No lo digo porque me parezca bello algún
aspecto de su persona, sino porque lo miras y se rompe. Me refiero a
su pensamiento, por llamar de alguna manera a eso que sale de los
huecos de su cráneo, que parecen haber sido vaciados y luego
rellenados con algún material comprado en alguna tienda oriental de
todo a 60 céntimos. La cara por supuesto que parece irrompible.
Paulino Uzcudun se habría roto el puño si le hubiera dado.
Este
tuit suyo describe perfectamente al personaje:
«Íñigo
Errejón
@ierrejon
· 12h
El
neoliberalismo se llevó por delante las condiciones de posibilidad
de la democracia misma. Por eso, cualquier proyecto de radicalización
democrática pasa por revertir la desigualdad y construir un
horizonte de justicia social».
La palabra
democracia en boca de un chavista confeso, de un comunista de los de
antes del eurocomunismo, pierde todo su significado. Como diría
Charlotte Delbo, dicha por él, es una palabra sin peso. Luego está
la tendencia de este niñato pretencioso a parecer pedante, además
de cursi, que es la marca de la casa de los podemitas y sus
ramificaciones, o escisiones. Pero es que para ser pedante tendría
que decir algo que tuviera algún sentido. Pero por interpretar de
modo correcto lo que se supone que quiere decir, la verdad es que
ningún demócrata se puede llevar por delante la democracia, sino
que son los antidemócratas como él, y los de su cuerda, los que
intentan acabar con ella. Lo hacen atacando sus pilares, la
independencia de la justicia, la libertad de prensa, la libertad de
expresión, y la monarquía, que tan útil resulta a España en estos
momentos.
Su
maldad resulta patente cuando utiliza la expresión revertir la
desigualdad, cuando lo que conviene es procurar la creación de
empleo, que es el modo de reducir la pobreza. Lo que pretenden los
chavistas es aumentarla de modo exponencial.
Para
terminar, lo de ‘justicia social’. Explicó Vicente Huidobro que
el adjetivo, cuando no da vida, mata. Por tanto, lo que conviene es
la justicia.
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Tránsito en la mirada'
'Te doy mi palabra'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Tránsito en la mirada'
'Te doy mi palabra'
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