martes, 22 de agosto de 2017

En defensa del cura

La izquierda santa ha salido en tropel a despellejar al párroco de la Iglesia Virgen Madre, Santiago Martín. La izquierda santa y pura, que esto no lo había dicho.
El cura se extralimitó en su cometido. Pero los ayuntamientos no tienen competencia en materia de refugiados y Carmena afea la fachada de Madrid con una pancarta en la que pone ‘Refugees Welcome’. Eso a la izquierda le parece bien.
En relación con el terrorismo de ETA, un obispo abogó por una paz en la que no hubiera vencedores ni vencidos. Eso a la izquierda le parece bien. La izquierda presume de solidaria, pero esa insolidaridad del obispo con las víctimas del terrorismo en particular y con al sociedad en general le parece bien. Tampoco le parece a la izquierda que el obispo se haya extralimitado en su cometido.
Algunas monjas que ejercen sus funciones en Cataluña, quizá en la misma Barcelona, se extralimitan en su cometido una y otra vez, pero eso a la izquierda le parece bien.
El nacionalismo es una ideología que fomenta el odio y el egoísmo. Y hay curas y obispos nacionalistas que inducen a sus feligreses a odiar y a ser egoístas. Y eso a la izquierda le parece bien.
Perdón, llevo varios párrafos hablando de la izquierda de forma inadecuada. No es la izquierda la que tiene varias varas de medir, sino la izquierda santa y pura. La izquierda normal no tiene nada que ver con esto. Lo que ocurre es que a los de la izquierda normal los llaman fachas.
Lo que hizo el párroco, Santiago Martín, fue preocuparse por sus feligreses. Había una recomendación del ministerio del Interior que fue desoída y como consecuencia de ello se ha producido un atentado terrible. Tuvo el valor de decir lo que otros callan. Las hordas no se lo perdonan.

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