sábado, 26 de abril de 2025

Las balas de Israel

 

Sánchez va jugando con fuego y luego el sandio Albares, con su voz engolada y gesto grandilocuente se enfrenta al mundo cual siete machos enardecido. Los dos y todos los que van con ellos piensan que les va a salir gratis. Luego hablan de democracia y sacan a Franco en procesión. Creen que como está muerto es inofensivo, pero se van dando cuenta de que muerto y todo les come el terreno.

El caso es que Sánchez va jugando con fuego, porque mientras le queden cosas que dar se siente seguro, pero de momento ya se sabe que jamás se atreverá a ir a Israel. Pero es que tampoco podrá ir tranquilo a ningún sitio. Estas noticias traspasan las fronteras y se conocen en todo el mundo. Es posible que paseando por Oslo o Singapur reciba un ladrillazo en la cabeza. En España no, porque Marlasca lo protege mucho.

O sea, que el tipo firma un contrato por casi siete millones de euros con una empresa israelí, para comprar las balas que necesita la Guardia Civil y porque se plantan los comunistas del gobierno, lo rescinde de forma unilateral, haciendo que ese dinero de los impuestos se vaya al limbo, que la Benemérita se quede sin la munición que necesita y que el gobierno de Israel se enfade, con toda la razón del mundo (y aquí entra Albares para cabrear todavía más a Netanyahu). Por supuesto que acabará quemándose. De momento, el PP va a llevar este asunto a los tribunales, y veremos qué dice Pumpido en este caso.

Resulta difícil de creer que haya columnistas que digan que es listo o inteligente, cuando siempre está metiendo la pata en todo lo que hace, y solo la peculiar composición del Parlamento, «aprovecho para saludar a Pascual Sala, Eugenio Gay, Elisa Pérez Vera, Pablo Pérez Tremps, Luis Ortega y Adela Asúa», permite que siga en el cargo. Por supuesto que el comunismo no debería ser legal

Esos libros míos 

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