Sánchez no puede ofrecer una coalición de gobierno al PP

Se lo impiden sus principios. No puede comportarse con nobleza y pensando en el bien común, sino que siempre ha de pensar en la opción más mezquina y miserable de entre las que le pueden permitir conseguir el cargo o seguir en él.

Ha de asegurarse siempre el predominio absoluto de sus opciones frente a las de los demás. De ahí que por mucho que parezca que Iglesias se rebaja para forzar el acuerdo, sabe que todo forma parte de su estrategia ante el electorado ante la más que probable repetición electoral. Sánchez sabe, seguramente, que un gobierno en coalición con Podemos llevaría al país rápidamente a la bancarrota y tendría que salir del mismo modo que Zapatero. De modo que no.

Sánchez ha de jugar siempre con ventaja. Según él, quien plagia debe dimitir, pero claro siempre y cuando sea del PP u otro partido ajeno al PSOE, y que no sea su socio. Se sirve de todos los resortes del Estado en beneficio propio, es capaz de llegar hasta donde nadie lo había hecho antes, y no le importaría hacer cualquier maldad más si calculara que lo podía hacer sin coste de ningún tipo.

No le dará ninguna oportunidad al PP de comportarse como un partido dispuesto a sacrificarse por España, sino que intentará por todos los medios hacer que parezca lo contrario.

En su día, bastó que todos los medios se pusieran en su contra para que Rosa Díez pasara de ser la política mejor valorada a la peor vista. Y eso que trabajaba por el bien de España. Es imposible que los medios se pongan en contra de Sánchez, por más barrabasadas que haga, porque tiene el control absoluto sobre la mayoría. Las encuestas de su Tezanos cada vez le dan más ventaja sobre el resto. 

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