miércoles, 24 de diciembre de 2025

Rusia está evacuando a las familias de sus diplomáticos

 

Lo cual significa que Putin ha comprendido que la cuestión es más que candente, puesto que ninguno de los asesinos venezolanos desea ponerse ante un tribunal de justicia. Huir a cualquier país hoy en día es un riesgo extremadamente grave, porque igual los puede matar el mandatario del tal país que un comando que se haya tomado en serio, por cualquier motivo, entre ellos la venganza, el ajuste de cuentas con ellos.

No les apetece largarse de Venezuela y están preparados para resistir, eso es lo que trasluce de sus movimientos. En estos momentos, Trump ya les ha capturado tres barcos. Hace unos meses ya les incautó un avión. Nada de ello les sirve como aviso, ellos sabrán las muertes y palizas por las que pueden ser juzgados. Si se fugan a Brasil o cualquier otra parte, el resultado puede ser peor, porque ninguno de los dictadores dispuestos a acogerlos es de fiar.

Parece ser que disponen de un buen equipo capaz, teóricamente, de enfrentarse a cualquier comando. Pero es que tampoco saben de qué naturaleza sería la incursión estadounidense dispuesta a atraparlos, teniendo en cuenta que también pueden ser los mismos venezolanos con los que comparten la guardia u otros del resto de las unidades. Los propios soldados, igual que los demás venezolanos, están hartos de la dictadura y en un momento dado pueden obedecer las órdenes de Edmundo González, presidente electo de Venezuela, que ya en su día les dio la orden de desobedecer a los usurpadores. Si ahora esa misma orden les llega a través de Trump se van a sentir mucho más obligados a obedecerla. No sé cómo reaccionarán los infiltrados a esto, pero probablemente tomando las de Villadiego. Las opciones no son muchas. Así que está todo a punto de resolverse. Falta por ver en qué estado están los presos políticos.

Esos libros míos




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