Homero, que supo cantar de forma poética la cólera de Aquiles, porque había grandeza en los protagonistas, habría tenido graves problemas para hacer lo mismo con la Pedro. Todo es tan cutre y miserable…
El asunto consiste en que han pillado a Begoña -y ya está tardando la justicia en llamarla a declarar- y Pedro, encolerizado, ha lanzado su grito de guerra: ¡Ayuso, dimisión! De ahí no lo sacan. Y toda la patulea, a voz en grito, está coreando la consigna. Una ministra que parece sacada de un ritual demoníaco ha proporcionado material conseguido de forma delictiva. Veremos si también los jueces se fijan en esto.
Pero estamos ahora con el coro de voces. Disciplinado coro de voces, entre los que figuran también medios que antaño aparentaban seriedad y hogaño se han decantado claramente por el panfletismo. ¿Será por dinero?
Tantas voces diciendo lo mismo de forma sincronizada, orquestada, desvergonzada, incivilizada, envilecida, acanallada…
Begoña debería haber comparecido ya ante un juez. Verás cómo se pone Pedro cuando ocurra. ¡Ayuso, dimisión!, dirá a voz en grito. Y lo mismo dirán todos, bildurras, podemitas, socialistas, sindicalistas…
No les cabe el miedo en el cuerpo. Como caiga el gobierno, se quedan sin paga. Tendrán que trabajar para vivir. ¿Se acabarán las subvenciones también? Ojalá. Los contribuyentes españoles pagan muchas cosas que no deberían. Es un abuso. ¿Se atreverá Feijóo, si llega a tener la posibilidad, de aligerar su carga?
Dice Federico que Feijóo es más duro con Sánchez de lo que lo fue Aznar con Felipe González. Es que éste era más temible dialécticamente, Sánchez solo sabe ofender con infundios y mentiras.
Por su parte, Ayuso se atiene al mandato bíblico, a las Tablas de la Ley: hay que comer cinco piezas de fruta al día. Acaso ella coma más, porque se la ve muy lozana y saludable. Derrocha simpatía y ganas de vivir. Es la gran esperanza de los españoles de bien.
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