Realmente, habría que hablar del cinismo del PNV al completo, ese partido que tanto daño ha hecho. Entre otras muchas cosas, que diría el Felón, es el responsable de que éste se haya aupado a la presidencia del gobierno, con los catastróficos resultados que están a la vista de todos los que quieren ver.
Al PNV le bastaron dos líneas fraudulentas en una sentencia de poca importancia para traicionar al PP y quitarle la presidencia a Rajoy, para que accediera a ella el citado anteriormente. Sin embargo, ahora han dicho que seguirán apoyándolo siempre y cuando el caso Koldo no se convierta en el caso PSOE, con lo cual dan a entender que piensan, como todo el mundo, que, efectivamente, es el caso PSOE. Pero ocurre que al PNV le interesa que siga en el poder por las posibilidades que ofrece para chantajearlo. De hecho, ya ha anunciado Aitor, el del tractor, que le van a arrancar algo al Felón, pero no cabe duda de que debe de tener una lista.
También ha dicho el elemento este, de forma categórica, que no hubo terrorismo en lo de Tsunami, como si supiera más que los jueces que investigan el caso, como si fuera más inteligente que ellos. De momento, es más interesado. Porque le conviene que siga el Felón y porque para que siga es necesaria la amnistía, de la cual también querrá sacar provecho.
Ni un ápice de amor a la ley, que es lo mismo que amor a los ciudadanos, que es lo mismo que respeto a la democracia.
El PNV ha perjudicado gravemente al País Vasco, y también al resto de España. Es un partido antisistema, como Bildu, como Podemos, puesto que nunca ha escondido su odio a los demócratas. Su ideario ha servido de coartada para ETA, sin la cual tampoco habría alcanzado tanto poder. Decenas de miles de vascos se han visto obligados a abandonar su tierra.
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