Ha dicho González Pons que después de tanto tiempo negociando ha comenzado a surgir la amistad entre ambos. ¡Ah! Dejemos de lado la cuestión de que si yo tenido que negociar con cualquiera de los dos no habría podido sentir simpatía por ninguno. Yo no pinto nada aquí, la cuestión es otra.
El hecho de que el cuento que han escrito a cuatro manos no contenga ninguna parrafada pornográfica ya es una suerte. Ahora bien, que nos digan que con eso van a despolitizar la justicia es una broma de mal gusto.
Tradicionalmente, tanto al PP como al PSOE les ha gustado hacer mangas y capirotes con la justicia. Unos y otros se han ido turnando en el empeño. Desde Felipe González que lo empezó todo, siguiendo con Aznar, que prometió devolver la independencia a los jueces -otra broma de mal gusto-, luego Zapatero y después Rajoy, todos han ido metiendo sus sucias manos en la justicia. La cuestión con Sánchez no es que haga mangas y capirotes como los demás, es que quiere quedárselos para toda la vida.
Y ahí están unos y otros empeñados en el juego del engaño. Y se van sumando más al juego. Que la UE haya tragado con eso ya es para tener la mosca detrás de la oreja.
Que después de tanto tiempo negociando -tanto tiempo que ha surgido amistad entre ellos, ¿de qué hablarán esos dos botarates al margen del paripé en el que han participado?- para que todo haya quedado en el punto de partida, en el mismo punto en que ya estaban antes de empezar.
¿Qué a partir de ahí comenzarán a pensar en cómo hacer para que los jueces sean independientes? No se lo creen ni ellos. Detrás de un paripé vendrá otro, y luego otro, y otro más.
Que los jueces sean independientes es un riesgo demasiado grande para ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario