miércoles, 29 de noviembre de 2006

La Narbona y la incertumbre

Vengo yo diciendo que una persona con certezas es muy peligrosa, porque puede sentir la tentación de actuar y hete aquí que aparece la Narbona. Prueba de que no duda es la celeridad con que derogó el trasvase del Ebro.
Con respecto a la cuestión hídrica hay que admitir algunas cuestiones previas:
a) Hay escasez de agua
b) Los trasvases son malos
c) Las desaladoras son malas
En este estado de cosas es evidente que hay que optar por la opción menos mala. Probablemente sea muy difícil averiguar a ciencia cierta cuál es ésta. Sin embargo, la singular ministra aún se permite algunas gracias: "Hay quien mira el mapa, y piensa que el agua bajaba sola por un tubo. Pero no. La conducción del trasvase del Ebro requería elevaciones de hasta 1.000 metros por encima del nivel del mar". Menos mal que ella, y nadie más que ella, se dio cuenta a tiempo y paró el trasvase, por que si no... Y ade.más, la ministra regaló al diccionario una palabra nueva: tremebundista.
Un asunto tan delicado y difícil, el del agua no el del diccionario, requería de algún debate y algunas negocianes previas y sin embargo fue solucionado con un decreto dictatorial. Quiere hacernos creer que tomó la medida porque está convencida de que es justa y para ello cuenta con la colaboración de insignes valencianos, que es evidente que, al menos en este asunto, no ejercen como tales. Pero no es posible que logre convencer a nadie en Valencia. A la vista de las alianzas con las que su partido formó gobierno y de muchas otras cosas que vienen sucediendo, no debe extrañar a nadie que los valencianos nos sintamos postergados.

1 comentario:

RAYDIGON dijo...

VICENTE

El agua, el gran tesoros de la humanidad, hay que cuidarla...

Que gusto saber de ti nuevamente.

Abrazo.