sábado, 19 de octubre de 2019

Paula contra los fascistas

Solo sabemos que se llama Paula, aunque como habló a cara descubierta serán bastantes los que tengan más datos de ella. Hubo algo en la entrevista que le hicieron que debería sonrojar a más de dos y más de cuatro.
Le preguntaron si no tenía miedo. Pero no miedo por alguna de las cosas que habitualmente atemorizan a los seres humanos, a enfermar, a tener un accidente, a sufrir un percance por sufrir riesgos innecesarios. El miedo era por hablar como lo estaba haciendo, a decir las cosas que decía. Y ocurre que estamos en una democracia y lo que estaba diciendo ella era de cajón. Puro sentido común, pura verdad de la buena. 
¿No le da vergüenza al señor presidente del gobierno, que tan pagado está de sí mismo, que alguien pueda sentir miedo por ejercer sus derechos democráticos? 
No dijo ella que tuviera miedo, sino que fue la pregunta del periodista que estaba cubriendo la noticia. Era consciente de que ante la situación que estaba viendo lo normal es tener miedo. ¿Cómo es que el gobierno del Señor Sánchez no sabe proteger a los ciudadanos que le pagan el sueldo? Dicen que el Señor Marlasca, que es el ministro del ramo, se lo estaba pasando bien mientras. La casa por barrer y el tío disfrutando.
¿Cómo es que el representante del Estado en Cataluña, el señor Torra, permite que una ciudadana, de cuyos impuestos se nutre, pueda sentir miedo por contar con naturalidad lo que está pasando?
Se nos ha dicho, por otra parte, que todos los asegurados españoles vamos a pagar las destrozas habidas en Cataluña. ¿Por qué los asegurados? ¿Por qué no las pagan el señor Torra, el señor Aragonés, y todos los demás responsables de lo que está ocurriendo? Unos por alentarlo y otros por permitirlo. 
Si después de ver y escuchar a Paula no tienen vergüenza ya no la tienen por nada.

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