero eso no ocurre en España, porque nos clavaron una Constitución infame, que no protege a los ciudadanos, sino al PSOE.

Esos libros míos




sábado, 27 de diciembre de 2025

Bolaños y la comunidad cristiana

 

El ministro tonto (aunque en realidad todos los ministros son tontos) ha felicitado a la comunidad cristiana, así, como si acabara de llegar en patera, por este día que conmemora el nacimiento de Jesús. Hay que perdonárselo, porque es ministro por tonto, de modo que no tiene más remedio que reafirmar esta condición una y otra vez. Creo que todo el mundo sabe de su tontería excepto González Pons, que intenta colocar a sus peones en todas partes, a su hijo con Pepiño Blanco, que, dicho sea de paso, debe de tener el corazón más negro que el carbón. No obstante, es noble: se calló que su favorito era Obama para no influir en los votantes.

Volvamos a Bolaños, porque con Pepiño podemos estar toda la vida jugando al gato y el ratón. El caso es que el multiministro, porque es torpe pero tiene varios ministerios en los bolsillos, y no se le escapa una: por ejemplo, tiene la Cruz en el avatar del Ministerio. ¿Cómo es posible que un fulano que es ministro de varias cosas desconozca todo de la historia de España y no sea consciente de la tremenda realidad del cristianismo en las decisiones e impulsos de los españoles por el mundo? Los españoles llevaron la cruz al nuevo mundo, explicaron la doctrina, se acompasaron como pudieron. ¡Claro que no fue todo perfecto! También lucharon contra los otomanos. Anteriormente, en las tierras patrias se dieron ocho siglos de luchas entre el catolicismo y los sarracenos. Otra cosa es que hoy en día la casta dominante pretenda agraviar a los católicos, que, pocos o muchos, llevan en sí toda la historia de España, que se dice pronto, pero no es grano de anís.

A lo mejor Bolaños no tiene ni idea de lo que he contado, pero le da igual: su intención es tener contento al Felón, y eso lo ha conseguido.

Esos libros míos





viernes, 26 de diciembre de 2025

Kaspárov, en busca y captura

 

Que el mundo está cambiando a pasos agigantados es un hecho. No se entiende que un criminal de guerra, como lo es Putin, pueda dictar una orden de detención contra un ciudadano que reside en otro país, porque si estuviera en Rusia ya habría recibido su ración de veneno. Kaspárov está criticando a Putin, pero también a Trump, por su política bravucona.

Está muy bien que se cargue a Maduro, que es otro criminal de guerra, aunque todavía no lo ha hecho, y tampoco sabemos si lo va a conseguir, aunque todo apunta a que sí, pero los tiempos corren y el granuja tiene a mucha gente en la cárcel, y este sitio en Venezuela consiste en ser torturado y castigado día sí y día también. Maduro es igual que Putin, un criminal de guerra, un asesino, un torturador. Hay que quitarlo del cargo, porque perdió las elecciones. Sobre todo, para salvar vidas.

Las cosas con el venezolano están más que claras, aunque nadie sabe cuál es la estrategia mediante la que el estadounidense cumplirá su amenaza. Con Putin no hay nada claro. Es igual de asesino que Maduro. No puedo evitar el recuerdo de su víctima más famosa, Navalny, al que el truhan cree que ha derrotado. No es así, es un héroe que con tal de no entrar en diálogo con el ruso se dejó atrapar y luego matar. ¿Existe el otro mundo? Allí estará él, como un héroe. En cualquier caso, tanto si existe como si no, es una víctima injusta. El mayor honor. Su verdugo, Putin, criminal de guerra, acusa a Kaspárov de estar a favor de Ucrania. Pues, claro. Ucrania es la nación invadida y el mundo occidental no se da cuenta de que lo ucranianos combaten por Europa. Putin, en modo alguno, se iba a detener ahí. Habría que armar a Ucrania y mandarle soldados de refuerzo para que la guerra se acabe enseguida.

Esos libros míos




jueves, 25 de diciembre de 2025

Zelenski ha hecho su propuesta

 

Cuestión distinta es que Putin acepte. Ha dicho Zelenski que si Rusia hace lo mismo, está dispuesto a retirar las tropas que tiene en el Donbás. Pero eso es imposible, porque su enemigo no es un dirigente, sino un mafioso que gobierna gracias al apoyo de otras mafias. Cualquier titubeo suyo puede ser aprovechado por sus ‘socios’.

No hay nada que hacer. La única solución consiste en que la Unión Europea se configure rápidamente como un único Estado y con la mayor velocidad organice un ejército capaz de parar los pies a los soviéticos. A Putin le da igual que muera media Rusia o Rusia entera, siempre que queden en pie los jóvenes que tiene que mandar a luchar. Esa es la realidad. Ahora bien, tener enfrente a un ejército capaz de vencer a su país es un freno muy disuasivo. Y no hay otra opción, porque Trump no va a erigirse en defensor de la UE, sino que en todo caso aprovechará su debilidad para imponer su ley.

Puestas las dos cartas de la baraja frente a frente, queda ahora explicar la última barrabasada del dictador ruso, que ha lanzado una orden internacional contra Kaspárov, por terrorismo. O sea, que encima que es un sátrapa acusa a otros de terrorismo, porque a él le da la gana. El agresor es Putin y supongo que todo el mundo recuerda que se lanzó al ataque pensando que Zelenski se rendiría enseguida, pero le salió mal porque el ucraniano, un cómico entonces, recuperó su traje de héroe y lo que iba a ser una guerra de dos semanas ya lleva casi cuatro años, puesto que empezó el 24 de febrero de 2022. Es un fracaso total de Putin. Y de la UE, que lleva todo el tiempo mirando la guerra sin ver lo que esconde, porque Rusia no se va a parar en Ucrania.

