jueves, 12 de septiembre de 2019

Castigo para los socios del Valencia CF

Peter Lim, el millonario coreano, o tailandés, o de donde sea hace evocar aquello de Léon Bloy: Para saber lo que piensa Dios del dinero no hay más que fijarse en a quien se lo da.
Que ostente la presidencia del Valencia CF es un castigo para los socios, pero merecido. Tiempo atrás, pero no mucho, uno de sus futbolistas tuvo que jugar un partido mientras operaban a un hijo suyo a vida o muerte. Si yo hubiera seguido siendo aficionado al fútbol, no habría ido a ver ese partido. Que tuviera que jugar en esas condiciones denota una falta absoluta de miramientos hacia el jugador. Poco después se fue a jugar al fútbol a otro club que le pagaba más y le llamaron pesetero. ¿Con qué derecho? Pero es que al poco esos mismos que habían insultado al jugador corrieron a vender sus acciones a Paco Roig, porque pagaba unos céntimos más de lo que les había costado. ¿Quiénes son los peseteros?Si no las hubieran vendido, ahora no las tendría el asiático ese, sino ellos.
En esas condiciones, el Valencia CF puede ganar algún título y puede bajar a segunda o a tercera, porque ya se ha demostrado que este presidente solo respeta dos cosas, su dinero y su capricho.
Dicho esto, quizá fuera bueno que el Valencia CF desapareciera y que la ciudad recupera los dos valiosos espacios que está ocupando el club, o al menos uno.
El fútbol ha dejado de ser un deporte, ahora es una religión, o un sucedáneo, o es una forma residual de los nacionalismos, que ya va siendo hora de que desaparezcan también, porque no sirven para nada bueno.
En unas declaraciones, dijo Claramunt que en su tiempo no disfrutaban jugando al fútbol, pero entrenando sí, y que en la actualidad ni entrenando. Pero en las épocas anteriores a las de Claramunt, cuando disfrutaban los futbolistas era cuando jugaban. 

No hay comentarios: