Andan indignados muchos juristas porque según se van enterando hay bastantes juristas que critican la sentencia sin haberla leído, porque no se ha hecho pública todavía. Pero es que yo, que no soy jurista, sé desde antes del juicio que el dato más relevante es el perjuicio causado. O sea, que el fiscal no es culpable lo será otro, en última instancia la ministra de Hacienda. Todo lo demás que van diciendo es para marear y distraer.
Todo este confuso estado de cuentas parece que le está viniendo muy bien a Felipe González, para limpiar su imagen, para presentarse como señor, aunque como él muy bien sabe no lo podrá ser nunca, y está haciendo discursos con el intento de salvar la Constitución, o hacer ver que su intención era muy buena, etcétera. Lo suyo también son ganas de marear, como las del abogado del gobierno en el juicio, como las de tantos despabilados que andan por el mundo simulando lo que no son e intentando distraer al personal. Hay gente que llega a las altas cumbres y enseguida se ve que no domina los conceptos ni por el forro y en consecuencia causa muchas muchas muertes. Algún día habrá que tomarse las cosas en serio. Ahora anda Putin haciendo destrozas por el mundo y no habrá nada que le haga calmar esa ansia. Se podría pasar esa información al mundo. El cartel podría estar en la ONU, visible para todos. Los dirigentes rusos no aceptan pasar el test de psicopatía. Ese test y otros que habría que pasar. Nos ahorraríamos muchas muertes en el mundo. Los saharauis se alegrarían mucho. Y los españoles también.
Hay quien consigue gobernar el mundo entero, lo hace con absoluta prepotencia, y enseguida se percibe que no tiene principios ni moral. No domina los conceptos, pero en el arte del tira y afloja tiene experiencia.