martes, 5 de noviembre de 2019

El auge de Vox

El ganador del debate en todas las encuestas que he visto es Abascal. Las siguientes posiciones cambian según el medio del que se trate.
Esto significa que la gente, de derechas o de izquierdas, se está cansando de los abusos y también que Sánchez no tiene carta blanca, como quiere creer. En contra de lo que piensa, no basta con ser un guaperas, sino que hay que poner un poco más y parece que los hay que se dan cuenta de que no hay nada más. Desparpajo y cinismo, cabría decir.
Vox es un partido populista, de derechas, con un mensaje simple y directo, muchas de cuyas propuestas, de llevarse a cabo, empeorarían los problemas que pretenden resolver.
Pero si hay algo de lo que el personal se ha percatado es de que las Autonomías que, en un principio iban a acercar la Administración a los ciudadanos, en realidad complican la vida a todos, y nos salen muy caras. Aunque se le reprochara a Abascal que durante un tiempo vivió de esos chiringuitos que quiere eliminar, el partido que propone eliminarlos es es suyo y no el de quienes le reprochan ese pasado. Estos son los recortes que, en realidad, hay que aplicar y no los que quiere Podemos, que son con guillotina, y tampoco los que aplicaron Zapatero y Rajoy, que fueron sobre los salarios.
También son muchos los que van dándose cuenta de la maldad intrínseca de los partidos nacionalistas, a los que también quiere ilegalizar Vox, aunque en este punto hay algo que chirría, puesto que también es nacionalista, en su caso español.
Hay que suprimir con urgencia, lo proponga algún partido o no, las televisiones regionales, que solo se utilizan para hacer publicidad del partido que manda en cada sitio, y derrochan a manos llenas. Ese dinero vendría muy bien para cubrir necesidades perentorias.
La necesidad de recuperar competencias la ven todas las personas sanas.

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