domingo, 12 de enero de 2020

Alguien que votó a Zapatero

Se trata de un conocido intelectual cuyo cometido no consiste en observar los acontecimientos políticos y extraer conclusiones. Hay que recalcar esto, porque no se le puede exigir la misma calidad argumental sobre política a un cirujano que pasa sus horas estudiando los últimos avances de medicina, o a un poeta empeñado en lograr los mejores versos que se han escrito jamás, que a profesionales del asunto, como podrían ser Ignacio Camacho, Enrique Arias Vega o José Ignacio Torreblanca.
La actividad del intelectual citado no se desarrolla en el campo de la política, pero eso no le impide sobre ella y demostrar cada vez que lo hace que se deja influir por sus filias y sus fobias. No pudo soportar las mentiras de Acebes con respecto a los atentados del 11 de marzo de 2004, pero no dice nada del juego sucio del PSOE sobre ese particular. Implícitamente da a entender que votó a Zapatero, de lo cual ahora debería estar arrepentido, si fuera coherente. Son muchos los males que nos trajeron las dos legislaturas de Zapatero, de los cuales tardaremos mucho en librarnos, si es que lo conseguimos alguna vez. Los votantes no se suelen responsabilizar de los desmanes que hacen los políticos a los que han votado. Por otro lado, el PP ha hecho cosas peores que esas mentiras de Acebes, aunque no tiene culpa de que se perpetrara ese atentado por el cual perdió las elecciones.
Las mentiras de Acebes comparadas con las de Sánchez resultan ingenuas, pero a este intelectual le parece bien que le planteara una moción de censura al PP, plagada de mentiras y apoyado por toda esa ralea de partidos que no deberían estar legalizados. Desde entonces, la gente ha ganado en envilecimiento y la economía ha comenzado a deteriorarse a pasos agigantados, pero él tiene el riñón cubierto y de eso no se da cuenta.


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