Realmente, desde los primeros días de Sánchez la impresión que hay es que no puede durar, pero lo viene haciendo porque se dan una serie de circunstancias, introducidas con mala idea sin duda, que lo hacen posible.
El sistema admite partidos antisistema, hay un Tribunal Constitucional que tal como está concebido sobra, los políticos se procuraron impunidad además de inmunidad, etcétera. Aparte de todo esto, está el mal endémico de las religiones, la mayor parte de las cuales son estafas.
El caso es que ahora, por fin, parece que se dan las condiciones para que el gobierno no tenga más remedio que caer, puesto que hay varios motivos y cualquiera de los cuales podría ser suficiente. Sánchez siempre quiere tenerlo todo bajo control. Todos sus predecesores también, pero lo suyo es enfermizo, pero hay cosas que evidentemente no puede controlar, como lo fue el estallido del virus chino, que debería pasarle factura, ahora los aranceles de Trump, y algo que no había previsto Pumpido, como es que los jueces planteen la cuestión prejudicial al TJUE, o que hayan denuncias contra este mismo Pumpido.
Al mismo tiempo, los comunistas de todo tipo andan a trompadas unos con otros y ahí parece que la cosa va a tener muy mal arreglo. Iglesias quiere la cabeza de Yolanda, Mónica quiere la cabeza de Iglesias y este a su vez se la tiene jurada a Sánchez y espera el momento de sacudirle. Sánchez suele sacar partido de todas estas cosas, pero en esta ocasión lo va a tener difícil, porque ya no tiene la vara de mando cogida con tanta firmeza.
Todos los ministros y bots están echando el resto nerviosos, pero el problema que tienen es que ya nadie los puede creer y ellos tampoco son muy listos inventando trolas con las que acusar a sus rivales. Se va acercando el día en que presumiblemente Sánchez volará lejos de España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario