miércoles, 23 de octubre de 2019

Podemos es un peligro para la democracia

Tengo escrito y publicado en el tomo XLIX de la colección ‘Algo que decir’ que edita el Ateneo Blasco Ibáñez, que quienes llevan a cabo cualquier acción de acoso son moralmente asesinos. Sencillamente, porque este acto puede generar en la víctima la voluntad de suicidarse.
Quienes ordenan el acoso son peores todavía. Digo esto porque una destacada dirigente de Podemos, Irene Montero, pero no solo ella, ha puesto a una señora en el punto de mira:
Estas actitudes deberían estar castigadas penalmente. Los políticos deberían cumplir un código deontológico que les obligara a actuar siempre dentro de los márgenes de la ley. Porque sin ley no hay democracia ni civilización. Lo que propone Podemos es la vuelta a prehistoria. Los griegos que escuchaban a Homero estaban mucho más civilizados que los podemitas.
Lo que hace esta señora es similar a lo de los capos de la mafia. Lo que pretende Podemos es destruir la democracia, para instaurar una dictadura como la chavista o la de Castro.
Tengo un amigo, al que considero buena persona, pero que vive en las nubes, en su nube, por lo cual, a pesar de su bondad vota a Podemos. Dice que los trabajadores que votan al PP son idiotas. Pero se equivoca por completo, porque el PP es un partido claramente constitucional y, con mejor o peor suerte, pretende mejorar las condiciones de vida de todos. Hay dirigentes del PP que no, pero para eso está la ley, para encarcelar a quienes se salen de la norma.
En cambio, los de Podemos pretenden cargarse la Constitución, cargarse el bienestar de los ciudadanos, corromperlos moralmente incitándolos a mantener conductas delictivas, a estar de parte de los delincuentes, porque los de Podemos suelen estar de parte de los delincuentes.
Irene Montero no es consciente de la humillación que sufre: unos guardias civiles vigilan su mansión. Unos abnegados trabajadores velan por ella. A pesar de todo.


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