Ayuso y Cayetana son dos políticas que deberían ser utilizadas convenientemente por el PP.
La presidenta de la Comunidad de Madrid ya ejerce su cometido en la Asamblea, en donde no tiene rival. Sus discursos son perfectos, debidamente calculados en tiempo y forma. El último de ellos, en el que ha proporcionado el eslogan ‘me gusta la fruta’, es sensacional.
Que sus intervenciones afectan a sus rivales lo prueba el hecho de que la atacan con una saña impropia de personas civilizadas. El propio Felón intenta difamarla con mentiras y falsedades.
Feijóo no debería prepararse para un tiempo largo en la oposición, sino que su propósito debería ser el de recuperar la democracia cuanto antes. Debería animar y motivar a los españoles a defenderla, de forma democrática, naturalmente, pero sin desmayo. Merece la pena todo el esfuerzo que se haga en este sentido, porque la alternativa es mucho peor.
En la investidura se ha visto, por si no había quedado claro de antes, la calaña de los diputados socialistas, con el Felón a la cabeza, y todos los que los apoyan. Ninguno de todos tiene ni idea de lo que es la democracia, ni tampoco le importa.
De modo que no hay más remedio que defenderla, antes de que la perdamos del todo.
No hay en todo el sector gubernamental nadie que pueda enfrentarse en un debate con CayetanaAT, de modo que es un error no devolverle el cargo de portavoz, porque siempre que hablara en el Congreso o en ruedas de prensa, pondría en evidencia al gobierno. Sería importante que la opinión pública se diera cuenta de la endeblez dialéctica y de la falta de principios y convicciones de los fulanos que están dispuestos a saquear las arcas públicas. Porque estos no solo nos van a arrebatar la democracia, sino que además nos llevarán a la ruina.
No debería Feijóo tener en segundo plano las voces más poderosas que hay en su partido.
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