De los socios del Felón no cabe esperar nada bueno, porque si cupiera no serían sus socios. Ahora bien, de los socialistas, de los que quedan en el partido, pues se han mostrado firmes en sus ‘convicciones democráticas’, que consisten en obedecer al jefe y cobrar. Es un ganado lanar cuyos balidos suenan de forma coral.
El jefe es uno que se ha consagrado como felón, no. se había visto nada igual desde Fernando VII, dicen fuentes conocedoras de la historia de España. El Felón, pues. Tiene tal desparpajo que es capaz de pedirle a Ayuso que dimita sin haberlo hecho él previamente a causa de Begoña, que más pronto que tarde tendrá que comparecer ante un juez.
El ganado lanar no solo obedece cuando hay que apretar el botón que le mandan, sino que también cuando se le pide que se enfangue difamando a cualquier persona, por muy honrada que sea, pues lo hace. No le importa al ganado lanar nada. Si hay que embrutecer a España, se la embrutece; si hay que deshonrar al PSOE, se le deshonra.
Uno de los componentes del ganado lanar más apreciados por el Felón, hasta el punto de que lo elige para que lo sustituya, un homínido absolutamente desconsiderado, ha dicho en X (el predio de Elon), le ha dicho a Ayuso: «Execrable es lo del testaferro con derecho a roce Isabel. Dimite». No sabe comportarse, ni sabe escribir, pero es ministro.
Y como él, todo el ganado socialista, todo el ganado lanar. La ministra de Hacienda adivina lo que van a poner los medios cuatro horas después. Al hablar de los medios, en este caso, hay que entender que se trata de los panfletos que están al servicio de la causa gubernamental.
Pues esto es todo. Hacía falta un felón para que todos, incluidos los que ya no están en el partido, hayan acabado por comprender la esencia del PSOE, que no es la que creían los socialistas honrados.
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