Quienes al redactar la Constitución dieron tantas ventajas a los nacionalistas y tan pocas armas para defenderse de ellos bien merecen pasar a la picota. Unos tienen más culpa que otros, pero todos tienen.
En la Comunidad Valenciana también hubo problemas, cuando mandaban los catalanistas, con los menores acogidos. Y cuando en estos casos se habla de problemas es que son más que gordos. Ahora salen más casos en Barcelona, allí dicen que relacionados con ERC, partido que se autoproclama como el más limpio. Pero lleva terroristas, analfabetos y traidores en las listas. Todos son traidores, porque no respetan la Constitución que han jurado y procuran hacer todo el daño que pueden a España. Ese partido grotesco no debería ser legal. Uno de sus estúpidos fue en coche oficial a entrevistarse con ETA, para pedirle que no atentara en Cataluña.
Se tiene la certeza de que el gobierno regional catalán correrá una cortina de humo sobre todo lo que ha pasado. Con la menor, con los millones desaparecidos, con lo que pudiera salir. ¿Alguien puede creer que solo fuera una chica?
Esta democracia española hace aguas por todas partes. Tenemos un gran número de sinvergüenzas y de inútiles ocupando cargos muy importantes y disponiendo de grandes partidas del presupuesto, que generalmente gastan mal y con perjuicio para la población. Hay además una gran cantidad de chiringuitos inútiles, y de academias que no sirven para nada más que para gastar dinero. Hay que proteger a los ciudadanos de tanto mangante, pero primero habría que hacerles ver que votar a quienes les roban y abusan de ellos es propio de masoquistas. La democracia es un sistema pensado para personas adultas y con criterio, pero luego la clase política hace lo posible para infantilizar al personal, porque es lo que le permite desvalijarlo a través de los impuestos y dedicar luego el dinero saqueado en cosas que no le generan ningún beneficio.