martes, 30 de enero de 2024

La ley imposible

 

Creo que no es necesario explicar que se trata de la ley exigida por Puigdemont.

Observemos la lista de los principales protagonistas. Sánchez en primer lugar. Alguien que sin el cargo no es nadie, y que es capaz de cualquier cosa con tal de mantenerlo. No hay nadie que se fíe de él y todos le cobran todo por adelantado.

Pumpido en segundo lugar. El único de los cuatro con capacidad para saber cuales son las consecuencias finales de lo que se pretende hacer, en el caso de que se lleve a cabo. Que tenga capacidad para saber no significa que sepa.

Boye, el abogado de Puigdemont, en tercer lugar, que estudió la carrera cuando cumplía pena de cárcel por pertenecer a ETA.

Puigdemont, un tipo cobarde y malcriado, capaz de traicionar a todos por miedo.

Entre estos cuatro personajes las combinaciones que se pueden hacer son muchas.

Hay que partir de una base. España forma parte de la Unión Europea y sus leyes han de ajustarse a las de ésta. Es decir, que antes de que pueda acabarse todo el procedimiento aparentemente previsto, Puigdemont puede estar en una cárcel de España. Se puede pensar que Sánchez y Boye están engañando a Puigdemont, y la intención del primero consista en presentarse ante su electorado como el héroe que ha conseguido atrapar al prófugo, engaño mediante, y con ello ganar las elecciones.

Al margen de todo esto, y gracias a la necesidad de Sánchez de exprimir la Constitución, con lo cual ha puesto al descubierto todas sus debilidades, ha quedado claro que el PSOE vetó a Tierno Galván cuando se estaban decidiendo los ponentes de la Ley Fundamental, fue porque éste, que era el mejor constitucionalista de España, habría defendido su prestigio profesional impidiendo las chapuzas que están dando lugar a este esperpento nacional, que está avergonzando tanto a algunos socialistas ilustrados. Por supuesto que a Pachi, Óscar, Nadia, Chiqui o Félix no.

Esos libros míos

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