Esos libros míos





miércoles, 24 de diciembre de 2025

Rusia está evacuando a las familias de sus diplomáticos

 

Lo cual significa que Putin ha comprendido que la cuestión es más que candente, puesto que ninguno de los asesinos venezolanos desea ponerse ante un tribunal de justicia. Huir a cualquier país hoy en día es un riesgo extremadamente grave, porque igual los puede matar el mandatario del tal país que un comando que se haya tomado en serio, por cualquier motivo, entre ellos la venganza, el ajuste de cuentas con ellos.

No les apetece largarse de Venezuela y están preparados para resistir, eso es lo que trasluce de sus movimientos. En estos momentos, Trump ya les ha capturado tres barcos. Hace unos meses ya les incautó un avión. Nada de ello les sirve como aviso, ellos sabrán las muertes y palizas por las que pueden ser juzgados. Si se fugan a Brasil o cualquier otra parte, el resultado puede ser peor, porque ninguno de los dictadores dispuestos a acogerlos es de fiar.

Parece ser que disponen de un buen equipo capaz, teóricamente, de enfrentarse a cualquier comando. Pero es que tampoco saben de qué naturaleza sería la incursión estadounidense dispuesta a atraparlos, teniendo en cuenta que también pueden ser los mismos venezolanos con los que comparten la guardia u otros del resto de las unidades. Los propios soldados, igual que los demás venezolanos, están hartos de la dictadura y en un momento dado pueden obedecer las órdenes de Edmundo González, presidente electo de Venezuela, que ya en su día les dio la orden de desobedecer a los usurpadores. Si ahora esa misma orden les llega a través de Trump se van a sentir mucho más obligados a obedecerla. No sé cómo reaccionarán los infiltrados a esto, pero probablemente tomando las de Villadiego. Las opciones no son muchas. Así que está todo a punto de resolverse. Falta por ver en qué estado están los presos políticos.

Esos libros míos




martes, 23 de diciembre de 2025

Tras las elecciones en Extremadura

 

Lo primero que salta a la vista es que María Guardiola no tiene nada que ver con Ayuso, que por nada del mundo se habría gastado siete millones de euros en unas elecciones para obtener un diputado más. Y si le preguntan, la culpa la tendrá cualquiera menos ella. Vamos tan sobrados de dinero…

La segunda cuestión que merece ser comentada, aunque no viene al caso, es que el hijo de González Pons trabaja con Pepiño Blanco, lo que no tendría nada de particular sino fuera que Trump lo está husmeando para meterlo en la cárcel. No al hijo de González Pons, sino a Pepiño, pero…

Esto es lo que hay en la política española. Cuando Casado tuvo que dimitir tras su nauseabunda traición a Ayuso los barones del PP eligieron sucesor y en lugar de optar por quien lo había merecido, la presidenta de los madrileños, por supuesto, haciendo honor al miedo a ganar del PP, optaron por Feijóo, ¡pobre hombre! Tampoco se va.

Los planos ya están hechos. El PSOE se desploma, y eso ya lo sabíamos. Los más sensatos de sus votantes pasan a Vox, salvo una minoría, que va al PP. Los más cerriles pasan a la extrema izquierda. El dinero gastado ha servido para saber eso y poco más. Guardiola, ahora, tendrá que echar mano de la deuda, aparte de resolver como mejor pueda el problema que tenía antes de las elecciones y que ahora se ha hecho más grande. Vox se ha encontrado con un juguetito y vamos a ver qué es capaz de hacer con él. Hay que aprobar unos presupuestos, que era el punto de partida, y si antes pedía X ahora pedirá más. La única opción de Guardiola es someterse, aparte de pedirle a Feijóo que no se entrometa, porque no puede conseguir nada bueno. Será difícil que lo vea por sí mismo.

Esos libros míos




lunes, 22 de diciembre de 2025

La suerte de Zapatero

 

Zapatero es un señor al que todo le sale bien: al mismo tiempo que va sembrando la ruina para su público objetivo va llenando su cartera. El problema de la suerte es que lo mismo puede ser buena que mala y él no tiene un talento especial para verlas venir, si no que actúa según los medios. Está con Maduro una y otra vez, éste le enseña los mapas, o no hace falta, porque ya se ve que lo tiene todo controlado, y apuesta por él. Le manda a sus hijas para que hagan carrera en Venezuela.

Mientras tanto se le escapa que hay por ahí una María Corina que se opone al dictador y que desde su escondite es capaz de manejar un ejército formidable, con todos los adelantos técnicos que necesita, dispuesto a controlar las treinta mil mesas electorales. Y allá que van. Cuando el chavismo fue a darse cuenta ya era tarde. Ya sabían los de la oposición que habían ganado de forma clara y rotunda. Aquí hay algo que no está claro: ¿hasta qué punto fue capaz de enredar a Sánchez en su negocio? De momento, ni la ha felicitado por el Nobel, ni ha aplaudido su discurso, ni ha arremetido contra Maduro. Quizá esté contando los pajaritos que vuelan sobre su cabeza, que, dicho sea de paso, está totalmente vacía.

Y en estas que un buen amigo de Zapatero, al que ahora custodia la policía manteniéndolo entre rejas, reniega de todo e incluso de su amistad con él, lo conoce de correr. Pero lógicamente lo que dice hoy puede ser desmentido mañana, según le vayan poniendo pruebas delante de la nariz. En este caso ya puede recordar esto, aquello o lo otro. Los policías cobran poco, pero trabajan mucho y lo que se les escapa un día lo pillan al siguiente.

Pues bien, todos los que aparecen en este relato son carne de presidio. Otra cosa es que vayan.

Esos libros míos